DANIEL LOZANO
Cientos de motorizados, sedientos de nafta, han roto la cuarentena en Valencia , la tercera ciudad del país en un nuevo capítulo del Mad Max bolivariano. Los vídeos y las imágenes de lo que acontece a estas horas en el distribuidor San Blas han vencido una vez más la fuerte censura gubernamental para retratar la realidad del país con mayores reservas de petróleo del planeta: no hay combustible.
La desesperación es tal, que algo parecido a un hormiguero de motos, sin respetar ninguna de las normas de la cuarentena, se concentró en los alrededores de una estación de servicio a las afueras de la capital de Carabobo ante los rumores de que una cisterna de combustible iba a llegar. No sucedió.
"Desde hace semanas mantenemos reuniones con los jefes militares, que nos han advertido que la escasez de gasolina va para largo. Hay muy poca y debe ser dirigida a quienes ellos consideran imprescindibles, como fuerzas de seguridad y la gente del gobierno. Estamos ante un colapso", precisa para LA NACIÓN el dueño de una estación de Valencia, quien prefiere mantenerse en el anonimato.
Ni en Valencia, ni en Caracas ni en Barquisimeto, mucho menos en el resto del país. Tampoco en los estados fronterizos, que luchan contra el racionamiento desde hace dos años. Hasta el personal sanitario se encuentra con una montaña de obstáculos para cargar con combustible sus vehículos y acudir a proteger a sus conciudadanos. Venezuela está seca, de agua pero también de gasolina. El 89% de los venezolanos denuncian que en sus estados no hay gasolina , según la Encuesta Nacional de Impacto Covid-19, realizada por expertos elegidos por el Parlamento.
Ni siquiera los productores pueden llevar sus frutas y verduras a los mercados , lo que repercute directamente en los precios y en la escasez de ciertos productos. Los enfermos crónicos tampoco pueden acudir a sus diálisis o tratamientos.
En esta foto de archivo tomada el 2 de abril de 2020, las personas usan mascarillas en un mercado como medida preventiva contra la propagación del nuevo coronavirus, en el barrio de Petare en Caracas. Fuente: AFP
Las colas se multiplican por todo el país, entre protestas y junto a peleas y discusiones, no importa si son militares contra policías. En Guárico una multitud corrió a un grupo de guardias nacionales. Las detenciones de quienes revenden en dólares la poca nafta que hay acaparan los medios oficiales, pese a que estas prácticas son conocidas desde que hace 13 meses se produjera el primer gran apagón nacional. En el mercado negro se venden 20 litros de gasolina en un precio entre 20 y 30 dólares americanos .
"Estamos trabajando todos los días para resolver lo del combustible y para que hayan buenas señales las semanas que están por venir", prometió el domingo Nicolás Maduro en una de sus declaraciones televisivas. En paralelo, un cargo militar avisaba en Barinas, megáfono en mano, que no había ni una gota para la multitud que esperaba.
Una de las esperanzas del gobierno es la puesta en marcha de la refinería El Palito, paralizada durante años y con capacidad para producir 80.000 barriles al día . "Después de tanto tiempo con El Palito parado no será tan rápido que produzca gasolina. Estaría más pendiente de que lleguen barcos cargados, porque sin combustible en breve no es el gobierno el que se va a parar, sino la vida de mucha gente en medio de la pandemia", respondió el politólogo Luis Vicente León, presidente de Datanálísis.
"El problema más grave ahora es el combustible, no el coronavirus" , advirtió el vocero de Fedeagro, la patronal de los agricultores.
¿Por qué Venezuela carece de combustible en el peor momento posible? "La razón de la falta de gasolina es que el chavismo destrozó las refinerías y ahora quiere culpar a un supuesto bloqueo naval", desveló el diputado José Guerra, que opina lo mismo que el antiguo zar del petróleo, Rafael Ramírez, exiliado hoy en Italia.
"El colapso del sistema nacional de refinación es total, con una caída del 84% con respecto a la producción de 2014. Por lo tanto, el gobierno no puede atender el mercado interno porque ante la ausencia de producción en el país debe recurrir a las importaciones , lo cual es insostenible en medio de la grave crisis política, económica y de gobernabilidad que nos afecta", añadió Ramírez.
En esta foto de archivo tomada el 2 de abril de 2020, los trabajadores municipales desinfectan las calles durante una campaña de limpieza como medida preventiva contra la propagación del nuevo coronavirus. Fuente: AFP
En 2013, comienzo de la presidencia de Maduro, Venezuela consumía 400.000 barriles diarios. El descalabro económico redujo a 140.000 barriles en este año, pero en los primeros días de la pandemia ya sólo se contabilizaban 30.000 por día .
Para mayor inri revolucionario, la salida de Venezuela de la petrolera rusa Rosfnet ha dificultado aún más si cabe la importación del combustible. En la ecuación bolivariana también han fallado el desplome de los precios del crudo y las sanciones económicas , junto a los "regalos" de combustible que, pese a todo, se siguen realizando a Cuba. Sin olvidar el contrabando de gasolina que desde hace años desaparece millones de litros ante los ojos del gobierno.