Varias toneladas de oro que el Gobierno de Venezuela había entregado a Citigroup como garantía de un préstamo de 1.600 millones de dólares serán vendidas por el banco estadounidense, después de que haya expirado el plazo del que disponía el Ejecutivo de Maduro para devolverlo.
Según publica la agencia Reuters, el oro que había sido entregado por el Gobierno de Maduro a Citigroup en concepto de garantía de un préstamo por valor de 1.600 millones de dólares, destinado a la compra de alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad, ha quedado definitivamente en manos del banco estadounidense, tras expirar el plazo para la devolución del mismo.
Esto supone un importante revés para el Gobierno bolivariano, que está recurriendo a las reservas de oro del país para aliviar la grave situación económica. Desde 2014, Venezuela había contratado diversas operaciones denominadas swaps con entidades financieras internacionales como la propia Citigroup o Deutsche Bank, para obtener la liquidez necesaria, ya que el desplome del precio del petróleo supuso una reducción en sus ingresos.
Para realizar estas operaciones, el Gobierno venezolano cedía parte de sus reservas de oro a la entidad financiera como garantía para la devolución del préstamo. Sin embargo, en varias ocasiones le ha sido imposible devolver el préstamo, por lo que el oro ha pasado a manos de los bancos.
En el caso concreto de la operación con Citigroup, firmada en el año 2015, Venezuela se comprometió a devolver 1.100 millones de dólares para el 11 de marzo, según fuentes conocedoras de la operación, aludidas por Reuters. El resto del préstamo debía devolverse el año que viene.
Al no haber recibido el pago, Citigroup va a disponer del oro entregado como garantía, cuyo valor de mercado actual es de unos 1.358 millones de dólares, para recuperar el primer pago del préstamo, y depositará los 258 millones de dólares sobrantes en una cuenta bancaria en Nueva York.
La capacidad de Venezuela para devolver los préstamos solicitados se ha visto complicada por la grave situación económica que atraviesa el país, además de por las sanciones financieras impuestas por los Estados Unidos y algunos países europeos.
Políticamente, la situación del Gobierno de Maduro es también complicada, ya que buena parte de los países occidentales considera que la reelección del propio Maduro en 2018 para otros seis años de mandato fue fraudulenta y han reconocido como presidente legítimo de Venezuela al líder de la oposición Juan Guaidó.
El equipo de Guaidó está tratando de congelar las cuentas bancarias y el oro que Venezuela tiene depositado en el exterior, la mayor parte del cual se encuentra en las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra.
A finales de 2018, el Banco Central de Venezuela tuvo que pagar alrededor de 700 millones de dólares a Deutsche Bank para recuperar la propiedad de parte del oro que había utilizado como garantía para obtener un préstamo.
Sin embargo, el oro permaneció depositado en el Banco de Inglaterra, ante las dudas sobre si su devolución suponía violar el bloque decretado por los Estados Unidos sobre el comercio de oro con Venezuela.
Desde la oposición venezolana están trabajando para renegociar la deuda de Venezuela e impedir que los acreedores emprendan posibles acciones hostiles. Según sus cálculos, el país tiene que devolver alrededor de 200.000 millones de dólares.