Una baja de la actividad, provocada por dos años de bajos precios, ayudó a que los productores estadounidenses de esquisto se volvieran más eficientes y adoptaran con mayor rapidez tecnologías que les permiten competir con los sistemas tradicionales.
Los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos están volcando efectivo, plataformas y trabajadores por una moderada confianza en que el sector ha dado vuelta la página tras la elección de Donald Trump como presidente y señales de que la OPEP podría recortar su producción.
Una baja de la actividad, provocada por dos años de bajos precios, ayudó a que los productores estadounidenses de esquisto se volvieran más eficientes y adoptaran con mayor rapidez tecnologías que les permiten competir con los sistemas tradicionales.
"Estamos comenzado a ver un poco de luz al final del túnel", dijo Ryan Lance, presidente de ConocoPhillips, el mayor productor independiente de petróleo en Estados Unidos, durante una entrevista la semana pasada. "Cautamente, estamos volviendo a poner capital a trabajar".
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tiene que trabajar los detalles de un acuerdo para recortar o congelar producción, específicamente qué significará para cada miembro. Pero un acuerdo provisional sugiere que Arabia Saudita desea terminar con dos años de guerra en el mercado, lo que incita a los productores estadounidenses a la acción.
La cantidad de plataformas petroleras ha crecido un 6 por ciento desde que la OPEP llegó a un acuerdo preliminar el septiembre, según la firma de análisis NavPort.
Además, la victoria de Trump trae a la Casa Blanca a un defensor del sector del petróleo y el gas, que eliminaría regulaciones y alentaría el desarrollo de la nueva industria de la energía.
Occidental Petroleum Corp, Chevron Corp, Pioneer Natural Resources Co y ConocoPhillips están entre las empresas que han aumentado sus plataformas o se preparan para hacerlo.