WANG WEI *
La cooperación entre China y la Argentina, al igual que el desarrollo y la prosperidad global, tendrán un fuerte impulso a partir de la profundización integral de la reforma de China, anunciada durante la reciente Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).
En un mundo de destino compartido, la nueva señal de apertura al exterior de China no sólo contribuirá a su desarrollo de alta calidad, sino que también aportará innumerables beneficios a países de todo el planeta.
Para comprender la magnitud de este proceso es importante recorrer los logros y prácticas de la reforma y la apertura en China, hitos históricos que fueron especialmente resumidos durante la sesión plenaria que se celebró a mediados de julio en Beijing:
A lo largo de la última década de la denominada Nueva Era, China ganó la mayor batalla contra la pobreza de la historia de la humanidad y aumentó su esperanza de vida a 78,2 años, además de construir los sistemas de educación, de salud y de seguridad social más grandes del mundo, y desarrollar las autopistas y redes de ferrocarriles de alta velocidad más extensas del planeta.
La economía china mantuvo un buen ritmo de desarrollo, tanto en cantidad como en calidad, en un contexto mundial que se ha caracterizado por su insuficiente crecimiento.
La cuota de China en la economía mundial subió del 12,3% a casi el 18% mientras el índice de innovación global de China pasó del puesto 35 al 12 y las ventas de vehículos de nueva energía representan casi el 65% de las ventas mundiales en 2023.
El Producto Bruto Interno (PBI) aumentó un 5% interanual durante la primera mitad de 2024, en un porcentaje que coincidió con las últimas previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la totalidad del corriente año.
La escala de importaciones y exportaciones creció un 6,1% interanual, la inversión china en el exterior se ubicó entre las tres primeras del mundo durante 11 años consecutivos y el comercio de bienes lideró el ranking global durante 7 años seguidos.
Todos estos trascendentales logros fueron producto de la reforma y la apertura, que han sido considerados la fuente de vitalidad para el desarrollo y el progreso de la China contemporánea, y el “secreto mágico” para que el pueblo chino alcance el ritmo de avance de los tiempos.
Durante la sesión plenaria, se decidió profundizar de manera integral la reforma, con la meta principal de seguir mejorando el sistema socialista con peculiaridades chinas, promover la modernización del sistema y la capacidad de gobernanza del país. Ante nuevas circunstancias y nuevos problemas, a partir de necesidades pragmáticas y prácticas pilotos, también se presentaron diversas iniciativas para perfeccionar la Economía de Mercado Socialista e impulsar la política democrática, la cultura avanzada, la sociedad armoniosa y la civilización ecológica en una forma sistemática y coordinada , para que pueda irrumpir toda la vitalidad del trabajo, el conocimiento, la tecnología, la gestión y el capital en la creación de una riqueza social que permita beneficiar a todo el pueblo, además de construir una nación fuerte.
En este contexto, es importante destacar que la modernización china siempre siguió - y seguirá - el camino del desarrollo pacífico. China aboga por una equitativa y ordenada multipolarización mundial y una globalización económica de beneficio general e inclusión. También promueve la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad y traduce a acciones concretas la Iniciativa Global para el Desarrollo, la Iniciativa Global para la Seguridad y la Iniciativa Global para la Civilización.
Más de 300 iniciativas de reforma se presentaron en la sesión plenaria del PCCh, señalando no sólo el camino del desarrollo de China, proporcionando una ventana que ayude a comprender los alcances de la modernización china, sino también ofreciendo enormes oportunidades para que el mundo pueda disfrutar de sus beneficios.
Como se destacó en la sesión plenaria, una de las cuestiones centrales de la reforma es abordar la relación entre un Estado que debe desempeñar mejor sus funciones y un mercado que debe jugar un papel decisivo en la asignación de recursos.
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* Embajador de la República Popular China en la Argentina