La sequía ha obligado al Canal de Panamá a aplicar restricciones de calado en los megabuques que atraviesan las esclusas ampliadas, una medida que le costará cerca de 15 millones de dólares, indicó a Efe un alto ejecutivo de la ruta interoceánica.
El vicepresidente de Ambiente, Agua y Energía, Carlos Vargas, explicó que las restricciones solo afectan a los buques neopanamax que atraviesan las esclusas ampliadas, inauguradas en junio de 2016, y dijo que estos ajustes comenzaron hace unos meses en 49 pies (14,9 metros) y se extenderán el próximo 30 de abril hasta los 44 pies (13,4).
"Este ajuste de calado a 44 pies sí va a afectar ya a bastantes buques y podría tener un impacto de 15 millones de dólares en los ingresos por peajes del canal", afirmó el ejecutivo.
El calado es la profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de una embarcación y, cuando hay restricciones, los buques están obligados a llevar menos carga para navegar sin riesgos.
La vía acuática descarta aplicar esa medida a las esclusas centenarias, tal y como ocurrió en abril de 2016, porque todos los pronósticos señalan que las lluvias comenzarán a partir del próximo mayo, apuntó Vargas.
El canal, construido a principios del siglo pasado por Estados Unidos y por el que pasa cerca del 6 % del comercio mundial, opera con unos sistemas de esclusas en distintos niveles, que requieren 202.000 metros cúbicos de agua cada vez que pasa un barco.
Según los expertos, la sequía que azotó Panamá entre finales de 2015 y principios de 2016, producto del fenómeno meteorológico El Niño, fue la peor en 100 años y le causó unas pérdidas al canal de 40 millones de dólares.
El ejecutivo canalero aseguró que El Niño no va a durar este año tanto como entonces, pero alertó de que el nivel de los lagos Gatún y Alajuela, dos embalses artificiales que abastecen de agua al canal, "está más bajo de lo normal".
"Tenemos un déficit hoy en día de 1,2 metros por debajo del nivel óptimo para estas fechas en el lago Gatún y un déficit de 2,3 metros en el lago Alajuela", declaró Vargas.
El bajo nivel de los lagos es producto de la ausencia de lluvias -las últimas precipitaciones en la cuenca del canal cayeron a finales de noviembre-, pero también de la intensa evaporación y de los fuertes vientos, agregó.
Panamá se encuentra en plena temporada seca, que se extiende aproximadamente hasta abril y se caracteriza por intenso sol, cielos despejados y ausencia de lluvias.
La presencia de El Niño, un fenómeno que ocurre cada dos o tres años como consecuencia del calentamiento anormal del Océano Pacífico, prolonga la temporada seca y disminuye a niveles mínimos las lluvias.
Además de los ajustes de calado, la ruta acuática lleva varios meses aplicando medidas de ahorro de agua como los llenados cruzados de esclusas, el uso intensivo de tinas y el cierre temporal de una planta hidroeléctrica en el cauce del canal "para evitar que esa agua salga del sistema", añadió Vargas.
Los dos mayores clientes de la ruta acuática son Estados Unidos y China y el transporte de contenedores es su principal negocio, aunque las nuevas esclusas, inauguradas en junio de 2016, han dado paso a nuevos mercados, como los grandes cruceros o el gas natural licuado (GNL).