Benito Roggio ambiental inició sus operaciones en el año 1986 a través de la empresa Clima, cuando obtuvo la concesión de la recolección de residuos domiciliarios de la Ciudad de Córdoba, Argentina.
A partir de ese momento, desarrolló un crecimiento sostenido ampliando sus prestaciones a otras ciudades de la Argentina bajo el nombre de Cliba y a demás países de la región, como así también generando empresas especializadas en los diferentes servicios ambientales.