Después de años de un crecimiento que se puede catalogar como 'explosivo', el consumo de combustible en las economías más grandes de Asia está perdiendo fuerza. Esta debilidad de la demanda del continente más poblado del mundo está socavando los esfuerzos encabezados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para acabar con el exceso de oferta mundial y elevar los precios.
Asia, que consume más de un tercio de la oferta global, es la región más grande y de mayor crecimiento del mundo en consumo de petróleo, y su sed de combustible, aparentemente insaciable, ha sido durante mucho tiempo un soporte central para los precios.
Ahora, esa imagen de crecimiento boyante de la demanda se está desmoronando, según la opinión de varios expertos. "Los signos que parecen mostrar una demanda creciente no son exactamente lo que parecen. El crecimiento de demanda de combustibles desde China está en mínimos de tres años, la demanda de combustible japonesa ha bajado", señala Matt Stanley, un broker de combustibles para Freight Investor Services (FIS) en Dubai. "Teniendo en cuenta tan solo el volumen de los productos disponibles... tarde o temprano creo que podríamos ver a algunos vendedores en problemas".
Los futuros del crudo Brent han subido alrededor de un 5,5% este mes hasta los 55,75 dólares por barril mientras que los agentes del mercado creen que todavía se puede producir una recuperación generalizada en el mercado de materias primas. Sin embargo, hay síntomas de que sigue habiendo una abundancia de petróleo disponible para los compradores, mientras que el mercado físico de petróleo no cree en los pilares que se sostiene la subida de precios en los mercados financieros.
Arabia Saudí, principal exportador mundial, bajó este mes el precio de su crudo de mayo para los clientes asiáticos en 30 centavos en comparación con abril, con un descuento de 45 centavos en comparación con el promedio de referencia de Omán y Dubai.
Se está observando en varias áreas de la economía de la región. Las exportaciones de gasolina de China en febrero subieron a su segundo nivel mensual más alto registrado ya que las refinerías se volcaron cada vez más en las exportaciones a los mercados asiáticos para drenar una sobreoferta interna que casi acabó con todas las importaciones.
Incluso en la India, a menudo considerada como el futuro motor del crecimiento de la demanda mundial, el consumo de combustible mostró un retroceso del 0,6% en marzo respecto al año anterior.
"La flojera en la demanda india puede haber sido causada por los efectos de la desmonetización", comenta Sukrit Vijayakar, director de la consultora de energía Trifecta.
Sin apenas preaviso, la India abolió a finales del año pasado los billetes de 500 y 1.000 rupias, que constituían la mayor parte del efectivo en circulación del país. La medida atenazó el consumo, afectando a muchos agentes y alterando la actividad de muchas empresas. Aunque a largo plazo su efecto puede ser muy positivo, a corto plazo puede haber ciertas rigideces en esta economía.
Y aunque se espera que la demanda anual de combustible de la India crezca este año, los analistas dicen que es poco probable que se recupere lo suficiente para compensar totalmente el impacto de la desmonetización.
M. K. Surana, presidente de Hindustan Petroleum, sostiene que espera que la demanda de combustible de la India aumente entre un 5,5 y un 6% este año. A pesar de que sigue siendo una alta tasa de crecimiento para los estándares mundiales, está muy lejos del crecimiento de la demanda de productos refinados de 2016, que superó el 10,9%.
La AIE destaca la estabilización de los precios en los últimos días tras los fuertes descensos de principios de marzo en el cuarto mes del acuerdo de reducción de producción de crudo de la OPEP.
El mercado petrolero mundial está cerca del equilibrio después de casi tres años de exceso de oferta, en momentos en que los recortes de producción de los mayores exportadores comienzan a compensar el declive a largo plazo en la demanda de los países más ricos, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Los datos preliminares muestran que las inventarios de crudo en los países industrializados han caído en 17,2 millones de barriles en marzo, lo que da lugar a un aumento de 38,5 millones de barriles o 425.000 barriles por día (bpd) en los primeros tres meses del año: “El resultado neto es que los inventarios mundiales podrían haber aumentado marginalmente en el primer trimestre frente a una reducción implícita de aproximadamente 0,2 millones de bpd”.
Los inventarios totales de crudo en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) caen en 8,1 millones de barriles en febrero a 3,055 millones de barriles, 330 millones de barriles por encima del promedio en cinco años, según la AIE.
Se prevé un crecimiento global de la demanda de 1,3mbd para 2017, lo que representa la segunda disminución anual consecutiva, un dato ligeramente por debajo del pronóstico previo de la AIE, después de que la demanda en el primer trimestre haya sido inferior a lo esperado. Las ganancias moderadas en el mercado ruso e indio, y el impulso más débil en los países de la OCDE, explican este comportamiento.
La AIE destaca la estabilización de los precios en los últimos días tras los fuertes descensos de principios de marzo en el cuarto mes del acuerdo de reducción de producción de crudo de la OPEP. Considera que si el cártel extiende los recortes seis meses más apoyaría a los precios y ofrecería un estímulo adicional al sector del petróleo de esquisto estadounidense y otros productores. Pronostica un aumento de la producción en mayo.