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ANÁLISIS
Morales Solá: Nada volverá a ser como fue. Olivera: La valija de los secretos
19/06/2016

Nada en el país volverá a ser como fue

LA NACIÓN

JOAQUÍN MORALES SOLÁ

En la cárcel de Ezeiza ya están presos el que pagaba y el que cobraba. José LópezLázaro Báez . Son las puntas visibles de la amplia y multimillonaria red de corrupción de la obra pública en tiempos del kirchnerismo .

Sin embargo, sería ingenuo suponer que todo terminaba en Báez (o que era el único empresario) y que José López era la última instancia de la decisión oficial en aquella época. La prueba de que ellos eran sólo las cabezas visibles de una pandilla mucho más grande es el profundo cambio de la política.

Doce años de hegemonía política del kirchnerismo no terminaron tras una larga y extenuante batalla, sino por un fulminante golpe de knock out. El peronismo ya no es lo que era; el kirchnerismo se convirtió en una secta minoritaria; la Justicia está asumiendo, en algunas instancias al menos, que el tiempo de la arbitrariedad se terminó, y la alianza gobernante encontró el oxígeno que le estaba faltando.

La carta de Cristina Kirchner es fundamentalmente mentirosa. Juró que ella no le dio el dinero a José López.

Nadie le está preguntando si dio dinero, sino cuánto dinero recibió. Respondió una pregunta que nadie le hizo y no contestó la pregunta que realmente le están haciendo. Dijo también que habría que preguntarles sobre ese dinero a empresarios, jueces y periodistas.

No hay sólo santos en ningún rubro de la vida pública, pero José López fue durante un cuarto de siglo el hombre de confianza de la familia Kirchner en la obra pública, que fue desde Santa Cruz la gran caja de recaudación familiar. Hay ex funcionarios que recuerdan todavía los gustos de José López en las tardes de fulbito en Olivos durante los tiempos de Néstor Kirchner : tomaba cantidades importantes de champagne Dom Pérignon (uno de los más caros) con hielo. Se sentaba siempre en el mismo lugar: frente al entonces jefe de los espías kirchneristas, Francisco "Paco" Larcher. "Siempre estaba muy excitado, como pasado de rosca", describen.

Un día después de las contorsiones nocturnas de José López, el miércoles, el Senado les daba el acuerdo a los jueces de la Corte designados por Macri , Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, con un número de votos que ni los más optimistas esperaban. El bloque cristinista, que supo tener más de 40 senadores, quedó reducido a 8. En la mañana del día anterior, cuando comenzaban a filtrarse las primeras noticias del escándalo de José López, dirigentes del Senado deducían que contaban con el número necesario de votos, pero no estaban seguros. Gabriela Michetti , Miguel Pichetto y Federico Pinedo habían quedado exhaustos contando voto por voto, hasta que José López volcó el tablero hacia las necesidades de Macri con más votos que los que éste necesitaba. Nadie quería quedar encerrado en la misma celda de José López. De paso, en el Senado se dirimía una batalla sorda e insistente: la que habían librado Pichetto y Cristina Kirchner por el control del bloque, la herramienta institucional más importante del peronismo. Venía ganando Pichetto, pero José López le dio el golpe de gracia a su jefa. Cristina perdió.

En la madrugada del día siguiente, el jueves, la Cámara de Diputados aprobó el megaproyecto de blanqueo, moratoria y reparación a los jubilados con una mayoría impresionante. Gran parte del peronismo, nucleado en torno de Sergio Massa y Diego Bossio , votó con el Gobierno, aunque impuso también decenas de modificaciones que el macrismo aceptó. Algunos diputados del kirchnerismo se fueron con los disidentes. El proceso sólo ha comenzado. La conducción del Partido Justicialista tratará en la semana que se inicia la creación de un bloque del PJ. Cualquier cosa antes que ser llamados kirchneristas o del Frente para la Victoria. El propio presidente del PJ, José Luis Gioja , argumentó su voto junto al kirchnerismo con una frase de despedida: "No me quiero pelear con ellos antes de irme". ¿Qué es Cristina Kirchner sin el control de los bloques parlamentarios del peronismo, sin poder en el peronismo y con la Justicia hurgando cerca de ella? Casi nada.

Las sorpresas no terminan: los diputados de La Cámpora quieren crear su propio bloque para no confundirse con los kirchneristas sospechados de corruptos. Máximo Kirchner disimula la desolación. "Tenemos que hacer alguna reflexión después de este quilombo", le sugirió un dirigente camporista. "¿Qué quilombo? No pasa nada", sentenció el heredero de la diarquía que gobernó durante más de una década. Para todos los Kirchner la realidad es una construcción personal, alejada de cualquier noción de la realidad. Así les va.

El largo liderazgo de Cristina se ha terminado. El peronismo no tiene un líder alternativo, como sí lo tuvo en todas sus crisis desde 1983. Menem después de Cafiero. Duhalde después de Menem. Los Kirchner después de Duhalde. Ahora hay referencias, pero no liderazgos. Una mesa virtual e informal se creó para tratar de sustituir a un jefe personalista. La integran Massa, Pichetto, Bossio, Florencio Randazzo , Martín Insaurralde , entre otros. "Estamos en permanente contacto", cuenta uno de ellos. La "bomba neutrónica", como llamó el ex canciller Jorge Taiana al escándalo de José López, dejó al peronismo devastado. "Esto no fue un temblor; fue un terremoto seguido de un tsunami", acepta un peronista destacado. Todos ellos miran a la nueva generación de gobernadores, diputados y senadores peronistas; buscan al salvador del peronismo. Es una esperanza, no una certeza. Pichetto es el referente más reconocido por una mayoría de dirigentes peronistas, mucho más que el propio Gioja. Mucho más después de haberle ganado la última batalla a Cristina. Es lo más parecido a un jefe para los peronistas.

La pregunta que aún no tiene respuesta es si la Justicia seguirá tomándose ocho años para la instrucción de un proceso penal. Es el promedio de tiempo que lleva una investigación de hechos de corrupción. ¿Puede seguir Julio De Vido sin grandes contratiempos judiciales? ¿Puede, cuando varios de sus secretarios de Estado están o estarán presos? Entre rejas ya está Ricardo Jaime, por malversación de fondos públicos en la compra de trenes. Su sucesor, Juan Pablo Schiavi, está condenado a ocho años de prisión por la tragedia de Once, condena que apeló. Se acaba de agregar José López por enriquecimiento ilícito después de revolear nueve millones de dólares. Otra mano derecha de De Vido, Roberto Baratta, tiene más causas judiciales que años en la administración pública. Todos esos secretarios de Estado, pero sobre todo José López y Jaime, respondían directamente a los dos presidentes Kirchner. Eso no convierte en inocente a De Vido; éste firmó, con ganas o sin ellas, todas las decisiones que sus secretarios tomaban en diálogos secretos con el matrimonio presidencial.

Cierta crítica contra el fuero federal es fácilmente perceptible en las instancias cimeras de la Justicia. José López tenía causas abiertas por hechos de corrupción en cuatro juzgados federales mucho antes de que intentara esconder millones de dólares detrás de los hábitos de monjas de clausura. Los jueces avanzaron a los codazos entre ellos sólo cuando la gente común vio los fajos de dólares como sólo sucede en las películas sobre narcotraficantes. Tarde. La propia Corte Suprema celebró el acuerdo de los dos nuevos miembros del tribunal, que dejará a éste totalmente integrado, porque podría apurar decisiones para diferenciar a la Corte del fuero federal. La Corte, vale recordarlo, ya no puede resolver nada hasta que juren sus cargos Rosatti y Rosenkrantz.

En instancias judiciales cruciales se rescató la gestión del juez Claudio Bonadio . En un año instruyó el proceso por la tragedia de Once. En cuatro meses investigó la causa del dólar a futuro, citó a Cristina Kirchner y la procesó. Otras instancias confirmarán sus decisiones o las revocarán, pero él hizo su trabajo en tiempos expeditivos. "Es el único juez que ya había empezado a cambiar el ritmo de la Justicia", dijo un encumbrado magistrado. Cristina lo odia. Y la inentendible sala de la Cámara Federal integrada por los jueces Jorge Ballestero y Eduardo Freiler le sigue el tren; aceptó a Cristina como querellante en una causa contra Bonadio que ella misma promovió. Esos jueces deberían dar un definitivo paso al costado. Avergüenzan a la Justicia.

La política, el Congreso, el peronismo y la Justicia cambiaron. Macri celebra. Significa la creación de tiempo, ese capital político que estaba necesitando. El kirchnerismo podría darle aún más tiempo si fuera cierto lo que asegura un intendente peronista bonaerense: "Los nueve millones de José López son sólo su caja chica". La política es otra, se la mire por donde se la mire. Nada volverá a ser como era, luego de que el kirchnerismo escalara de la supuesta obscenidad a la explícita pornografía política.

Una valija que guarda muchos secretos

LA NACIÓN

FRANCISCO OLIVERA

La policía bonaerense está en condiciones de hacerle a la Justicia otro aporte invalorable: en ningún otro ámbito hay tanta información acerca del monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima, el frustrado destino de los bolsos de José López, ex secretario de Obras Públicas. Los años de convivencia entre las fuerzas de seguridad y parte de la feligresía del convento forzaron conclusiones tal vez apresuradas, pero instaron al Gobierno a llevar el martes a General Rodríguez, después de la detención, perros de la AFIP para recorrer las instalaciones. Se buscan, por ahora sin éxito, más billetes.

Ese punto de encuentro entre las cuestiones del espíritu y lo más profano del poder local tiene todavía mucho por revelar. Lo poco que se sabe hasta ahora ya trastocó el escenario: el PJ quiere abandonar el nombre de Frente para la Victoria y hasta gran parte del kirchnerismo admite públicamente que, esta vez sí, la valija estaba. Esos primeros efectos empiezan a percibirse también en el establishment, donde la única novedad de lo ocurrido fue haberse enterado de que, además de "físico", como decía Fariña, algunos conocidos coleccionaban armas. La perturbación empresarial es creciente porque la experiencia de Brasil, donde el sistema político y económico se derrumba todavía sin encontrar piso, está demasiado cerca.

"No pueden meter a todos en la misma bolsa", dijo sin reparar en la metáfora Juan Chediak, presidente de la Cámara de la Construcción. "Hay que distinguir: no se puede hablar del sector. Sufrimos una indebida condena social", agregó. La crisis, las demandas de la sociedad y la presión internacional conspiran sin embargo para lo más inquietante: los empresarios advierten que eventuales avances de la Justicia no sólo podrían involucrarlos, sino también servirles a jueces federales para reivindicarse ante la sociedad. ¿Qué secretos guardan, si todo eso ocurriera, los dos teléfonos que López olvidó en el auto y que le fueron secuestrados? Rápida de reflejos, Elisa Carrió ya pidió prestarles atención.

La perturbación está en la raíz de un esquema de negocios que convive desde siempre con lo informal. ¿Podrían las averiguaciones rozar también al macrismo? Es imposible determinar los alcances. Algunos referentes de la obra pública se terminaron de convencer de esta idea hace unos días, cuando leyeron el informe "El estado del Estado", publicado por Presidencia de la Nación. Allí, la página 123 se explaya sobre las centrales eléctricas Ensenada de Barragán y Brigadier López, cuya construcción le insumió casi 2000 millones de dólares al Estado, valor que está, dice el texto, "entre un 50% y un 70% por encima de los costos de otras centrales similares".

No hay mucho para interpretar: está hablando de Angelo Calcaterra, primo hermano de Mauricio Macri, que hizo la obra en un consorcio con la española Isolux. "Si además se agregan los costos reclamados por las empresas contratistas para cubrir redeterminaciones y reclamos -sigue el documento-, además de los costos de los inspectores independientes y costos financieros, el costo total de las dos centrales trepa hasta 3000 millones de dólares". Calcaterra es primo y amigo de Macri, pero quienes almuerzan con frecuencia en Olivos han escuchado al Presidente decir que no está dispuesto a asumir por él perjuicios políticos. Tampoco lo exculpa: sólo admite que Calcaterra cumplió con lo que aconseja el manual de la obra pública, que es acercarse al fogón de las decisiones. "Trabajó con Cristóbal, con Lázaro y hasta con Gerardo Ferreyra", cuenta Macri.

Cualquier desenlace al respecto será, con todo, bastante extenso y remoto en comparación con el entusiasmo instantáneo que generó en Pro el hallazgo de las valijas de López: si es cierto que habrá más novedades judiciales, el Gobierno ha ganado cierta tranquilidad al menos hasta fines de año. No es poco en medio de la crisis.

Aunque el Gobierno niega influencias en la Justicia, lo único que le será impredecible puede llegar del exterior: Guillermo Marijuan volvió de Nueva York, donde fue citado en la investigación que la SEC lleva adelante sobre Cerro Dragón, el yacimiento que opera Pan American Energy, con llamativo hermetismo. El fiscal dio de todos modos una pista a quienes lo consultaron: "No puedo hablar, pero me dijeron que avance". Los testimonios de quienes vienen siendo citados allá coinciden en haber recibido preguntas insistentes sobre De Vido.

¿Qué mayor tregua política que revisar el pasado para un gobierno que, en recesión, se impacienta ante el único dato positivo tangible que podría exhibir en el segundo semestre: una baja de la inflación como consecuencia del enfriamiento? El episodio de López sorprendió además al Palacio de Hacienda en plena reconfiguración de su orden de prioridades. "Se acabó el ajuste", venían repitiendo en la cima de esa conducción. Y ante la objeción de que un relajamiento de la política fiscal pondría en riesgo el plan económico, doblan la apuesta: "El peor riesgo para el plan es no ganar las elecciones de 2017".

El macrismo se prepara entonces para suspender algunos rasgos de ortodoxia, aunque no todavía de manera uniforme y en todos los rubros: Marcelo Fernández, líder de la cámara pyme Cgera, no consigue que Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, le conteste la carta en la que le pide tasas subsidiadas para el sector, pero al menos celebra que la Aduana tenga frenados 4000 containers de importaciones de China a un valor de 800 millones de dólares. Esa decisión le costó a Juan José Gómez Centurión, jefe del organismo, una discusión con Alberto Abad, director de la AFIP.

La urgencia de Macri se debe a que la fase benévola de la oposición no será eterna. Sus interlocutores en el Congreso han sacado la conclusión de que, después del caso López, el peronismo sólo estará en condiciones de endurecerse para la campaña 2017, y que la posibilidad de incidentes en el conurbano ha quedado sepultada. Miguel Pichetto abona esta idea en voz baja mediante tres razones: 1) Ninguna fuerza se opone durante el primer año de gobierno. 2) Al único que le conviene una crisis es al kirchnerismo, y por cuestiones judiciales. 3) El movimiento no tiene aún ungido a ningún líder.

El oasis del segundo semestre es por ahora más político que económico. Pero le servirá al Gobierno para obtener herramientas administrativas. Por ejemplo, la venta de las acciones que la Anses tiene en las empresas privadas, que ayudará a saldar la deuda con los jubilados. Hasta la detención de López, el kirchnerismo se proponía objetar la medida exponiendo a empresarios y a miembros del PJ como referentes de una patria corporativa frente a lo contrario, una medida propia tomada en 2008 en pos de un país solidario. Eran ideas pensadas para el Facebook de la ex presidenta. Pero el revoleo de dólares, euros y riyales la obligaron a cambiar el eje del mensaje. Y a dar una explicación que, como pidió Ricardo Forster, le debía a la militancia. Nada nuevo: la jefa ha dedicado parte de su gestión a congeniar discurso con valijas.


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