Hace prácticamente un siglo, en la solitaria estepa patagónica, poderosas ráfagas de viento invadían impertinentes, como lo hacen aún hoy, a las intermitentes poblaciones de coirones, matanegras y molles. En ese entorno áspero y hostil, la mirada del pionero poblador de los campos del noreste santacruceño Nicolás Urricelqui, se perdía en la lejanía de un horizonte sin fin ignorando, naturalmente, que en esa misma estepa, ante la presencia tranquila de los impávidos guanacos y alguno que otro choike, se erigiría imponente, la moderna y cuasi futurista estructura del primer desarrollo minero de Santa Cruz, íntegramente fundado sobre capitales argentinos que vemos al ingresar por vez primera a la mina Don Nicolás.
Las incipientes instalaciones mineras, se ubican sobre un importante yacimiento de oro y plata, emplazado en el distrito geológico Macizo del Deseado, un área con potencialidad para ser considerada WCD, siglas que representan a un tipo particular de yacimiento denominado world class district y cuya traducción al castellano sería “distrito de clase mundial” debido a su comprobada mineralización de oro y plata.
Dentro de la zona de influencia de Minera Don Nicolás está un pequeño poblado denominado Tres Cerros, ubicado a unos 40 km al sur y las hermanas localidades de Jaramillo y Fitz Roy distantes a unos 90 km al norte del mismo, y como sello característico de nuestra Patagonia es posible aseverar que si se suma la cantidad de habitantes de las tres difícilmente se supere el millar de pobladores.
Como todo proyecto minero, la historia de Don Nicolás inició con la etapa de exploración, y para ello debemos situarnos alrededor de 2009 cuando por aquel entonces la compañía Minera IRL Ltd. de capitales peruanos, adquiere los derechos de explotación de Don Nicolás y otros proyectos en la zona del Macizo del Deseado que hasta ese momento pertenecían a Hidefield Gold plc quienes a su vez habían realizado previamente diversos estudios geológicos.
Durante esta etapa en particular se llevaron a cabo estudios para identificar y descubrir el mineral mediante prospecciones en función de las cuales se va determinando la forma, el tamaño, la cantidad y calidad de los diferentes tipos de suelo y paralelamente se avanzó con la ingeniería del proyecto, teniendo en cuenta para ello el estudio de las diferentes alternativas sobre métodos de explotación y tratamiento, los estudios de factibilidad y la elaboración del informe de impacto ambiental.
El 2010 trajo consigo la implementación de los programas de perforación y alrededor de un año después se dieron a conocer las primeras estimaciones de recursos medidos e indicados en siete sistemas de vetas separados, sumándose información adicional para dos nuevos sistemas de vetas. Fue también durante ese año que se definió que el desarrollo de la mina sería a cielo abierto mediante procesamiento convencional de carbono en lixiviación.
Así reza un conocido refrán, y vale su evocación para explicar lo que sucedería poco tiempo después con el futuro de Don Nicolás, puesto que si bien los avances logrados hasta el momento no habían sido pocos y los resultados preliminares no eran desalentadores para los por aquel entonces propietarios del proyecto. Una serie de eventos desafortunados como el estricto cepo al dólar, con su consecuente brecha cambiaria, sumados a la imposibilidad de girar utilidades y a la prácticamente simultánea recepción del permiso para emprender la construcción de la mina Ollachea, en Perú, desestabilizaron los planes de IRL en nuestro país.
Así, a grandes rasgos y sin demasiado detalle, fue éste el contexto que ubicó al grupo inversor argentino denominado CIMINAS (Compañía Inversora en Minas) en el lugar adecuado en el momento indicado. El resto es más o menos conocido por todos aquellos interesados en el escenario minero local, IRL definió acordar con el grupo argentino el financiamiento del 100% del desarrollo de su proyecto de oro Don Nicolás, por un monto cercano a los U$S 100 millones, de los cuales 45 millones de dólares se cancelarían como aporte inicial de capital a cambio de una participación del 45% en la compañía. Posteriormente a mediados de 2014 y gracias al aporte de financiación externa, se cancelaría el tramo restante de U$S 35 millones para completar un total de 80 millones de dólares.
Pero no fue hasta mediados de 2015, cuando finalmente CIMINAS logró adquirir el 100% del paquete accionario y a partir de allí la historia de Don Nicolás comenzó a “pintarse” de celeste y blanco.
El pasado 11 de diciembre la historia de la minería santacruceña cambiaría para siempre, cuando en un cordial y emotivo acto los principales referentes de la escena minera local, regional y nacional, mediante un aplaudido y festejado corte de cinta, dieron formalmente inicio a la etapa de producción de una de las más modernas minas nuestro país, tecnológicamente hablando, lo cual posibilitará a la compañía producir alrededor de 1000 toneladas de material por día y cuyo costo de inversión superó los USD 250.000.000.
Las primeras impresiones que uno tiene al ingresar a Don Nicolás son muy agradables, desde el importante acceso principal se recorren alrededor de 8 km de un prolijo trazado de ripio en perfecto estado, con varios controles de seguridad y una muy adecuada señalización. Si bien existen dos campamentos, uno localizado en la zona de Martinetas y otro en la Estancia el Cóndor (que quedará pendiente para otra visita), nosotros conoceremos el campamento de Martinetas –donde se encuentran los nuevos módulos habitacionales, comedor, SUM (capacidad 130 personas) que incluye sanitarios, gimnasio y oficinas administrativas divididas en módulos para operarios, jefes y supervisores.
Es casi una obviedad pero todo es absolutamente nuevo y con una excelente calidad de terminación. Próximo al SUM se encuentra el módulo de administración que alberga las oficinas correspondientes a las distintas gerencias y puestos de trabajo, una cafetería, una cómoda sala de reunión y también una sala de capacitación, incluyendo por supuesto sus respectivos sanitarios para damas y caballeros.
Durante la visita guiada y mientras nuestro equipo de noticiasmineras.com
Producción de oro estimada: 45.000 onzas de oro al año.
Superficie minera: ~ 250.000 hectáreas.
Sistema mineralizado: Rocas volcánicas (edad Jurásica) con vetas de oro y plata epitermales. Baja relación plata – oro.
Ley (promedio): 4,6 g/t Au y 10,4 g/t Ag.
Recursos medidos: 469.000 onzas de oro y 718.000 onzas de plata.
Método de extracción: Cielo abierto.
Proceso Tecnológico: Carbon-In-Leach (CIL) / Electrowinning.
Capacidad de la Planta: 1.000 t/d.
Personal en régimen (Al momento de nuestra visita): 272 personas.
Un capítulo aparte merece el personal de la mina, desde el más sencillo de los operarios hasta su Gerente General, dispensaron al equipo denoticiasmineras.com un cordial trato, en un ambiente de mucha amabilidad y respeto mutuo. En el campamento conviven 236 personas, de las cuales 172 son santacruceños y el resto pertenece a distintas regiones de nuestro país.
Este parece un dato poco significativo pero no lo es, Don Nicolás emplea actualmente un 72 % de mano de obra local y espera superar en breve ese nivel de ocupación santacruceña con las capacitaciones que viene realizandojunto a Universidad Nacional de la Patagonia Austral, la Asociación Obrera Minera Argentina y Agencia de Desarrollo gestada por la compañía en las localidades de Jaramillo y Fitz Roy mediante lo cual planean incorporar 36 nuevos trabajadores. Para lograr estas cifras la compañía priorizó siempre la contratación y capacitación de mano de obra local y al lograr cubrir la oferta de recursos, extendieron la búsqueda a otras provincias del país, empezando por las más cercanas al proyecto.
Es momento de regresar y el viaje es largo sin embargo el ánimo es bueno, no todos los días se tiene la posibilidad que nuestro medio tuvo, de recorrer en primera persona una mina en funcionamiento, desde las zonas de extracción del material, los métodos de transporte hacia la trituración, el proceso de lixiviación y adsorción, la recuperación del oro o la plata y su posterior fundición y refinación hasta que se convierte en doré.
Es imposible pensar cuánta falta hace que la población en general, el ciudadano común, pueda conocer cómo y cuánto se trabaja en un proyecto minero, cuáles son sus estándares de calidad y de seguridad, cómo se preserva el entorno y se cuida el medioambiente, porque de ese modo seguramente la actividad tendría muchos menos cuestionamientos y algo más de respeto y esa será un poco nuestra misión como medio informativo específico. Queda mucho por hacer y mucho por contar pero resulta imposible volcar todo en un solo escrito, será entonces hasta la próxima.
