ROBERTO MALDONADO *
Uno de los principales atributos del sector minero formal en nuestro país radica en su capacidad para generar empleo. Actualmente crea más de 200 mil empleos directos y 1.6 millones de manera indirecta, en promedio. Por cada empleo directo se crean entre seis y ocho puestos de trabajo indirectos.
Más de 6 millones de peruanos (considerando a todos los integrantes de un hogar) se benefician con el desarrollo de nuestra minería. Esto quiere decir, que alrededor del 20% de la población total del Perú depende de esta actividad económica que hoy es más necesaria que nunca.
Esta semana el MINEM informó que en agosto de 2021, el empleo directo del sector minero ascendió a más de 236 mil empleos trabajadores, alcanzando una cifra histórica en cuanto a este significativo indicador, que viene creciendo por quinto mes consecutivo.
A esto se suma que los precios de los metales a nivel internacional están generando buenos ingresos para el país. Prueba de ello son las transferencias a las regiones por canon y regalías mineras que superaron los S/5,000 millones y marcaron su registro más alto desde el 2013.
Sin duda, se trata de noticias realmente alentadoras que impactarán en los números del país, en medio de una crisis sin precedentes y una coyuntura política que crea hasta ahora incertidumbre en los inversionistas y pone en serio riesgo el futuro de nuestra economía.
Sin embargo, más allá de estos aportes, es evidente que existen desafíos pendientes en torno a la minería, como el cierre de brechas en las regiones, que se manifiesta de diversas maneras y a través de distintas agendas. Estos requieren, sin duda, soluciones con un enfoque de desarrollo territorial.
Un claro ejemplo son los bloqueos en el Corredor Minero del Sur, que comprometen las actividades de mineras como Las Bambas, Hudbay y Antapaccay, claves para los intereses del país. Y cuya motivación no pasa necesariamente por una oposición a la minería, sino más bien por demandas de pobladores que exigen formar parte de los beneficios de esta.
Aquí tenemos un reto urgente que deberá ser atendido con prioridad por el gobierno y donde será clave el papel de la Presidencia del Consejo de Ministros, que será liderada por Mirtha Vásquez, a quien saludamos y le deseamos éxitos en su gestión en pro de la gobernabilidad del país. Como peruanos debemos evitar la confrontación y la polarización, y apostar por el diálogo constructivo y los consensos entre actores.
* Vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú