La agencia informó que en el país se redujo la producción en febrero a 1,55 millones de barriles diarios
La situación de inestabilidad de Venezuela y el riesgo de que se acelere el descenso de su producción de crudo son para la Agencia Internacional de la Energía (AIE) el principal factor de riesgo de déficit en un mercado petrolero que, pese a todo, da cada vez más signos de que se equilibra.
En su informe mensual publicado este jueves, la AIE revisó ligeramente al alza sus previsiones sobre la demanda global de petróleo para este año hasta 99,3 millones de barriles diarios, lo que significa un crecimiento de 1,5 millones de barriles diarios más que en 2017 y 90.000 más de lo que había anticipado en febrero.
Ese incremento se explica por un consumo superior en 240.000 barriles diarios al esperado en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y en particular en Polonia, Turquía, Estados Unidos y Japón.
Por el contrario, los autores del estudio corrigieron a la baja sus expectativas sobre la demanda al margen de la OCDE, sobre todo en Pakistán, Rusia y varios países de Oriente Medio, donde se está sustituyendo el petróleo por el gas para la generación de electricidad.
Por la parte de la oferta, subrayaron que "el mayor factor de riesgo es, y parece que seguirá siendo, Venezuela", que según sus cifras volvió a reducir su producción en febrero en 60.000 barriles diarios, para quedar en 1,55 millones de barriles diarios.
De hecho, la AIE considera que la situación allí es "claramente vulnerable a una aceleración del declive" y que sin un cambio de otros productores que compense esa posible evolución, Venezuela "podría ser el elemento final que incline el mercado de forma decisiva hacia el déficit".
Más allá de la incertidumbre sobre ese país latinoamericano, la agencia no ha modificado sus expectativas sobre la producción de crudo para 2018, y en particular en lo que respecta al principal protagonista, Estados Unidos, que incrementará la suya en 1,3 millones de barriles diarios gracias sobre todo a los yacimientos de esquisto.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) bombeó 32,10 millones de barriles diarios en febrero, frente a los 32,17 de enero, un cambio que se explica mayormente por Venezuela.
La agencia, que reúne a los grandes consumidores de energía miembros de la OCDE, calcula que la producción del cártel petrolero se mantendrá estable en el conjunto de 2018, a expensas de lo que pueda ocurrir en Venezuela y, en menor medida, en otros dos países sometidos a una situación de inestabilidad, Libia y Nigeria.
En febrero, la OPEP cumplió con creces sus compromisos de reducción de la cantidad de crudo que sacan a la venta para equilibrar el mercado, al 147%.
Y sin el bajón de la aportación de Venezuela respecto a sus propios objetivos ese porcentaje habría estado en torno al 100%.
El país no logra parar el desplome de su principal industria, Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Las estadísticas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) muestran que febrero fue uno de los peores meses para la estatal, pues vio recortar 183 mil barriles diarios (bd) su producción, lo que supone una merma de 10,3% de su capacidad de bombeo.
El informe del bloque energético indica que la cifras corresponden a fuentes directas de la industria, las cuales señalaron que la extracción de hidrocarburo cerró en 1,586 millones de barriles por día (bd), cuando en enero se situó en 1,769 millones de bd.
El mismo dato de fuentes secundarias a Pdvsa arroja que la caída fue de 52 mil 400 bd el mes pasado. El registro es inferior, debido a que los informes alternos ubicaron la producción de ese lapso en 1.691 millones de bd, con lo cual es mucho más baja que la reportada por la empresa (1,76 mbd).
Para entender el alcance de los números y de la actual crisis de la estatal hay que recurrir a los históricos, pues el país no registraba a un nivel de bombeo tan bajo como el de febrero desde 1950, es decir, que debieron transcurrir casi 70 años, para que Pdvsa no sólo no lograra mantener su capacidad productiva, sino que prácticamente la redujera a la mitad, pues en 1998 extraía 3,5 millones de bd.
El comportamiento de las estadísticas no deja lugar a dudas sobre los graves problemas que enfrenta la petrolera. En enero de 2017 producía 2,250 millones de barriles por día, con lo cual acumuló una pérdida diaria de 178 mil barriles el año pasado, mientras que en los últimos tres años la merma alcanza 1,273 millones de barriles.
Conocidas las cifras, el economista y experto petrolero, Luis Oliveros, fustigó que “el gobierno de (Nicolás) Maduro es incapaz de cambiar la tendencia declinante de la producción petrolera venezolana”, lo que a su juicio “hace que la recuperación económica sea imposible con ellos”.
Advirtió que el reporte de producción de la Opep desnuda “no sólo una catástrofe en la industria (de crudo), sino que la crisis económica empeorará”, mientras que a su juicio la promesa del jefe de Estado de elevar en 700 mil bd el bombeo para junio “es otra mentira más”.
Para poner en perspectiva la severa disminución de la extracción de crudo, Oliveros apuntó que cuando Hugo Chávez asumió el poder en 1999, Venezuela producía más de 50 barriles por habitante al año, pero tras 19 años de su modelo político, hoy apenas se generan 17 barriles per cápita.
Atendiendo el entorno contractivo, el ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa, Manuel Quevedo, señaló que trabajan en fortalecer alianzas con los socios de las empresas mixtas y otros negocios para lograr aumentar la producción a 2 millones 472 mil barriles por día este año.
