VICTORIA TERZAGHI
Si bien desde la embajada alemana en Argentina se aseguró que el proyecto sigue activo y hay interés en poder llevarlo adelante, “Río Negro” escrutó cuál es el verdadero estado del proyecto hidroeléctrico.
La respuesta no es alentadora para las autoridades de Emprendimientos Hidroeléctricos del Neuquén (Emhidro), el organismo del Estado neuquino que impulsa el desarrollo.
Es que según se supo las meta de reducción del gasto público pautadas por el gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pusieron la iniciativa en coma profundo.
Luego de varios intentos frustrados el año pasado un grupo de capitales alemanes mostró interés en financiar la represa emplazada sobre el río Neuquén.
Se trata de un grupo encabezado por la firma Voith quienes ofrecieron hacerse cargo de la cuota a aportar por privados del proyecto valuado en 2.200 millones de dólares.
Sin embargo, cuando el gobierno nacional licitó la obra contempló que sólo el 85% sería aportado por los capitales privados y el restante 15% lo aportaría el Estado.
Ese 15%, unos 330 millones de dólares es el dinero que ahora Nación no tendría para aportar a partir de los recortes dictados por las recetas del FMI.
Mientras en Berlín ayer se aseguraba que se aguardará algún cambio, pues tienen interés en realizar la obra, se supo que desde Neuquén la paciencia va contra reloj y los ánimos por solicitar la caducidad de la licitación para volver a convocar a un concurso internacional se acrecientan. Es que según confiaron fuentes con acceso al proceso creen que es posible que una nueva licitación permita reducir el costo global de la obra el cual consideran que es excesivo, y por lo bajo, susurran que es hasta sospechoso.
