A propósito de Venezuela, que todos los días da al mundo nuevas noticias. Impresionante informe in situ de la realidad de sus extracciones de oro. Miles de mineros ilegales, regenteados por las mafias, ''el sindicato'', a punta de pistola, explotan el mineral depredando sin piedad el medio ambiente.
En el país caribeño todos saben como es esto, pero el gobierno de Nicolás Maduro propala oficialmente que los 6 gramos por tonelada (un ratio que envidian todas las minas del mundo) de Las Cristinas, proviene de explotaciones reguladas y de una inversión extranjera inexistente. Salvo la canadiense Gold Reserve, que tras el acuerdo millonario con el chavismo, ha prestado su nombre a la mascarada del oro sucio del Orinoco.
Vale la pena, aunque impresione este Macondo, ver y oir la historia de crimenes y miserias que muestra impecablemente la televisión chilena.