China, posiblemente el líder en la carrera global por los insumos para baterías, ha sumado con éxito recursos en otras partes del mundo, pero sus esfuerzos se han visto frustrados en el “triángulo”, que alberga alrededor de dos tercios de las reservas mundiales.
Los fabricantes de autos y baterías de Corea del Sur y Japón están muy detrás de China en la competencia. Expertos dicen que la región es ideal para ponerse al día, ya que China aún no domina la producción.
La carrera será entre quienes puedan sortear los obstáculos políticos. Pero Panasonic, Samsung y otras firmas centradas en contratos de suministro a largo plazo se encuentran aún más a la zaga de los chinos, que buscan agresivamente activos en otros lugares, incluyendo la compra de yacimientos propios.
En febrero, una delegación de decenas de compañías japonesas viajó a Buenos Aires en busca de proyectos de minería y energía y recorrieron provincias que albergan la mayoría de las reservas de litio de Argentina.
Las firmas surcoreanas y japonesas han dependido en gran medida del suministro sudamericano y han creado relaciones duraderas. Pero en el último año han salido de su zona de confort, ya que China se embarcó en una ola de pactos en otras partes del mundo, impulsada por las cuotas gubernamentales para la venta de vehículos eléctricos.
Esas compañías apenas entran en nuevos desarrollos de litio, incluso en Latinoamérica, donde la automotriz japonesa Toyota invirtió en un proyecto argentino.
La japonesa Panasonic trabaja para “asegurar el suministro estable de materiales para baterías, a través de pasos como el abastecimiento directo de materias primas y diversificación de los canales de abastecimiento”, dijo una portavoz, que declinó comentar sobre regiones específicas.
En febrero, una delegación de decenas de compañías japonesas viajó a Buenos Aires en busca de proyectos de minería y energía y recorrieron provincias que albergan la mayoría de las reservas de litio de Argentina.
El gran premio. Firmas chinas han buscado agresivamente suministros en otros lugares, firmando acuerdos con desarrolladores en Australia, Canadá y África el año pasado.
En Chile, sin embargo, los chinos han tenido dificultades para obtener apoyo significativo en el negocio, abriendo una oportunidad para otros. Autoridades chilenas se oponen al interés del gigante chino Tianqi de comprar una codiciada participación en la chilena SQM y presentaron una queja ante los reguladores de competencia para bloquear la operación.