En Río Negro avanza el proyecto nacional para reactivar el módulo experimental para enriquecimiento de Uranio del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu.
La planta fue cerrada en la década del 90 y se reconstruyó en 2014.
El proyecto de enriquecimiento de uranio data del año 1974 y fue parte de un ambicioso plan para sustituir la energía proveniente del petróleo.
Con el anuncio del gobierno nacional de la finalización de la obra en Pilcaniyeu, se pone en marcha el proceso de reapertura de la planta.
En estos días se realizó la audiencia pública. Allí, representantes de la comunidad mapuche de la zona y grupos ambientalistas, plantearon dudas y temores en torno a las medidas de protección medioambiental.
“El desarrollo y el avance de un método de generación de energía que ya demostró suficientemente sus peligros” argumentó Ana Wieman, representante de la organización Árbol de Pie. Y calificaron al proyecto como “un paradigma de desarrollo” con el cual no acuerdan.
En contraposición, la decena de oradores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) expusieron a favor del proyecto, y rechazaron cuestionamientos por riesgos ambientales.
“Argentina recuperó su capacidad tecnológica de enriquecimiento de Uranio para usos pacíficos, reafirmando su pertenencia al selecto grupo de países que disponen de dicha tecnología”, dijeron.
“Ya funcionó en forma segura en décadas anteriores. En esta reactivación, además de contar con las autorizaciones correspondientes de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), se adecuó a las disposiciones ambientales actuales y presentó a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Río Negro un Estudio de Impacto Ambiental y un Plan de Gestión Ambiental, que fueron aprobados oportunamente”, señalaron los científicos.
Comenzó el debate.
Durante la audiencia pública realizada en Pilcaniyeu y convocada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia en torno a la reactivación del módulo experimental para enriquecimiento de Uranio del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP), la decena de oradores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) expusieron a favor del proyecto, y rechazaron cuestionamientos por riesgos ambientales. Desde el organismo se evaluó que “Argentina recuperó su capacidad tecnológica de enriquecimiento de Uranio para usos pacíficos, reafirmando su pertenencia al selecto grupo de países que disponen de dicha tecnología”.
La CNEA trasladó a varias decenas de personas desde Bariloche para que participen como oradores o bien ocupen los lugares disponibles en el gimnasio. Los proveyó además de un refrigerio para el mediodía.
Según los funcionarios del organismo la recuperación de la capacidad de enriquecimiento de uranio fue posible “gracias a los importantes avances en materia científico tecnológica que hizo nuestro país en los últimos años”. Este hecho “permitirá asegurar la continuidad de la Argentina como miembro del Grupo de Suministradores Nucleares, conformado por once naciones que poseen tecnologías de utilización posible en el campo de la energía nuclear con fines pacíficos”.
La propia Presidenta de la CNEA, Norma Boero, detalló los alcances del proyecto, así como las inversiones realizadas por el Gobierno nacional para lograr los estándares de seguridad.
La instalación del complejo tecnológico de Pilcaniyeu, “ya funcionó en forma segura en décadas anteriores. En esta reactivación, además de contar con las autorizaciones correspondientes de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), se adecuó a las disposiciones ambientales actuales y presentó a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Río Negro un Estudio de Impacto Ambiental y un Plan de Gestión Ambiental, que fueron aprobados oportunamente”, se señaló.
Ese trabajo, así como el informe de Medio Ambiente, fueron cuestionados durante la audiencia pública por referentes ambientales, de pueblos originarios, y el legislador radical Alejandro Betelú.
El plantel de personal de la planta se incrementó considerablemente. De un número inicial de 10 personas en 2003 dedicadas al cuidado de las instalaciones, cuenta actualmente con 160 trabajadores, entre técnicos, profesionales y personal de apoyo.
LA CNEA CUMPLIÓ
Durante la audiencia, los funcionarios de la CNEA presentaron los lineamientos de su Política de Gestión Ambiental y sostuvieron que “el Organismo cumplió con todos los procesos que exige tanto la ley como la propia Política Ambiental de la Institución, a fin de que el CTP obtenga la Licencia Ambiental. Uno de esos procedimientos fue el Estudio Técnico realizado por investigadores y profesionales del Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB), dependiente de la Universidad Nacional del Comahue”.
Además, aclararon que en el Complejo “no se produce ninguna reacción nuclear, no hay vertido alguno al río Pichi Leufú (vuelco cero), y que el consumo de agua que se hace del río es 10 mil veces menor a su caudal”.
También, se explicó que el proceso de enriquecimiento de Uranio no demanda líquido alguno, aunque sí el funcionamiento de sistemas auxiliares del Complejo Tecnológico.
Para tratar la situación de los efluentes cloacales del personal de la planta, los especialistas construyeron un humedal artificial “que los recibe luego de pasar por una Planta de Tratamiento. Una vez tratados el agua purificada se destina a riego. Este método no afecta a las napas ya que el humedal artificial está aislado del suelo. De esta manera se da cumplimiento al vuelco cero antes mencionado”. Sobre este punto, los referentes de organizaciones como Árbol de Pie, recalcaron que sigue funcionando un humedal natural que recibe descargas, y “no está claro hasta cuándo” se sostendrá ese sistema.
En términos globales, para la CNEA el desarrollo en Pilcaniyeu “se trata, sin duda alguna, de uno de los hitos más importantes alcanzados en el marco del Plan Nuclear Argentino, concretándose así un aporte fundamental para la autonomía tecnológica del sector nuclear nacional y sus aplicaciones asociadas al beneficio del conjunto de la sociedad”.
Luisa Salazar, en representación de las comunidades originarias de la zona, expresó sus cuestionamientos al proyecto y recordó la experiencia negativa de la etapa anterior del CTP en Pilcaniyeu. Pidió que se cumplan todas las normas y obligaciones.
"No podemos cortar el desarrollo tecnológico", afirmó en su exposición la presidenta de la CNEA, Norma Boero. "La actividad nuclear trabaja con los máximos estándares", aseguró.
Destacó que "sólo once países en el mundo han alcanzado el enriquecimiento de uranio". Recordó que el proyecto empezó en la década del 80 y luego se paralizó por decisiones políticas. Se reactivó en 2006, en el gobierno de Néstor Kirchner. La inversión será ahora de 27 millones de dólares.
Los expertos explicaron ayer que el enriquecimiento de uranio consiste en la modificación de los dos isótopos que tiene, para su uso en la generación de energía nuclear.
La Secretaría de Medio Ambiente de la provincia convocó a la audiencia para cumplir con un fallo del Superior Tribunal de Justicia que hizo lugar a un amparo colectivo, que había interpuso el legislador radical Alejandro Betelú.
Medio Ambiente había aprobado en 2014 el estudio que hizo un grupo de profesionales de la UNC y desistió de llamar a audiencia porque consideró que el funcionamiento del CTP es de jurisdicción federal. El STJ ordenó hacer la audiencia, que no es vinculante.
“UN MONITOREO FRECUENTE”
El gerente de Gestión Ambiental de la CNEA, Daniel Cicerone, aseguró ayer se hacen los monitoreos ambientales de aire y agua en el río Pichileufu. También sobre el humedal natural existente en la planta. Afirmó que se utilizará como tratamiento final un humedal artificial.
Sostuvo que hay un proyecto de saneamiento del humedal natural que presentarán al DPA y uno de riego para volcar efluentes doblemente tratados. Ese humedal natural, según el EIA, presenta una acumulación alta de uranio a raíz del funcionamiento de la planta años atrás. "Los resultados de 2014 nos permiten afirmar que los valores de uranio y fluoruro medidos por los programas de monitoreo (del río Pichileufu) se encuentran en los valores adecuados", afirmó Cicerone.
Daniel Detry, del DPA, dijo que en diciembre de 2006 se autorizó una extracción de 10 metros cúbicos de agua en la hora y desde junio de 2009 se amplió a 24.
MARINAO: “UNA POLÍTICA PÚBLICA DE DESARROLLO E INCLUSIÓN”
En la audiencia pública por la reactivación del módulo experimental para enriquecimiento de Uranio del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu, que se realizó ayer, el presidente del Bloque de Legisladores del Frente para la Victoria, Alejandro Marinao, defendió el proyecto y resaltó los beneficios de manera integral.
Al respeto dijo en su alocución “Quiero reivindicar la política pública del plan nacional nuclear, como inversión, como desarrollo, que nos permite trabajo, por tanto nos permite resultados que ayudan a mejorar la calidad de vida. Si se desarrolla el trabajo la inversión, nos asegura indefectiblemente un futuro promisorio y prospero”.
“Muy bien los explicó en sus palabras de apertura el intendente de esta localidad, Nestor Ayulef, el complejo tecnológico brinda mano de obra a vecinos y vecinas de Pilcaniyeu. No es una cuestión menor para pequeñas comunidades como estas”.
“Por tanto, qué significa poner en funcionamiento, para esta zona, el Complejo Tecnológico de Pilcaniyeu: significa inversión y si hay inversión hay desarrollo, hay trabajo”.
Marinao habló también sobre los controles y estudios que se realizaron en torno al impacto ambiental que la puesta en marcha de este complejo tendrá. EN ese sentido destacó el trabajo realizado por profesionales de la Universidad Nacional del Comahue.
“La evaluación de impacto ambiental dio también la posibilidad de un monitoreo permanente de las actividades que se realizan y ese monitoreo dio origen a un plan de gestión ambiental que también lo detallaron pormenorizadamente los técnicos y profesionales ¿por qué vamos a desconocer eso?, eso es reajustar las evaluaciones que se van dando en tiempo y forma con trabajo serio y responsable.
El legislador se refirió además a la importancia que este proyecto tiene para nuestro país al afirmar “cuál es el resultado (de este plan), no es una cuestión menor: sentar nuevamente a la Argentina en el selecto grupo de suministradores nucleares. Es un reconocimiento al trabajo, a la formación a la sabiduría, a la inversión que el pueblo argentino hace para que haya aportes y recuperación de la soberanía energética, porque para eso está trabajando este complejo, para hacer los aportes que necesitan la medicina nuclear, de aplicaciones que necesita la industria, una industria que también resurgió con este proyecto del Kirchnerismo”.
“Yo tengo confianza en el proyecto al cual pertenezco, que es el que encabeza nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y lo empezó a travesar Nestor (Kirchner) allá por el 2003. Ella desde el vamos sabía que en el 2006, con la reactivación de este complejo, que claramente la Comisión de Energía Atómica se ha pegado a todas las normas y a todos los reglamentos y todas las disposiciones para poner en funcionamiento el complejo tecnológico en Pilcaniyeu, no me cabe la menor duda.
“Entonces quiero hacer una mirada positiva en relación a esto, porque la CNEA no trabaja o se pone en lineamientos porque si, ha tenido para la reactivación de este complejo todas las autorizaciones necesarias, no sólo de la autoridad nacional que regula la actividad nuclear, sino también de la organización internacional, la Secretaría de Medioambiente, del DPA”.
RESPUESTA A CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
En su exposición, Marinao tomó las críticas del Legislador Alejandro Betelú al Plan de Gestión ambiental y el pedido de remediación, y le respondió:
“Quiero recordar que en el 2006, cuando nuestro Presidente lanza el Plan Nuclear Argentino como política pública del estado nacional, él pertenecía al gobierno de esta provincia. Desde el año 1983 él tiene pertenencia a los sucesivos gobiernos que rigieron los destinos de Río Negro y por lo tanto era funcionario en lo que era el ámbito de la Secretaría de Seguridad Ambiental, o Concejo de Ecología y Medio Ambiente. Tenía injerencia en los distintos estamentos de organismos de control y auditores para este tipo de políticas de estado y si había alguna desavenencia, si era competencia federal o jurisdiccional provincial tenía las herramientas para que, en ese momento, también poner un blanco sobre negro y hacer las exigencias que hoy con buen tino está haciendo”.
“Las primeras diapositivas que mirábamos nos inducían a entender que las autorizaciones están en regla y por eso el complejo de Pilcaniyeu es una realidad y la mirada positiva tiene que ver en las decisiones que toma un gobierno para implementar políticas públicas activas de desarrollo e inclusión y este plan nuclear nacional es eso, una política pública de desarrollo e inclusión que respeta el medio ambiente, que se reajusta a todas las recomendaciones que hagan los organismos de control, porque quiere garantizar fundamentalmente la vida, porque para la vida trabajan los gobiernos”.
“Sin ir más lejos, quiero poner en valor esta zona andina, porque esta zona muestra no sólo a los argentinos y argentinas sino a todo el mundo, un polo científico y tecnológico de relevancia internacional, con el instituto Balseiro; con el INVAP; con la Comisión de Energía Atómica; con el complejo tecnológico de Pilcaniyeu.
Sin ir más lejos, el lanzamiento en órbita de un satélite hecho por técnicos, por profesionales, por científicos de la República Argentina, que en otro momento tuvieron que irse del país, porque una política pública de inclusión y repatriación de estos cerebros, de estos genios argentinos los volvieron a traer a la Patria, una política de estado también es eso: el reconocimiento a la formación, al estudio.
Al conclucir, Marinao volvió a destacar la política nacional como eje para la reactivación del Complejo Nuclear y los beneficios que tendrá para la región.
REPARO DE AMBIENTALISTAS Y PUEBLOS ORIGINARIOS
Durante la audiencia pública por el enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu, detallaron los “puntos no aclarados” en torno a la protección ambiental. Una representante mapuche dijo que los vecinos “tienen miedo”.
Las dudas y temores en torno a las medidas de protección medioambiental, en torno a la reactivación del enriquecimiento de uranio en el Complejo Tecnológico de Pilcaniyeu, fueron expuestas por integrantes de la organización Árbol de Pie, y una representante del pueblo mapuche.
Durante la audiencia pública, y haciendo uso de los minutos asignados a cada ordaro, Ana Wieman planteó que objetan “el desarrollo y el avance de un método de generación de energía que ya demostró suficientemente sus peligros”, y al que consideran “un paradigma de desarrollo” con el cual no acuerdan
Repasó que el expediente “desnuda que la mínima adecuación hacia el cuidado ambiental se debió a las objeciones presentadas, y no por convencimiento propio de la obligación de todos los organismos del Estado de disminuir y minimizar el impacto y la huella de sus actividades”.
“Muestra de esto -dijo- es haber previsto en principio, que el humedal natural y el río Pichi Leufu siguieran siendo receptores de los líquidos contaminados resultantes del proceso”.
Wieman recordó que según el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), “el índice de vulnerabilidad del acuífero debajo del lecho del río es extremo”, y se quejó porque la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEA) “cuestionó la prohibición de volcado de efluentes”.
“No tenemos certeza sobre el momento y los plazos en que se dejará de usar el humedal natural contaminado, ni cuándo estará listo el humedal artificial, ni cuándo se cumplirá con la obligación de remediar el humedal natural”, enumeró, y repasó que la Universidad Nacional del Comahue -responsable del Estudio de Impacto Ambiental-, indicó que “en el humedal natural se observan valores similares a los informados en sectores de minas de uranio”.
Por su parte, Juan José Paterno, de la misma organización, pidió que antes de una nueva aprobación del EIA “desde el Hospital Zonal Bariloche se programe el correspondiente estudio epidemiológico, a fin de poder contar con la herramienta que permita a Salud Pública el estudio de las diferentes enfermedades o eventos relacionados con la salud”.
Para Paterno, “no es ninguna novedad que la industria nuclear oculta los problemas que la radiación causa en la salud y el medioambiente, y que como complemento se desarrolla bajo la presión de intereses económicos, políticos y sociales creados en torno a ella”.
En una misma línea crítica, Luisa Salazar, representente del pueblo mapuche, aseguró que los vecinos de Pilcaniyeu y Pichileufu “tienen miedo”, y “tratan de no usar agua del río o la saca de arriba”, en relación al lugar de ubicación de la planta.
“La gente está aterrada”, resumió, y se preguntó “¿qué pasará en el futuro con los residuos contaminantes?, ¿los están escondiendo?”.
Recordó que durante la etapa de funcionamiento del Complejo Tecnológico, antes de su suspensión a mediados de los 90, las comunidades originarias se vieron impedidas de entrar a la zona. “¿Y después qué nos dejan?, todo muerto y se van”, planteó, y pidió que “se cumplan las condiciones” de cuidado ambiental y social prometidas.