Alvaro Rios Roca*
¿Que tendrá que hacer Venezuela tarde o temprano para salir de la profunda crisis económica, financiera y social en la que se encuentra? Esto en un país que depende aproximadamente en 90% de exportaciones de petróleo y derivados, que produce casi nada y que importa básicamente todo.
La única solución pragmática para pagar deuda y enderezar la economía es privatizar parte o gran parte de esta industria, que además va cuesta abajo y no se ven signos sobre cómo recuperarla. Pero lo que observamos, es que la privatización o repartija de Pdvsa ya empezó aun antes de tomarse una decisión formal a este respecto y que analizamos más adelante.
Pdvsa va en picada y su repunte es extremadamente complicado. La producción de petróleo cayó estrepitosamente del 2006 al 2017 de 2,9 a 1,96 millones de barriles día (mmbbd).
Las exportaciones de crudo también bajaron notablemente (2006-2017) de 2,21 a 1,54 mmbbd. Las exportaciones de derivados de petróleo se desplomaron en el mismo periodo de 0,765 a 0,298 mmbbd.
Venezuela depende casi totalmente de estas exportaciones y con las cuales debe mantener una tajada importante de las necesidades del Estado. Si sumamos la caída de precios del petróleo desde el 2014, la situación resulta calamitosa y se concreta en la crisis humanitaria que se ha desatado.
Sólo hace 12 ó 15 años atrás Venezuela ofrecía petróleo rebajado y a crédito a varios países bajo el lema de integración Latinoamericana; regalaba o hacia trueque por asistencia política (creo que aún lo hace) con aproximadamente 100.000 bbd a Cuba; ofrecía financiar y construir gasoductos en las costas de América Latina (Petroamerica, Petrosur, Petrocaribe, etc.); llegaba a los países con Pdvsa llena de plata ofreciendo frondosas inversiones en el rubro de los hidrocarburos.
Lastimosamente hoy no tiene recursos ni para importar alimentos y medicinas que no produce y su gente sale huyendo y pidiendo asilo en casi todos los países del nuestra región (excepto Cuba por supuesto).
En este escenario, la deuda total de Venezuela se estima en US$ 120.000 millones y de tiempo en tiempo, hace un "default selectivo" cuidando de cubrir sobre todo los bonos de Pdvsa y del Estado para no caer en default total. Sin embargo, tiene una serie de otras obligaciones que no cumple y que explicamos a continuación.
Tiene una frondosa deuda que acumula con varias empresas operadoras socias de Pdvsa, a las cuales les paga poco o nada por producción que se realiza y que tarde o temprano tendrá que honrar.
Éstas saben que, tarde o temprano, algo sucederá y que alguien tendrá que honrar estas deudas acumuladas. Obviamente no podrán pagarles en efectivo, pero podrán quedarse con reservas de petróleo o gas bajo la tierra o activos en infraestructura que negociaran en inmejorables condiciones. Por eso es que todas se mantienen ahí agazapadas, con nulas o escasas inversiones y con campos en declinación. Se conoce que la deuda con uno solo de estos acreedores es de aproximadamente US$ 4.000 millones.
Pdvsa mantiene elevada deuda con empresas de servicios petroleros que se estima en US$ 24.000 millones. Desde hace algún tiempo, si no se paga en efectivo no se hace el servicio y las facilidades de producción están quedando en estado deplorable y la producción sigue cayendo. No hay cómo levantar la industria base de Venezuela. ¿Cómo cobrarán? Probablemente también con reservas o activos de Pdvsa.
Una empresa, se hizo ya dueña de dos activos de gas natural para desarrollarlos sin restricciones a cambio del pago de un bono con vencimiento. Se ha entregado el 50% de Citgo, la empresa de refinación y comercialización en USA y otros países de Pdvsa a cambio de pago de deuda. Ahora se ha desatado un desenlace diplomático entre Rusia y USA por este 50%. Y así hay mucho por ejemplo en la relación con China y sus empresas que también tiene un ojo puesto en varios activos y reservas cuando las deudas no se paguen.
¿No es todo esto ya del principio de una privatización encubierta y en plena desesperación? Ya existe una semiprivatización o repartija de Pdvsa anticipada y, en breve, vendrá más, como hemos explicado de acreedores que esperan pacientemente. Probablemente se entregarán activos adicionales cuando se trate de enderezar la economía del país.
Venezuela es ejemplo de una inexplicable manera de destruir valor en una industria, afectándola con extrema politización, corrupción e ineptitud. Es para un caso de estudio.
*Álvaro Ríos Roca, ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual Director de Gas Energy Latin America