IAPG ENCABEZADOPAN AMERICAN ENERGY (CABECERA
WEGTGN
SECCO ENCABEZADOALEPH ENERGY ENCABEZADO
PRELASTKNIGHT PIÉSOLD ENCABEZADO
SACDE ENCABEZADOINFA ENCABEZADO
RUCAPANELMETSO CABECERA
Induser ENCABEZADOSAXUM ENGINEERED SOLUTIONS ENCABEZADO
GSB CABECERA ROTATIVOFERMA ENCABEZADO
METROGAS monoxidoMilicic ENCABEZADO
PIPE GROUP ENCABEZADGRUPO LEIVA
cgc encabezadoGenneia ENCABEZADO
BANCO SC ENCABEZADOPWC ENCABEZADO ENER
WICHI TOLEDO ENCABEZADOJMB Ingenieria Ambiental - R
WIRING ENCABEZADOCRISTIAN COACH ENCABEZADOCINTER ENCABEZADO
EVENTO LITIO ENCABEZADOBANCO SJ ENCABEZADONATURGY (GAS NATURAL FENOSA) encabezado
OMBU CONFECATSERVICIOS VIALES ENCABEZADO ENER
OPINIÓN
Lamothe (Abeceb): potencialidad y riesgos. Benítez (YMAD): Gran oportunidad para la economía
07/05/2015

Entre la potencialidad y los riesgos

Cronista

(Por Mariano Lamothe*) El ciclo de escalada continua de los precios de los commodities ha finalizado. No obstante, los niveles actuales aún otorgan posibilidades. El Commodity Metals Price Index, indica que el valor de los principales minerales se mantiene un 68% por encima del registrado en 2004. 

Durante el súper ciclo (2011 y 2012), las inversiones de las empresas internacionales superaron los u$s 39.700 millones. La realidad ahora es distinta. La rentabilidad cayó a un ritmo similar o superior al de los precios y desde 2013 los flujos de fondos son más selectivos. En 2014, las inversiones en exploración a nivel mundial apenas alcanzaron los 
u$s 10.739 millones, y para 2015 los especialistas estiman que caerán por debajo de los  u$s 10.000 millones. 

Esto no implica que la minería haya dejado de ser una actividad con un elevado potencial de crecimiento. En Argentina aún restan explotar yacimientos que presentan una elevada concentración mineral, pero para que se desarrollen es necesario repensar las condiciones locales. 
En la actualidad, el sector enfrenta problemas de corto y largo plazo. Los de corto están relacionados con las condiciones macroeconómicas y la caída de los precios. Si la reducción de los precios internacionales representa un desafío a nivel global, en Argentina esta situación se encuentra magnificada por la apreciación real de la moneda. 

En cuanto al largo plazo, Argentina cuenta con un marco regulatorio poco competitivo para captar inversiones y una elevada presión tributaria. A diferencia de otros países, la presión tributaria aumenta a medida que bajan las cotizaciones internacionales y los márgenes de utilidad. Al igual que otros sectores en donde las inversiones implican un fuerte desembolso de fondos inicial y requieren un largo plazo para la recuperación del capital, las inversiones mineras necesitan un marco regulatorio que les otorgue mayor previsibilidad.

En un contexto de precios a la baja, los flujos de fondos a nivel mundial se dirigirán a aquellos proyectos más competitivos. En esta actividad, la competitividad se determina tanto por cuestiones geológicas (ley mineral o cantidad de mineral contenido en la roca) como por el entorno de negocios. 
La Argentina enfrenta este contexto con un desarrollo incipiente de la minería, con numerosos proyectos con elevada ley minera que los vuelven atractivos en términos geológicos. Sin embargo, el entorno de negocios se encuentra deteriorado, lo que ha frenado los proyectos de inversión desde hace más de dos o tres años.

Si se quiere impulsar el desarrollo sustentable de la actividad minera estimulando un salto exportador, se debe avanzar en dos aspectos clave. Por un lado, resolver los desequilibrios macroeconómicos de corto plazo, principalmente corregir el tipo de cambio, eliminar las restricciones a la importación y habilitar el giro de utilidades. Por el otro, superar las limitaciones que genera la regulación vigente para brindar previsibilidad y adaptar el esquema impositivo al nuevo contexto internacional, contemplando precios que se mantendrán por debajo del nivel que alcanzaron en el ‘súper ciclo’.

* Gerente de Análisis Económico de Abeceb

Minería: una gran oportunidad para la economía del país

Crnista

(Por Manuel Benítez) La minería Argentina ha logrado un rol preponderante entre las principales actividades que sostienen la economía nacional, forjando una identidad propia en la región y en el mundo. 
La gran cantidad de proyectos mineros que tiene nuestro país, que generan hoy cientos de miles de empleos directos e indirectos, dan cuenta de este desarrollo, y hoy permiten proyectar un futuro con mayores oportunidades, poco comparable con el de otras ramas productivas. 

Pese a la retracción en la economía mundial, la minería siguió creciendo, quizás no al ritmo que en principio dejaban vislumbrar las potencialidades geológicas del territorio nacional, pero sí supo enfrentar la caída de los precios internacionales de los commodities, preservando la gran cantidad de puestos de trabajo generados. En ese sentido, podemos citar la publicación de la encuesta anual realizada por el Instituto Fraser de Canadá, donde se observa un crecimiento de los principales índices de 2014 en relación con el 2013. 

Preservar los puestos de trabajo y las perspectivas favorables en el corto y mediano plazo nos llena de orgullo, porque la minería llega a lugares donde ninguna otra actividad productiva se afinca, brindando progreso a comunidades alejadas de los grandes centros urbanos. 

De este modo, el sector hace un aporte fundamental a la integración de toda la región en donde se encuentra instalado cada proyecto, y permite que hombres y mujeres puedan desarrollarse en sus lugares de origen, sin sufrir el desarraigo que implica trasladarse a los centros urbanos para poder prosperar. 
Para sumar datos, la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) registró 40.000 personas trabajando dentro de las minas. Si se adicionan además los empleos generados por la industria de base minera como el cemento, la cal y el yeso, las empresas exploradoras y el personal de construcción de las minas, la suma totaliza más de 100.000 empleos. 

Alto riesgo y altísima inversión son otras de las características básicas del sector minero. En primer lugar, porque solamente el 3% de las exploraciones que se realizan logran alcanzar el éxito o al menos un potencial éxito de desarrollo; y porque tanto en lo que es la fase de exploración, como la infraestructura básica y compleja que se precisa para llevarla a cabo, luego la construcción, las maquinarias y los equipos específicos, requieren de importantes desembolsos de capital. 

Además, es fundamental para la minería poder planificar en el largo plazo, ya que el recupero de una inversión en este segmento productivo es muy distante en el tiempo; dependiendo de su tamaño, un proyecto minero puede requerir entre 3 a 7 años como mínimo para entrar en producción, y aproximadamente entre otros 4 a 6 en recuperar la inversión. 

El fin principal de quienes somos parte de este segmento productivo es lograr contar con proyectos concretos en carpeta, que cuenten con los informes de impacto ambiental que requiere la legislación vigente y cumplan con las exigencias de los organismos de control para, finalmente, ponerlos en acción cuando el escenario internacional lo posibilite. Es por eso, que uno de los grandes desafíos de Argentina, es no cesar los trabajos de exploración para descubrir proyectos atractivos a la inversión nacional e internacional. 

De la mano de ese objetivo, está el trabajo sostenible. Esa es la oportunidad que hoy nos brinda la minería: con trabajo hoy podemos generar más trabajo a futuro para los argentinos en todo el territorio nacional. 

Asimismo, otra característica particular de esta actividad, que acompaña a la generación de trabajo, tiene que ver con la instalación de proyectos mineros en las distintas provincias, porque potencia el desarrollo local y de la cadena de valor. 

En este sentido, a la par del crecimiento de la minería, se ha desarrollado en el país un complejo de prestadores de servicios nacionales, que hoy alcanza alrededor de 2500 pymes.

De cara al futuro, debemos trabajar para que estos números asciendan. Además de sostener los niveles de empleo en las épocas de baja rentabilidad, el sector minero argentino mantuvo el ritmo de exploración, que es inversión 100% de riesgo, apuntando a buscar nuevos proyectos y a ampliar los ya existentes. 

Esto nos va a permitir estar preparados cuando la recuperación de la minería a nivel mundial, que hoy es incipiente, sea realidad y los inversores busquen emprendimientos para desarrollar. 

Si miramos hacia atrás, podemos dar cuenta de todos los logros obtenidos por el sector en todo el territorio nacional, en cuanto a inversión, avances tecnológicos y capital humano formado, que hoy constituyen nuestros parámetros para prepararnos para un futuro promisorio. 

En definitiva, la minería es hoy un importante motor de la economía argentina, y las perspectivas indican que su aporte general será creciente en los próximos años. Y continúa siendo la gran oportunidad para el desarrollo del país, manteniendo el respeto por el medio ambiente y las leyes, e integrando a las comunidades donde se sitúan los proyectos.

*Presidente de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD)


Vuelva a HOME


;