La continuidad del proyecto minero Cerro Amarillo, el más ambicioso de los que ahora están en la Legislatura, quedó en duda después de que el Senado tomara la decisión de postergar la discusión de la respectiva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) hasta que el IANIGLA defina si el lugar donde se haría la exploración se encuentra comprendida en una zona glacial o periglacial, las cuales están protegidas por ley.

"No se cuál será la decisión de los inversores, no puedo hablar por ellos", reconoció al respecto Eugenio Ponte, gerente comercial de Meryllion Argentina SA, la empresa canadiense que busca explorar zonas de Malargüe en búsqueda de cobre en mayor medida y de otros metales, como molibdeno y oro, en una proporción menor. 

Meryllion impulsa el proyecto desde 2010, pero recién hace unos meses recibió del Gobierno provincial una señal política concreta de respaldo a la minería. A partir de allí el Poder Ejecutivo apuró la presentación de la DIA en la Legislatura y la firma entusiasmó por su parte a la opinión pública con una inversión inicial de 10 millones de dólares y la contratación de unas 100 personas. 

Pero al parecer, ahora todo ha quedado en un punto de inflexión. Ponte se mostró optimista sobre la reapertura de diálogos respecto de la minerí, pero dijo a MDZ Radio que la continuidad del proyecto Cerro Amarillo depende de "los tiempos reales de IANIGLA" (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales) en la elaboración del inventario de glaciares. 

Ricardo Villalba, el científico de IANIGLA que tiene a cargo el inventario, puso como tiempo máximo para terminar el informe 180 días. El problema es que, por cuestiones climáticas, la exploración sólo se puede realizar en una "ventana" que va desde diciembre a marzo y dados los plazos que puso el IANIGLA, es probable que el informe de glaciares no esté listo para la próxima temporada estival. 

Estos plazos podrían demorar la exploración hasta el verano de 2016 y no serían tan importantes si no fuera por un detalle: los tiempos de elaboración del informe del IANIGLA harían que la discusión legislativa de la DIA de Cerro Amarillo se produzca en pleno inicio del año electoral. Y a nadie escapa que, en años electorales, las oscilantes posturas políticas sobre la minería suelen cambiar al ritmo de las encuestas. 

De hecho, Francisco Pérez, el actual gobernador, archivó el proyecto minero San Jorge en 2011 sólo porque podía hacerlo perder las elecciones. Un caso  parecido al de Julio Cobos, quien en 2007, cuando era gobernador y estaba cerca de enfrentar su propio desafío electoral, autorizó la sanción de la ley antiminera 7722. 

¿Nieve o hielo? 

Villalba informó a los legisladores este miércoles que aún no tiene terminado el informe sobre la cuenca del río Grande, lugar en el que su ubica el proyecto Cerro Amarillo. Sin embargo, ilusionó a los promineros con el nivel de avance de ese trabajo. 

En base a esas afirmaciones, Ponte consideró que el IANIGLA demorará menos de seis meses, aunque sostuvo que la empresa ya sabe de antemano que no hay posibilidad de generar un daño ambiental. 

"Sabemos que no hay glaciares, solo tenemos que esperar que esté el inventario", expresó el gerente de Meryllion y contó por qué. Por pedido del Gobierno, la empresa mandó a hacer un informe glaciológico, trabajo que encargó a un consultor. Ese informe privado se incorporó al expediente de Cerro Amarillo hace tiempo, pero en el medio surgió la ley 26639 de defensa de glaciares, que ordena al IANIGLA ocuparse de su preservación. 

En consecuencia, la DIA aprobada por los ministerios de Energía y de Tierras llegó a la Legislatura con una carencia que fue definitoria a la hora de posponer su tratamiento: falta de un informe glaciológico que tuviera validez legal. 

Aunque las gestiones oficiales llegan tarde, el ministro de Tierras, Guillermo Elizalde, señaló en la Legislatura el miércoles que ha solicitado al Gobierno Nacional la realización "urgente" del inventario de glaciares de Río Grande.

En el medio, se instaló el debate entre las partes en pugna por la minería. Ponte reaccionó a una consulta periodística sobre las condiciones del suelo para explorar Cerro Amarillo. "En la zona no hay hielo, hay nieve. Yo no quiero entrar en ese debate, pero en diciembre ya no hay más nieve", aseguró. 

"El entrevistado se puso de inmediato a la defensiva porque si hay hielo permanente es un ambiente glacial o periglacial. Eso es el punto final para el proyecto porque la ley de Glaciares no permite ni exploración ni explotación de esos ambientes", señaló por su parte Eduardo Sosa, de la Red Ambiental Oikos.  

En la reunión de las comisiones de Ambiente e Hidrocarburos y Minería que se realizó esta mañana en el Senado, se decidió avanzar en el estudio de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto Hierro Indio y dejar en "stand by" el de Cerro Amarillo, hasta que se tenga el relevamiento de glaciares en la cuenca del Río Grande. De esta forma, el proyecto de exploración de cobre en el departamento de Malargüe deberá esperar a que el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), tenga el inventario, lo que no se finalizaría antes de marzo del próximo año.

De esta forma se aceptó el pedido del senador de la UCR Alejandro Molero, quien dijo que atentos a la legislación vigente, es mejor esperar a contar con el documento para poder seguir con su análisis, ya que por ahora no se cuenta con todos los antecedentes. La idea fue apoyada por el presidente del bloque del Frente Para la Victoria en el Senado, Fernando Simón, acordándose avanzar por ahora sólo con el proyecto de prospección en busca de Hierro en Malargüe.

De esta forma la discusión, por el único proyecto que puede ser analizado hasta ahora, seguirá el próximo miércoles. Hierro Indio, según los informes de Irrigación y de Ianigla no afecta a los recursos hídricos y está bajo la línea de glaciares, por lo que -a priori- podría avanzar hacia una aprobación.

En tanto, Cerro Amarillo tiene un panorama más complicado, ya que la exploración en la zona donde se pretenden instalar, sólo es accesible durante una ventana de tiempo comprendida entre diciembre y abril, ya que no durante el invierno y sin instalaciones no es posible operar en la zona. De esta forma, y considerando que recién en marzo volverían a estudiar la DIA, es muy probable que -de aprobarse- comience recién en diciembre de 2015 una posible exploración. La intención original era iniciarla este año.

En otro aspecto, desde la Izquierda pusieron reparos en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de cada uno de los proyectos que envió el Gobierno provincial para intentar avanzar con el desarrollo minero, en este caso, en el departamento de Malargüe.