ÁLVARO RÍOS ROCA *
Vaca Muerta es un shale de clase mundial para gas natural y petróleo liviano no solo por sus abundantes recursos existentes, sino por la productividad que se obtiene de su geología. Aproximadamente una decena de empresas argentinas e internacionales, a la cabeza de YPF, han probado varias áreas (sweetspots) dentro del shale con desarrollos completos (factory drilling) y con pozos piloto para desarrollos futuros. Están preparados para llegar al mercado muy competitivamente.
Los resultados obtenidos a nivel de productividad y con cada vez menores costos de inversión son parte del eje de esta consolidación. Excelente fusión de geología con las mejores prácticas de ciencia e ingeniería.
Lo anterior permite a los operadores producir gas natural y petróleo a bajo costo no solo para abastecer su mercado interno, sino para llegar a mercados regionales e internacionales. La contractualización del mercado interno de gas natural hasta el 2028 con el Plangas ha logrado precios muy competitivos de 3.30 a 3.90 USD/MMBTU a la entrada del sistema de transporte. Es decir, la Argentina gozará de un gas competitivo por varias décadas. Recordemos que de otras tenía que importarlo vía GNL o de Bolivia a precios entre 3 a 10 veces más. Gran ahorro de dólares en importaciones
Uno de los grandes escollos a vencer para esta ansiada consolidación en Vaca Muerta era que no existían oleoductos y gasoductos para evacuar el petróleo y gas natural hacia los mercados. Con una macroeconomía menos compleja, el sector privado podría haber asumido todo ese rol de desarrollo de infraestructura que, por ahora, en gran parte lo tiene que asumir el Estado, que –como todos conocemos– está muy escaso de dólares.
En varias entregas durante este 2022 opinábamos sobre esta temática y que para este año que se nos fue, se puede decir que Vaca Muerta se consolida como un gran proveedor y exportador de petróleo y gas natural.
Se están expandiendo dos oleoductos para evacuar petróleo y líquidos desde Vaca Muerta de la mano del sector privado. El Oldeval y Otasa que hasta finales de 2024 permitirán apoyar a evacuar al mercado interno y de exportación aproximadamente 800,000 a 850,000 BBL/día. Resultado, un cumulo de divisas que comenzaran a fluir al país.
La fase 1 de la construcción del Sistema de Gasoductos Transport.Ar ya está en marcha de la mano del Estado y entre junio a agosto del 2023 se podrán evacuar 11 MMMCD adicionales. Con la compresión prevista y en marchas hacia el periodo septiembre-octubre de 2023 se tendrán 11 MMMCD adicionales. Un incremento total de 22 MMMCD hasta finales del 2023.
Se están finalizando de concretar 689 MMMUSD de financiamiento del BNDS con Brasil de la Fase II, que permitirá construir otros gasoductos con la intención de llegar al norte del país y, durante 2023 y 2024, la reversión de algunas estaciones de compresión del Gasoducto TGN. Todo esto porque el suministro desde la cuenca neuquina y desde Bolivia hace aguas. Este 2023 se entiende que solo habrá cerca de 6 MMMCD para entrega en invierno al país del tango desde Bolivia, a no ser que se haga alguna magia. El contrato entre ambas empresas fenece el 2024.
Los beneficios de lo logrado con Vaca son innumerables no solo para Argentina, sino para el Cono Sur. Podemos puntualizar:
+ Substituir cuantiosas importaciones de GNL con proyecciones de precios muy altos en los próximos años. Se estima que la balanza energética argentina va a dar cerca de 5.000 Millones de dólares de déficit.
+ Reemplazar combustibles líquidos actualmente utilizados en las centrales térmicas con gas natural.
+ Confrontar la muy fuerte declinación de gas natural en la cuenca Noroeste de Argentina y los campos productores de Bolivia, que pueden generar además desabastecimiento.
+ Llegar con capacidad para abastecer a los grandes centros de consumo en Argentina, incluyendo el complejo petroquímico de Bahía Blanca para su ampliación.
+ Viabilizar la exportación de gas natural a países limítrofes (Chile, Uruguay) y Brasil con infraestructura existente en Bolivia y poder reemplazar algo de carbón y cuantiosas importaciones de GNL en Brasil y Chile.
+ Lograr escala y poder producir GNL para mercado interno y de exportaciones regionales y mundiales, tan apetecidas en los próximos años.
+ Gestar producción adicional de petróleo y líquidos asociados al gas natural que pueden destinarse al mercado interno y la exportación, generando importantes divisas.
+ Generar miles de puestos de trabajo directos e indirectos.
+ Beneficios de regalías para las provincias productoras.
Podríamos seguir con la lista, pero el espacio no es insuficiente.
Podemos asegurar que Vaca Muerta está viva, lo único que necesita es que el gobierno argentino dé señales más claras de cumplimiento de las reglas y los compromisos para atraer capitales extranjeros adicionales. Recordemos que los resultados obtenidos durante los años 2021 y 2022 fueron sin inyección de ningún capital externo, que no es un tema menor para los resultados mencionados.
* Ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia. Actual Socio Director de Gas Energy Latín América