El autor asegura que las empresas deeben ser sostenibles y generar utilidades y no ser sólo botín
ÁLVARO RÍOS ROCA*
Galopante corrupción, inversiones en proyectos nada rentables, pero con visibilidad electoralista (elefantes blancos), fuente de empleo pleno para allegados políticos y parentela de los gobernantes de turno, extrema propaganda exitista y llena de falacias, ocultamiento de información para evitar fiscalización y mucho más. Es lo que ha ocurrido con YPFB y en ENDE en estos últimos años.
No tuvieron ni un ápice de gobierno corporativo y fueron manejadas con extrema politización, tornando su futuro incierto como estamos observando con las cifras que van saliendo a la luz pública. ¿Las arcas del Estado (que no andan tampoco nada bien) deben ahora ir a socorrerlas? y/o ¿se las debe privatizar o vender?
Los bolivianos no queremos enajenar nuestras dos empresas estatales de energía y nos adherimos al sentimiento que existe en el país para mantenerlas. Empero, si decidimos salvaguardarlas es para que se tornen en sólidos pilares económicos y estratégicos para Bolivia.
Deben ser sostenibles y generar utilidades y no ser solo botín y festín para los futuros gobiernos y políticos de turno como hemos observado. Para que esto ocurra, luego de aplicar fuerte bisturí a ambas empresas, cerrando unidades no productivas y reduciendo sus recursos humanos laboral a lo necesario, proponemos a los candidatos que presenten planes que imprescindiblemente incluyan un blindaje de las empresas estatales del poder político de turno.
Con ese blindaje que les permitirá actuar en en forma corporativa, con competitividad e independencia vendrán también otros beneficios: 1) Permite que rompan acuerdos de control de mercado que muchas veces pacta el sector privado. 2) Pueden estudiar proyectos estratégicos para el país y apoyar a los muy frágiles ministerios de Hidrocarburos y Energía, 3) Pueden también participar con inversiones en proyectos que sean únicamente rentables, solas o asociadas y allí donde los privados no deseen participar, 4) Generar utilidades e impuestos para el país.
¿Cómo blindarlas? Existen algunos mecanismos de blindaje que funcionan en la región y en el ámbito internacional. A continuación un ejemplo que más nos apetece y que se lo proponemos a los próximos y variopintos partidos que quieren llegar al poder.
Los directorios de ambas empresas estatales deben estar compuestos por miembros del Estado (ministerios, etc.) y también por instituciones independientes (colegios de ingenieros, etc.) y los requisitos profesionales y responsabilidades claramente establecidos para su selección y nombramiento por estas instituciones. Mejores resultados se obtiene cuando los directores independientes son mayoría.
Este directorio, luego, debe elevar al Parlamento o al Gobierno, una terna para que se elija al presidente ejecutivo de la empresa. La conformación de la terna debe necesariamente ser encargada a una empresa caza talentos (recursos humanos) internacional, la cual debe hacer la selección en base de requisitos de experiencia profesional, solvencia moral, personalidad y otros atributos que claramente debe establecer el directorio.
El presidente designado de esta manera no responde al poder político de turno y tiene un término de mandato. Debe rendir cuentas a su directorio y generar utilidades para sus accionistas. Este presidente, a su vez, debe seleccionar a sus colaboradores de confianza y transparentarse de cara a los ciudadanos y los accionistas.
Que mejor si algún día logramos que YPFB y ENDE coticen en bolsas fuera del país, lo que le daría mucha mayor transparencia. Soñar no cuesta nada dice un sabio adagio.