Remarcó que el problema por el consumo es "altísimo". Y que hay análisis que confirman la cifra.
El senador y secretario general del gremio de los petroleros en Neuquén, Guillermo Pereyra reconoció que entre los trabajadores de Vaca Muerta hay un “40% de adictos”. El sindicalista subrayó que los problemas por consumo de drogas entre los operarios es “altísimo”. La cifra, indicó, surge de los diversos estudios y test a los que se someten los empleados de la industria periódicamente.
"El gran tema es cómo llega y cómo se distribuye. Hay que profundizar en cómo llega, no creo que ingrese directamente a Añelo, la venden en otros lugares (…) cualquier compañero que consume expone a todos y eso es un riesgo”, señaló a LU5 de Neuquén.
No es la primera vez que Pereyra apunta hacia el tema. En 2015 Pereyra había dicho algo similar en el marco del VII Seminario Estratégico sobre la ‘Evaluación de las Perspectivas Energéticas de la Argentina’, realizado en el Hotel Sheraton Libertador de Buenos Aires. “Se trata de un problema delicado que nos va a superar si no actuamos”, señaló por entonces. “El sector empresario lo está mirando desde la tribuna”, criticó.
Los números indican que el desarrollo industrial en la zona de Añelo, localidad considerada la “capital” de Vaca Muerta, vino acompañado de un aumento en el tráfico de drogas hacia la zona.
Los altos salarios, la numerosa cantidad de días abocadas al trabajo en sectores inhóspitos, la falta de actividades por fuera de la agenda laboral, son algunos de los ingredientes que apuntalan el consumo, reseñó Clarín.
En marzo de este año, el ministerio de Seguridad dirigido por Patricia Bullrich, dispuso que un total de 800 efectivos se trasladen a la Patagonia para combatir el narcotráfico y las acciones de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). 400 de ellos fueron llevados a Comodoro Rivadavia y otros 400 a Plottier. Desde esta última localidad, que sirve de base, se iniciaron operaciones pensadas especialmente para Vaca Muerta.
El pasado mes de mayo, Gendarmería Nacional descubrió un cargamento de 21 kilos de cocaína con destino al yacimiento no convencional por valor de 15 millones de pesos.