ARTURO CIFUENTES *
Bitcoin ha perdido el 50% de su valor este año. Esto ha dejado a El Salvador, Nayib Bukele, y muchos millenials, en una situación incómoda. El colapso de Bitcoin, sin embargo, no es un hecho aislado; también se ha manifestado en otras criptomonedas tales como Cardano, XRP, y Ethereum.
En este contexto vale la pena examinar un artículo reciente de Maxwell Murialdo y Jon Balof (MM & JB), dos científicos del laboratorio Lawrence Livermore en California. Su propuesta es crear una e-moneda más estable ligada al valor de la electricidad: el precio de un Kilowatt-hora (KWh).
En principio se pueden distinguir dos tipos de criptomonedas: aquellas cuyo valor está vinculado a un activo convencional y aquellas que no. Un ejemplo del primer caso es Digix: cada token representa el valor de un gramo de oro. El valor de Digix durante este año ha fluctuado dentro de un rango aceptable (+/- 5%). Bitcoin es un ejemplo del segundo caso y su deterioro este año ha sido manifiesto. Recordemos que Bitcoin en estricto rigor no es una moneda, sino un activo especulativo sin ningún valor intrínseco.
El problema con las criptomonedas ligadas a activos reales o convencionales, es que si bien pueden ofrecer un cierto grado de estabilidad, el vínculo con el activo real trae un elemento de centralización contrario al espíritu libertario de una blockchain. Y en el caso de activos físicos, como el oro por ejemplo, existen todos los riesgos asociados a la custodia de estos, desde posibles robos hasta irregularidades contables. En síntesis, una situación que anula todas las ventajas de seguridad ofrecidas por la blockchain.
La propuesta de MM & JB—crear una criptomoneda ligada al valor del KWh—es conceptualmente atractiva. Primero, liga el valor de la criptomoneda a un activo fungible, que tiene un valor intrínseco importante, se usa en todo el mundo, y cuyo precio ha sido relativamente estable históricamente, al menos en EE.UU. Y segundo, MM & JB proponen un mecanismo descentralizado, esto es, independiente de un supervisor empoderado, para mantener la paridad entre la e-moneda y el KWh, y para transmitir la electricidad. El mecanismo propuesto por MM & JB se basa en una idea básica de termodinámica: el hecho que la “energía libre” se puede transferir transmitiendo información.
La tecnología para implementar la idea de MM & JB no existe en este momento, si bien han habido avances importantes últimamente. Pero a veces el futuro llega antes de lo anticipado: notemos que hasta hace poco las reuniones a la zoom solo ocurrían en películas de ciencia ficción.
* Investigador asociado, Clapes-UC.