Por Pablo Fernández Blanco.

En temas energéticos, las buenas noticiaspara la economía argentina nunca terminan de ser completas. Pero por lo menos la caída internacional en los precios del crudo, que se extiende a todos sus derivados y productos relacionados, le hizo un guiño al Gobierno en el último tramo de su gestión.

Según los números del Indec, las importaciones de energía se desplomaron 58 por ciento en el primer trimestre del año: pasaron de US$ 2360 millones a 992 millones. Claro que los menores precios también afectaron las exportaciones, que cayeron en igual porcentaje que las importaciones.

De todas maneras, las ventas al exterior tienen una incidencia menor en la balanza comercial energética, por lo que su saldo en los primeros tres meses del año muestra una menor salida de divisas: se fueron 284 millones de dólares, unos US$ 400 millones menos que en el mismo período del año pasado.

La marcha de la energía tiene repercusión en el resto de la economía, pero muy especialmente en la presión cambiaria. Sucede que el cepo al dólar en todas sus variantes, desde las restricciones a la compra de divisas hasta la imposibilidad de girar utilidades por parte de las empresas, fueron motivadas por la crisis energética. En otros términos: en un contexto de escasa llegada de capitales, el Gobierno debió restringir la venta de la moneda norteamericana para reservar esos billetes para pagar la factura energética, en su mayoría de importación.

IMPACTO EN VACA MUERTA

Hasta ahora, sin embargo, la caída en las importaciones de energía no logró doblar el rumbo de las cuentas nacionales. Según los números difundidos el martes pasado por el Ministerio de Economía, en febrero el déficit primario (antes del pago de deuda) fue de $ 13.547,9 millones, un 140% más que en el mismo período del año pasado.

"La caída del barril de crudo es una buena noticia para el Gobierno porque sus efectos se trasladan inmediatamente a la balanza comercial energética, que es deficitaria, y le producen un alivio al Banco Central. Pero esta situación de precios bajos es perjudicial para el país, dado los importantes recursos de hidrocarburos que tiene y que requieren de grandes inversiones, que se verán mermadas en caso de mantenerse estos precios", explicó el ex secretario de Energía Emilio Apud. Hace referencia, entre otras cosas, al posible desarrollo de la formación Vaca Muerta. Coincide en el análisis el ex secretario de Energía Daniel Montamat: "La caída de las importaciones de energía alivian la balanza comercial, pero hay que recordar que también están cayendo fuerte las exportaciones en general, entre otras las de energía. Proyectamos una reducción del déficit energético anual de US$ 7000 millones a US$ 4000 millones, más por la caída de precios de los energéticos importados que por una reducción de cantidades".

MENOS DEMANDA

Al retroceso en los precios internacionales se le suma la baja en las compras al exterior en volúmenes, debido principalmente al estancamiento de la economía. Las cifras de la Secretaría de Energía, que llegan hasta el segundo mes del año, arrojan una merma de las importaciones en volúmenes del orden del 36 por ciento. Si bien el dato está por debajo de la caída medida en dólares (para ese período la cartera muestra una reducción del 48%), se trata de un número importante.

El descenso de los precios internacionales debería notarse también en los subsidios del Estado a la Energía. Por ejemplo, en enero y en febrero, Enarsa, la segunda entre las mayores favorecidas con esas transferencias, después de Cammesa, redujo en 34% las compras de gas al exterior (desde Bolivia y por barco, con la modalidad del LNG), hasta poco más de 508 millones de dólares.

También las petroleras sacaron provecho. Las compras al exterior de naftas y gasoil cayeron 67%, de US$ 441 millones a 145 millones de dólares. "La caída de los precios es una buena noticia para el Gobierno porque mejora el balance de divisas, pero no para el pueblo argentino, al que le cobran el barril de crudo a US$ 77 [por encima del precio internacional]", reprochó Jorge Lapeña, también ex funcionario de esa cartera.

IMPORTACIÓN DE ENERGÍA, DÓLAR Y CEPO

Déficit energético

De la mano de una fuerte intervención en el mercado, la producción de crudo y gas fue en caída durante el kirchnerismo por las menores inversiones

Problemas cambiarios

Por la menor producción doméstica, el Gobierno acudió cada vez más a la importación de energía, que a partir de 2011 se hizo muy difícil de manejar. Casi al mismo tiempo se instauró el cepo cambiario.