MARCELO BONELLI
Furia. Bronca. Acusaciones. Insultos. Así fue el clima en la tarde del miércoles (21/12) en la Casa Rosada. El Presidente venía del “trago amargo ” que le ocasionó el desplante de Chiqui Tapia. Alberto se había enterado del fallo de la Corte Suprema. Desde Formosa gritó: “Es un día aciago”.
Cristina habló con su núcleo duro e insistía: “Son una manga de golpistas en la Corte”. Después dio una instrucción: pedía que Alberto desoyera el fallo del máximo tribunal. La Vice se va al Sur a pasar la Navidad. “Coqui” Capitanich fue – esta vez - su “marioneta”, al estilo de Oscar Parrilli. El chaqueño propuso irresponsablemente: “Hay que desconocer el fallo de la Corte”. Anoche Alberto acataba la orden de Cristina.
Similar escena ocurrió en el encuentro de los gobernadores. Todos decían que había un complot del máximo tribunal. Axel Kicillof recibió un informe demoledor. Su equipo decía que la Provincia “iba a quedar desfinanciada” justo en la campaña electoral. Kicillof explotó: “Son unos hijos de puta”. Muchos criticaban a Wado de Pedro. Varios cuestionaban -por lo bajo- su gestión. Wado fue el operador oficial para evitar el fallo de la Corte.
El ministro concurrió a reuniones de conciliación en el tribunal. Wado y Larreta estuvieron cerca de hacer un pacto. Pero Cristina dio la orden de bloquear el acuerdo: “A los enemigos, ni justicia”.
La sorpresa de todos en la Casa Rosada refleja el grado de “irrealidad” en la cual vive el gobierno. Desde que Alberto le arrebató el dinero a Horacio Rodríguez Larreta, siempre se supo que la Corte fallaría a favor de la Ciudad. Ya había dictaminado así con los reclamos de San Luis, Santa Fe y Córdoba. Fue al inicio de la gestión de Mauricio Macri. Pero en el FdT no solo arman irreales “relatos épicos”, sino que cometen un grosero error: después se los creen y se convencen que su ficción es la realidad.
Hace varios meses que la Corte tenía elaborado el dictamen contra Alberto. Por eso la estrategia cambió en la Casa Rosada: hubo un esfuerzo sideral para posponer la resolución del tribunal. El primitivo plan –perdido por perdido– consistía en postergar la definición para después de la feria. Con la intención –en el año electoral– de diferir todo a cuando concluyan los comicios. Ambas partes lo desmintieron, pero Clarín confirmó que hubo dos ministros que intentaron negociar con Horacio Rosatti. El mensaje fue claro: “Patear la pelota a la tribuna”.
A ambos Rosatti les dio primero una bocanada de oxígeno: hace un mes se eliminó del temario del día el tratamiento de la cuestión prevista para una acordada de la Corte. Pero –siempre– había una decisión de fondo ya tomada: el fallo iba a salir y era contra la posición de la Casa Rosada.
DARDOS A LA CORTE
Martin Soria estuvo siempre ajeno a esas conversaciones. El ministro que impulso Cristina está pintado y nadie le atiende el teléfono en el Poder Judicial. Al final el gobierno fue “goleado”: perdió 4 a 0 y logró el milagro de unificar a un tribunal lleno de internas.
La persistente campaña de la Vice contra la Corte genera un contragolpe. Sus voceros no paran de desacreditar a sus miembros. Tampoco La Cámpora frena sus alocadas operaciones. Máximo –hace tiempo– inventó una denuncia contra Juan Carlos Maqueda, por la administración de la Obra Social de Judiciales.
La “operación política” fue obvia y hasta berreta: una denuncia anónima sin fundamento, que tuvo una insólita complicidad interna en Tribunales para mantenerla por mucho tiempo abierta.
Se sumo después un gremio judicial que inventó La Cámpora. El sello de goma se llama SITRAJU. La intención era presionar y hostigar a Maqueda. Hoy el juez federal Ariel Lijo desestimará toda la denuncia y se caerá la operación de Máximo y Cristina.
Lijo tuvo abierta la causa, pero nunca hubo ni un testigo, ni una prueba contra Maqueda. El fiscal Stornelli pidió el cierre total de la investigación por falta de mérito y ausencia de pruebas.
LARRETA EN EL SUR CON MACRI
Horacio Rodriguez Larreta se fortaleció con el fallo. Eufórico en la intimidad dijo: “Esto fue un golazo”. Larreta utilizo el dictamen para pegarle a Patricia Bullrich: “No se gobierna gritando y rompiendo.” Larreta pasará fin de año en Cumelén, el mismo country sureño donde tendrá como vecino a Mauricio Macri.
También a Villa La Angostura irán los Caputo: el ex presidente del Banco Central Luis Caputo y el empresario Nicky Caputo. Larreta estará pocos días y habría una cumbre con Macri. El encuentro todavía no está cerrado, pero sería clave para aclarar el armado electoral del PRO.
Muchos insisten que esa cumbre sureña será definitoria: se puede fumar “la pipa de la paz” o romper definitivamente todo entre Macri y Larreta. Ambos evaluaran los inquietantes informes que elaboró Hernán Lacunza: advierte sobre futuras tensiones cambiarias.
Larreta desde hace meses, abrió el abanico de consultas. Entre sus interlocutores ahora están Miguel Peirano, Martín Redrado y Carlos Melconian.
Este jueves (22/12) el dólar volvió a subir y eso inquietó a todo el mundo. En las cerealeras se insiste que por la sequía habrá un trimestre caliente. Esos “paper” secretos hablan de un enero con “pax” cambiaria, pero ven un eventual epicentro de turbulencias “entre febrero y abril.” En otras palabras: se diluyeron los rumores de una inminente devaluación y ahora toda la expectativa se traslado al fin del verano.
CIARA, que reúne a las multi de cereales, anunciará hoy que cumplió la meta del dólar soja. Ya ingresaron U$S 3.000 millones. También se anunciará que la cosecha de trigo será mayor a lo esperado: 14 millones de toneladas.
Este jueves el FMI aprobó las metas y desembolsará hoy U$S 6.000 millones. En la reunión se volvió a hablar de los desequilibrios y dudas, pero se impone la decisión política de EE.UU.: apuntalar la gestión Massa en Economía y evitar que Argentina caiga al abismo.
SIN ESPACIO PARA OTRO "PLAN PLATITA"
Kristalina Georgieva le anticipó a Massa el veredicto del “board” del FMI. Pero Georgieva advirtió que existen muchas dudas y, en especial, severos interrogantes sobre la fortaleza fiscal durante el año electoral. Georgieva sin decirlo, advierte que no hay espacio en el 2023 para un “plan platita”. Esto pone de la cabeza a Cristina. Esa advertencia obedece a su frente interno: ayer muchos directores insistieron que hay mejoras, pero persisten los desequilibrios macroeconómicos porque todo al final “esta atado con alambre”.
Massa sobreactuó con una polémica medida: no autoriza ningún gasto administrativo hasta fin de año y en todos los ministerios hay sequía de fondos y protestas contra Massa.
En el medio, la bochornosa negociación con el “Chiqui Tapia”. Clarín anticipó el viernes pasado que había una insólita pelea entre Alberto y Cristina sobre los festejos de la Argentina Campeón. Alberto quería a Messi en la Casa Rosada. Aníbal, Julio Vitobello y hasta Gabriela Cerruti estuvieron negociando.
Pero Máximo operó en contra de Alberto. El camporista Santiago Carreras de YPF boicoteó los festejos en el Balcón. El odio entre Chiqui Tapia y Alberto encontró tierra fértil.
Ahora ningún dirigente de la AFA quiere quedar pegado con Alberto y la Vice.
Son expertos en traiciones y tienen un particular “olfato futbolero”. Así justifican su rechazo a las fotos con ambos: “los dos -Cristina y Alberto- huelen a cala política”.