El presidente de la Red Eclesial Pan-Amazónica, Mgr. José Ángel Divasson, presentó la posición de la Iglesia Católica con respecto a la explotación de los recursos minerales en la región sureste de Guayana en Venezuela.
Divasson, quien también es el vicario apostólico de la ciudad amazónica de Puerto Ayacucho, dijo que no solo la iglesia sino el mundo entero están preocupados por la degradación ambiental que las actividades mineras no reguladas están causando en los estados de Bolívar y Amazonas. También dijo que la supervivencia de las comunidades indígenas está en riesgo.
Las dos provincias albergan el llamado Arco Minero de la Zona Estratégica de Desarrollo Nacional del Río Orinoco, un área de concesión de 111.843 Km2 (12,2% de la masa continental del país) para la extracción de oro, diamantes, mineral de hierro, cobre, bauxita, coltán, entre otros. otros recursos. La creación de Arc ha sido controvertida desde que se anunció en 2016.
En el evento de hoy, el sacerdote se unió a otro miembro de la Red Eclesial Pan-Amazónica, Héctor Escandel, quien dijo que Venezuela se está moviendo hacia un 'modelo de desarrollo de depredadores' en el cual las medidas económicas apuntan a extraer recursos de manera descontrolada solo por en aras de acumular riquezas para los ricos. Según Escandel, ese modelo crea más pobreza y exclusión y debe ser aniquilado.
Portavoces de organizaciones ambientalistas y de derechos humanos que también estuvieron presentes en el evento de prensa se apoderaron del micrófono y denunciaron que los pueblos indígenas que viven en áreas donde se está extrayendo minerales han sido víctimas de violacionesreiteradas de los derechos humanos y que las autoridades, en lugar de ayudarlos, el ojo ciego o tomar represalias.
"Más allá de los discursos utópicos, la concesión de nuevas concesiones y la creciente presencia tanto de individuos como de grupos enteros que operan ilegalmente han expandido las áreas donde se está llevando a cabo la minería. En muchos casos, esto se hace destruyendo el medio ambiente natural ", dijo María Elena Febres, presidenta del Consejo Nacional de Laicos de Venezuela.
Febres agregó que las comunicaciones oficiales que presentan proyectos en el Arco Minero como la solución a los problemas nacionales no han sido acompañadas por informes de desempeño.
A principios de este mes, el ex candidato presidencial, Andrés Velásquez, también dijo que el frágil ecosistema de la región de Guayana ha sido "atacado sin compasión".
Venezuela está atravesando una severa crisis económica. El PIB ha caído un 40% en los últimos tres años, la inflación anual ha llegado al 6,147% y ocho de cada 10 personas viven en pobreza crónica o severa. Esta situación lleva a muchos a trabajar ilegalmente en las minas a cualquier costo.
Mientras tanto, el gobierno de Nicolás Maduro ve a la región sur como el faro de la salvación, dado que el petróleo no está generando los ingresos deseados para el país anteriormente conocido como "el saudí de América Latina".