MARTÍN BIDEGARAY
La petrolera con mayoría estatal suele ser la primera en subir el precio del combustible. Esta vez será la última. Su presidente recibió sugerencias desde la Casa Rosada. Y propuso modificar el impuesto que gravita con un 26% sobre el precio de los combustibles.
El aumento de los combustibles viene originando tensión entre YPF y el Gobierno. La petrolera de mayoría estatal, que suele ser la primera en subir los precios, en esta ocasión será la última. Se estima que el incremento se aplicará entre este fin de semana y el próximo miércoles. Sin embargo, en el medio hubo desacuerdos entre la plana mayor de la petrolera y algunos funcionarios. YPF dejó una propuesta de cambio impositivo, de la que espera respuesta de la Rosada.
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, suele ser uno de los que más protesta -puertas adentro- sobre los aumentos en los combustibles y su impacto sobre la inflación. En el ministerio de Hacienda y en Jefatura de Gabinete también creyeron inconveniente que YPF aumentara los precios en la primera quincena de enero.
Cuando el Gobierno decidió avanzar hacia un sistema de precios "libres" y sin intervención del Estado, Miguel Gutiérrez -presidente de YPF- pidió reglas de juego "claras". Entre ellas, la necesidad de modificar el ITC, un impuesto clave.
Durante los primeros días de este mes, la Casa Rosada le hizo saber a YPF que "acabamos de anunciar un esfuerzo contra la inflación, no podemos permitir que YPF, que es una empresa del Estado, también aplique aumentos", según cuentan ejecutivos del sector petrolero. El titular de YPF explicó que entendía esas razones y lanzó su propuesta: que el ITC se vaya modificando a la baja a medida que sube la cotización del petróleo crudo internacional.
El ITC representa un 26% del precio de la nafta. YPF propone que sea variable: si el precio del petróleo crudo -el principal costo de los combustibles- sube, sugiere que el Estado recaude menos por ese tributo. De esa forma, los incrementos en las naftas serían menores, pero el Estado tendría que resignar algo de recaudación.
"Si se dispara el crudo, pero baja el ITC, el impuesto puede actuar como amortiguador para que el precio al público sufra una menor modificación " razonan en el sector.
Las petroleras creen que la mejor forma de cuidar a sus consumidores es que el Estado se quede con una recaudación estable (y que no crezca cuando suben los precios) por lo que generan los surtidores. Con un ITC decreciente -en que baja el impuesto cuando se eleva el crudo- eso podría suceder, según sus estudios. Se preservaría la caja de las empresas y los consumidores sufrirían aumentos menores, ya que el Estado cedería algo de su parte.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, enfatiza que la conducción de YPF es independiente de su cartera. "El ex ministro de Economía, Axel Kicillof, era director de YPF e influía sobre la empresa. Oficiaba de regulador y regulado y eso no es correcto", observó en varias ocasiones. Aranguren también habló varias veces de la importancia del ITC como un "acordeón": el impuesto baja cuando los valores del crudo están altos y viceversa.
En la Rosada le pidieron a YPF que "espere". Consultado sobre los aumentos en otras ocasiones recientes, Aranguren repite que "los precios están desregulados, los fijan las empresas".
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo -el martes- que "la suba de los precios responde a un alza en el valor internacional del petróleo, que determina un incremento en los costos de producción y operativos de las petroleras. Los costos son los costos y tenemos que aprender a convivir con eso". De esa forma, pareció no objetar los incrementos de Oil, Shell y Axion.
En el sector creen que YPF demoró el aumento el mayor tiempo posible. Pero que igual se concretará entre mañana y el miércoles (como fecha tope).
La pregunta es si este desacuerdo entre la Rosada y las petroleras revivirá cada vez que suban los valores internacionales del petróleo crudo. Para eso, una revisión del ITC y la estructura impositiva de la venta de combustibles podría ser una solución. En Hacienda no parecen estar del todo de acuerdo. Pero las petroleras creen que podría permitir que el sector avance sin cargarle los mayores costos a los clientes.
MARCELA PAGANO
Enero podría cerrar en 2% si YPF se suma a los ajustes que ya aplicaron las otras petroleras.
La inflación de enero podría llegar al 1,7% según las proyecciones de consultores privados. Esa estimación contempla la incidencia del aumento de las naftas de entre el 5% y el 6% que llevaron adelante Axion, Shell y Oil. Pero si YPF, que controla el 55% del mercado, aumenta antes de fin de mes, los privados creen que el índice de Precios al Consumidor (IPC) rozaría el 2%. También dejará un arrastre para febrero, que por la suba de transporte y luz, podría llegar al 2,5%. En el trimestre la inflación alcanzaría el 6% y complicaría el objetivo del Gobierno de lograr paritarias que igualen la meta oficial de inflación, del 15%.
El Gobierno espera poder presentar como "buena noticia" que la inflación de enero sea mejor a la de diciembre, que tocó el 3,1%. "Para enero proyectamos una desaceleración de la inflación respecto del ritmo de diciembre, pero tenemos el impacto de naftas y proyectamos para enero un índice de no menos el 1,6% mensual", sostiene, Federico Furiase, director de Eco Go. Además de la suba en los combustibles, enero sumó incrementos en los peajes (un 14% promedio en autopistas porteñas).
"La suba de los combustibles suma tres centésimas más para la inflación pero si YPF aumenta sumará unas centésima más", explicó a este diario Fausto Spotorno, analista de Ferreres & Asociados. "Por ahora, con la suba de las petroleras que menos peso tienen en el mercado, la inflación de enero está en el 1,7%, advierte el economista.
Pero febrero tampoco traerá alivio para los bolsillos. "Enero será un mes caliente por la suba de servicios y por el coletazo de la devaluación, veo en enero la inflación cercana al 2%", dijo a este diario Ramiro Castiñeira, de Econométrica. Para el segundo mes del año la lista de aumentos se amplia: la luz subirá un 24% en promedio (y tendrá un impacto del 0,5% en la inflación del segundo mes del año), y las prepagas el 4% (impactará el 0,1% en el IPC). En marzo, se espera que empiece a regir la nueva tarifa de taxis, que aumentará casi 18%.
Para el trimestre, los economistas consultados hablan de una inflación en torno al 6%. Pero eso sin contar una posible suba del dólar en febrero, que algunos economistas vislumbran en función de la demanda de pesos. "El piso de inflación es 5 puntos porcentuales para el trimestre por los aumentos anunciados. Pero hay un factor que hay que tener en cuenta y es cantidad de dinero disponible", sostiene el economista Javier Milei.
"Mientras en enero y diciembre por efecto de los aguinaldos sube la demanda de billetes, en febrero baja. Y estamos viendo un enero con baja demanda de billetes lo cual pone mucha presión sobre febrero porque habrá sobreoferta de pesos. Es importante que haya tanto sobrante de pesos en febrero, porque exceso de oferta y faltante de demanda genera que todos los precios denominados en pesos suban, incluido el dolar", explica Milei. "Es posible que tengamos en febrero una situación similar a la de 2016, un salto importante del dolar con alza inflacionaria", añadió.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne dijo el martes que los privados "están influenciados por la suba de los precios regulados que estuvo muy concentrada en esta fecha", pero aseguró que "una vez que baje la espuma de esa suba de los regulados creemos que bajará" y se acercará a la meta de inflación oficial.
Para Spotorno "Dujovne en parte tiene razón, ya que la inflación de la primera parte del año no necesariamente es indicativo de lo que sucederá en el resto del año". "Sin embargo, también es cierto que lo que podrá influir en el resto del año son las paritarias, que no van a cerrarse en el 15% sino más cerca del 20% y el BCRA va a tener una política más restrictiva que la del año pasado para alcanzar la meta pero con apuro por aflojarla para que no frene a la economía", advierte el economista.
¿Como cerrará el índice de precios en 2018? Para Spotorno la inflación terminará este año en el 17,7%. Castiñeira la ve en 21% y para Furiase en el 19%. Ninguno cree factible conseguir paritarias del 15%. Para Milei "es un error no apostar a la clausula gatillo, porque un Gobierno que acepta esta condición demuestra confianza en su meta y por lo tanto ancla la expectativa inflacionaria", concluyó.