En un mensaje rotundo al personal de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, el veterano titular del banco estadounidense, rompió con el gobierno de Trump por su controvertido intento para restringir la inmigración. El mensaje grabado, enviado el domingo a los 34.400 empleados de la firma, enfrenta a Blankfein contra una administración repleta de veteranos de Goldman Sachs Group Inc., entre ellos su lugarteniente, Gary Cohn, y Steven Bannon, asesor clave de Trump.
En un mensaje rotundo al personal de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, el veterano titular del banco estadounidense, rompió con el gobierno de Trump por su controvertido intento para restringir la inmigración. El mensaje grabado, enviado el domingo a los 34.400 empleados de la firma, enfrenta a Blankfein contra una administración repleta de veteranos de Goldman Sachs Group Inc., entre ellos su lugarteniente, Gary Cohn, y Steven Bannon, asesor clave de Trump.
Blankfein dijo a empleados que la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que fue parcialmente bloqueada por tribunales federales, se contradice con políticas de vieja data de la firma sobre la diversidad de su fuerza laboral y podría trastornar el negocio de Goldman Sachs. “Esta no es una política que apoyamos”, dijo el presidente ejecutivo.
Blankfein sumó su voz a un creciente coro de ejecutivos, principalmente del sector de la tecnología, que expresaron malestar acerca de la orden que frenó la migración a Estados Unidos de siete países de Medio Oriente. Sundar Pichai, presidente ejecutivo de Google Inc., criticó la medida de Trump en un mensaje a empleados el viernes, en tanto Microsoft Inc. el domingo calificó la orden de “errada y un fundamental paso hacia atrás”.
Las declaraciones de Blankfein colocan a Goldman Sachs, una de las firmas más influyentes de Wall Street, en la inusual postura de oponerse a una medida distintiva de la nueva administración. Desde que el expresidente del directorio de la empresa Sidney Weinberg se desempeñara en la función pública en Washington durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, ejecutivos de la firma han servido en el gobierno estadounidense, ganándose el apodo de ‘Gobierno Sachs’. Rara vez adopta una postura pública en contra de un presidente en ejercicio del poder.
Otras firmas de Wall Street adoptaron una postura más moderada. El comité de operaciones de JPMorgan Chase & Co., encabezado por el presidente ejecutivo, Jamie Dimon, dijo en un memorando al personal el domingo que está “agradecido por la dura labor y los sacrificios que se hacen para mantener seguro nuestro país”, y que el país estaba “fortalecido por la rica diversidad del mundo a nuestro alrededor”. No expresó una opinión sobre la medida.
Wells Fargo & Co. y Morgan Stanley dijeron que estaban monitoreando el impacto de la prohibición sobre sus empleados. Bank of America Corp. y Citigroup Inc. se negaron a hacer comentarios.
Blankfein puede haber sentido que tenía que hablar: la firma fue fundada en 1869 por Marcus Goldman, inmigrante judío alemán. Y como buena parte de Wall Street y el mundo corporativo de EE.UU., Goldman Sachs sigue contando con empleados que no nacieron en el país. También se ha estado posicionando cada vez más como una firma de tecnología.
“Si la orden se vuelve o se mantiene efectiva, reconozco el potencial de disrupción para la firma, y especialmente para alguna de nuestra gente y sus familias”, dijo Blankfein, de 62 años, en el mensaje grabado. “Quiero asegurarles que procuraremos minimizar tal disrupción en la medida en que podamos dentro de la ley y que estamos concentrados en apoyar a nuestros colegas y sus familias, que pueden ser afectados”.
La orden de Trump impide el ingreso de personas de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen a EE.UU. por los próximos tres meses.
