HERNÁN MANDARÁ *
A pesar de las marchas y contramarchas de los últimos años por los problemas de la macroeconomía nacional de las constantes incertidumbres mundiales, lo cierto es que la industria energética de continúa siendo un importante foco de atracción de inversiones y los es por diferentes razones, entre las cuales se destacan: 1) el desarrollo de energías limpias y su potencial a través del Programa RENOVAR (Ley 26.190); 2) la explotación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta en Neuquén; y 3) el desarrollo de las explotaciones mineras de creciente demanda mundial como litio, cobre, plata y oro.
Este incremento de inversiones trae asociado un mayor grado de complejidad administrativa a la hora de liquidar impuestos debido al gran volumen de información que deben administrar las empresas. Adicionalmente, los requerimientos de la AFIP para dar cumplimiento a las obligaciones tributarias y acceder a beneficios fiscales ha ido en aumento y actualmente se impone la necesidad de contar con un detalle pormenorizado de cada una de las inversiones aportando una importante cantidad de datos relacionados a las mismas.
A modo de ejemplo, para calcular la amortización impositiva de los bienes de uso se requiere contar con la siguiente información:
+ Fecha de alta como Obra en Curso.
+ Fecha de alta como Rubro definitivo
+ Diferenciar los bienes adquiridos con anterioridad a enero de 2018 que no son susceptibles de ser ajustados por inflación, con excepción de aquellos que se hayan incluido en el Revalúo Impositivo de la Ley 27430
+ Determinar el cálculo del Ajuste por Inflación de cada una de las inversiones año a año.
+ Especificar las amortizaciones impositivas actualizadas.
+ En el caso de la industria petrolera y minera, al aplicarse un sistema de amortización por curva de agotamiento, se deberá contar con la producción del año y las reservas de cada uno de los yacimientos.
Por otro lado, en el caso de solicitar Recupero de IVA por algunos de regímenes vigentes es necesario aportar el detalle de cada uno de los comprobantes de las inversiones realizadas, así como el seguimiento de su registración contable.
Ante un escenario con importantes volúmenes de inversiones y una creciente demanda de información por parte de las autoridades de contralor, es necesario que los departamentos de impuestos de las empresas estén en preparados y atentos a nuevos cambios en el sistema, y cuenten con sistemas potentes y actualizados que permitan dar cumplimiento a todos esos requisitos y obligaciones tributarias.
Estas automatizaciones permiten a los equipos de impuestos: a) obtener una mayor calidad de información; b) disminuir los tiempos de dedicación a tareas sin valor agregado; c) ahorros de tiempos; c) focalizarse en el planeamiento fiscal; y c) eliminar la posibilidad de errores
Un sistema de esas características facilitaría el cumplimiento de obligaciones informativas y prevendría la realización de cálculos erróneos que generarían contingencias e inclusive la imposibilidad de acceder a beneficios fiscales.
La tecnología viene aportando herramientas sumamente útiles que permiten automatizar procesos que facilitan las tareas y previenen errores que pueden tener un alto costo económico para la empresa. Son soluciones informáticas flexibles y adaptables a los procesos de información de cada empresa y que, además, son controladas administradas desde las mismas organizaciones.
La gestión de los impuestos en una empresa es más que un acto administrativo, su correcta administración tiene un impacto directo en el funcionamiento interno y en los resultados económicos de la organización.
En este sentido, la tecnología se ha transformado hoy en una aliada estratégica que permite optimizar procesos y estar mejor integrados interna y externamente. -
* Socio Tax & Legal KPMG Argentina