RICARDO N. ALONSO *
La fantasía de los hombres ha engendrado extraños entes, a lo largo del tiempo y del espacio, como los que recopila Jorge L. Borges en su "Libro de los seres imaginarios". De igual manera se han imaginado minerales ficticios, dueños de propiedades únicas y sorprendentes.
Los científicos españoles Carlos M. Pina y Carlos Pimentel, doctores en geología y expertos en mineralogía, han escrito una "Pequeña Guía de Minerales Inexistentes", editado por la Universidad Complutense de Madrid en 2019. Describen, entre otros, adamantium y vibranium del Universo Marvel, adegan de la Guerra de las Galaxias, atium, bavarium, dilithium, harbenita de Tarzán, hielo-9, kriptonita de Superman, mithril de El Señor de los Anillos, naquadah, noveno metal, octirón, taydenita, tiberium y unobtanium de Avatar. Dado el interés que despertó la temática se animaron a editar en 2021 un segundo volumen con otros 16 minerales ficticios.
Ardanium es el mineral raro del planeta Questal en el universo de Star Wars o Guerra de las Galaxias. Su propiedad distintiva es que se endurece con la radiación y tiene gran valor económico y tecnológico para las células de combustible de naves interestelares.
En la Tierra real se trabaja en dispositivos que soporten la radiación como los que se encuentran en centrales nucleares, aceleradores de partículas y para los objetos que van al espacio exterior.
Los vidrios borofosfosilicatados y los microchips de silicio sobre zafiros son algunos de los componentes electrónicos resistentes a la radiación. Los "cristales de antimateria" aparecen en la serie "Doctor Who", un extraterrestre que viaja en el espacio y en el tiempo y tiene la capacidad de alterar su apariencia. Se cuenta que fue el profesor Sorensen quién descubrió los cristales de antimateria en Zeta Minor, el planeta más alejado del universo. El problema es que puestos en contacto con la materia se desintegran generando una enorme cantidad de energía. Los habitantes de Morestra estaban interesados en explotar esos cristales para salvar a su propio sol en vías de extinción.
Según la serie, el Doctor tuvo que usar su nave espacio -temporal Tardis para devolver los anticristales a la dimensión de la antimateria para salvar la vida del profesor Sorensen.
También en la clásica serie Doctor Who aparece metebelis, descubierto en el planeta Metebelis III. Este mineral, parecido al zafiro, tiene la propiedad de incrementar enormemente la inteligencia y los poderes psíquicos. Los "cristales de tiempo" o cristales de Boreth aparecen en la serie "Viaje a las Estrellas". Esos cristales están protegidos por los guardianes del tiempo en el monasterio de Boreth. Su uso es para construir dispositivos, tales como trajes, capaces de crear microagujeros de gusano para viajar en el espacio - tiempo.
Aunque ello está en el campo de la ficción, en la Tierra el concepto de cristal de tiempo fue introducido en 2012 por el premio Nobel de Física, Franck Wilczek. Se han propuesto varias maneras de fabricarlos especialmente en la búsqueda de estados cuánticos más estables para mejorar la transmisión de la información.
Los cristales de Superman o "cristales de piedra solar", aparecen en el cómic de Superman y con ellos está construida la Fortaleza de la Soledad en el ártico. El argumento es que crecen en contacto con el agua y adquieren las propiedades de rocas y minerales que los rodean. Los kriptonianos los utilizaron para construir grandes estructuras en las ciudades de Kandor y Nueva Kriptón y mediante la modificación del crecimiento fueron capaces de crear edificios, naves espaciales o armas. Pero lo más notable es que pueden almacenar enormes cantidades de datos y lograr fabulosos sistemas de computación.
En la Tierra el uso de materiales para almacenar información ha crecido en progresión geométrica y ya hay vidrios de cuarzo fundido donde se graba en memoria 5D, llamada curiosamente la memoria de cristales de Superman. Se usan láseres y nanoestructuras donde se puede almacenar hasta 360 terabytes de información en un centímetro cúbico de vidrio.
En nuestro planeta también se han encontrado cristales gigantes, aunque lejos de los de la mansión ficticia de Superman; entre ellos los yesos seleníticos de la Cueva de Naica en México, o los espodumenos (litio) de las pegmatitas de Dakota, todos los cuales superan los 10 metros de longitud y pesan muchas toneladas.
Dust son polvos minerales del planeta Remmant en la serie RWBY. Esos polvos tienen colores muy variados y propiedades únicas como gravedad, fuego, electricidad, hielo, luz dura, aire, roca, planta, agua, vapor y combustión. Gracias a esas diversas propiedades es que el polvo puede usarse para fabricar toda clase de objetos, especialmente armas y vehículos. El polvo de gravedad se utiliza para vías de trenes de levitación magnética, como en la Tierra se usa la combinación neodimio-boro de los Maglev. El ecoral es el mineral de la novela Umbra de Silvia Terrón que transcurre en un lejano planeta Tierra, frío y en penumbras, que ha dejado de rotar y en donde los seres humanos perdieron la capacidad de hablar. El ecoral se utiliza como combustible y también para extraer con golpes las "palabras fosilizadas" que contiene.
Los "fonstones" son siete piedras del tamaño de montañas flotantes en el planeta Auldrant en las adaptaciones de manga y animé de Cuentos del Abismo.
Las gemas del infinito son seis piedras preciosas del Universo Marvel, de distintos colores y propiedades mágicas propias. Curiosamente representan la mitad de las gemas del Pectoral de Aarón.
Las gemas de Marvel son: alma, de color naranja, que permite controlar, almacenar y manipular almas; tiempo (verde), que permite controlar el tiempo y ver el futuro; espacio (azul), que permite hacer viajes espaciales; mente (amarilla), que da poderes psíquicos; realidad (roja), que permite modificar la realidad y poder (morada), que confiere capacidades sobrehumanas.
El magallanium es un elemento químico ficticio de la novela Planeta Negro de David Duncan publicada en 1954. Aparece como un elemento químico formado por protones y neutrinos, obtenido por el bombardeo de uranio con positrones y con un peso atómico elevadísimo. La idea forma parte de un experimento secreto para construir una estación militar orbital llamada Planeta Negro. En la Tierra el elemento más pesado obtenido artificialmente es el oganesson y está muy lejos del ficticio magallanium.
Phazon es un extraño mineral imaginario de los videojuegos Metroid, que proviene del planeta Phaze. Es un mineral con consciencia y puede autorreplicarse. Los leviatanes son formas de vida basadas en el phazon que tienen la propiedad de generar agujeros de gusano para viajar rápidamente por el universo. Es un mineral radiactivo y mutagénico que puede generar graves daños a los seres vivos.
Lejos del phazon, la "vida" de los minerales en la Tierra ha sido largamente discutida. Entre ellas el concepto de las arcillas, el ADN y el origen de la vida.
La serie de comics y videojuegos japoneses Pokemon cuenta con diez "piedras evolutivas", con sus poderes respectivos, llamadas trueno, fuego, agua, hoja, lunar, solar, día, noche, hielo y alba. Como ejemplo, el famoso Pikachu puede evolucionar a Raichu con la piedra trueno.
Si hablamos de evolución mineral hay que señalar que desde sus orígenes las Tierra pasó por muchas etapas y que desde unos pocos cientos de minerales primigenios, con la aparición del agua, el oxígeno y la atmósfera, se fue complejizando hasta alcanzar los más de 5.700 minerales que se conocen actualmente.
En el universo fantástico Cosmere de Brandon Sanderson se encuentran los rocabrote, una variedad de plantas con caparazón mineral del planeta Roshar. La coraza mineral defiende a las plantas de los huracanes y de las lluvias de larga duración.
En la Tierra lo más parecido son las diatomeas, unas algas microscópicas con esqueleto silíceo, a los que se pueden sumar foraminíferos, radiolarios o las conchillas de los moluscos. Thomas S. Gardner escribió una historia de ficción titulada "El mundo de los cristales cantores" que relata la llegada de la nave interestelar XIZ a un planeta formado por cristales dueños de una extraña vida. Los cristales saludan a los forasteros cambiando de forma y color y emitiendo canciones. Los viajeros estelares se dan cuenta que están enfermos por un elemento radiactivo que les cayó con un meteorito y deciden curarlos creándoles un escudo protector. Pina y Pimentel proponen llamarlos: singenita. Los cristales serían las células de un único organismo planetario. Al igual que ocurriría con la biosfera de la Tierra y su origen en la bacteria primigenia LUCA.
Tenebrio es el mineral del juego Divinity, el que se extrae de las minas de Silverglen, en el bosque de Lucula. Se usa para las armas de los guerreros y los no duchos sufren la enfermedad de la grena.
Vidriagón es el mineral de la serie "Juego de Tronos". Se emplea para fabricar armas que atraviesan las armaduras de los Caminantes Blancos. El mineral se explota en forma subterránea en las minas de Rocadragón. El vidriagón ficticio es casi idéntico a la obsidiana, el vidrio volcánico con que fabricaban sus flechas los indígenas prehispánicos.
Así como los niños ingresan fascinados al mundo de la paleontología por los dinosaurios, la mineralogía como ciencia árida puede resultar atractiva y didáctica a través de los minerales ficcionales de sus cómics, videojuegos o series favoritas.
* Doctor en Ciencias Geológicas