CARLOS G. CUBURU *
En un constante flujo de ideas, opiniones, publicaciones y arrebatos de prosas y palabras, da como agobiante seguir alimentando la hipocresía, la intolerancia, la irracionalidad, la ignorancia y también la lógica determinista, la razón académica y la verdad revelada desde la visión capitalista exitosa.
La polaridad se ha extendido en términos incompatibles, el dialogo pretendido solo se aleja como posible desde los escenarios creados por la palabrería redundante, caduca y ofensiva, los esquemas vinculares del power point entre los actores son solo elegantes exposiciones vacías de veracidad aplicada.
En la Navidad yace la esperanza del nacimiento de un líder, en "el otro Navidad”, el proyecto, nacía una nueva lógica de esperanza con liderazgos compartidos, pero esa lógica era incompatible para los que entienden la razón de otra manera condicionada a su geografía física y humana y eso será así hoy, mañana y siempre.
Plebiscitar destinos de unos pocos desde los centros de poder es una falacia, una medida desigual, plagada de intereses externos desde el oportunismo más que desde la identidad local y razón de ser de aquellos pocos que bregan por sus destinos y de sus generaciones futuras.
Plebiscitar por sí o no es alimentar la brecha, la separación, la dicotomía eterna, es separar, posicionar vecinos, amigos, familiares, en unos contra otros, dañando ese relacionamiento construido durante años por la simple razón de elegir algo que no entienden acabadamente, lo que, si se comprende, es que aquel es aquello porque dio si y es lo otro porque opto por el no.
Plebiscitar es no hacerse cargo de organizar las políticas públicas que pongan a una provincia de pie o trastabillar y tener la humildad de corregir y no someter al ciudadano a hacerse cargo, no de un voto, sino de una posición tomada por lo que le llego o escucho o le conviene.
Plebiscitar no es de ninguna manera licencia social para habilitar la licencia política y de allí conformar las leyes que regirán el destino minero de la provincia, la licencia social se construye con las acciones cotidianas, con el relacionamiento, con la solidaridad, con ser humano para los pocos humanos que viven alrededor de un proyecto minero, pero cada humano que vive vale y pesa por su tradición y cultura y derecho a oportunidades en su territorio.
Plebiscitar es el peor camino social si se opta por intervenir cuantitativamente desde los centros mayormente poblados en el diseño de futuro de las poblaciones que intentan emerger de la constante migración de jóvenes y falta de crecimiento económico.
Plebiscitar nos retrotrae al 2003, observe objetivamente los resultados socio económicos de la negación durante 18 años para la provincia del Chubut.
Plebiscitar es una palabra que se activara exponencialmente en Chubut quizás en este año 2022, solo recordemos ello y propongamos ideas creativas (las hay, ello aplicara en otra nota reflexiva) para canalizar los caminos de habilitar una actividad legal, licita y legitima, ejemplo de sustentabilidad social y económica sin comprometer la paz social e identidad de los pueblos de la meseta.
* Profesor de Geología del Instituto técnico Superior Ing. Jacobacci. Tecnicatura superior en Operaciones Mineras.
