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DEBATE
Eduardo Curia: "El fallo de la OMC, bajo una visión amplia"
03/02/2015

El fallo de la OMC, bajo una visión amplia

El Cronista

Por Eduardo Luis Curia*.

El órgano de apelación de la OMC volvió a fallar adversamente a la Argentina (se dice que de un modo aun más explícito que a nivel del panel), respecto de la demanda conjunta radicada por varias naciones contra prácticas genéricamente aplicadas en años recientes por el país (vgr., fijación de límites de importaciones, autorizaciones previas para importar, exigencias de contenido nacional y de compensar importaciones con exportaciones). En lo perentorio, sea acudiendo a una reconsideración, sea asumiendo negociaciones para adecuarse al fallo, es probable que las secuelas sean acotadas. En rigor, es un problema serio pensando más allá de 2015, tanto más si el país avanza hacia una reinternacionalización de su economía.
De todas formas, a este tópico, como al del convenio comercial con China, con sus dudas, sería miope concebirlo, a secas, puntualmente. Por el contrario, decanta de un marco más abarcativo y hondo, ligado a la estrategia económica básica, con un principal fundamento macroeconómico. No es casualidad, sino palpable causalidad, que aquellas prácticas fueran arreciando desde fines de 2010, cuando la matriz macro en curso, pro apreciación cambiaria real, catapultara (con otros eslabones) la restricción externa o falta relativa de dólares en el país.

En verdad, pretender subir el contenido propio en la producción, no sucumbir ante las importaciones, exportar más (la industria), son metas legítimas. ¿Cómo no recordar aquí a Diamand cuando, 50 años atrás, ya advertía que la industria debía, sí o sí, respaldar en dólares su pretensión de expansión continua, avanzando con vigor en materia de exportaciones?

Lo clave, es el método. Aclárese en lo comparativo, que, repasando –lo hicimos tiempo atrás– una panorámica de las políticas de tenor industrial y de política comercial externa de varios países asiáticos, se percibe que algunos de los procederes aludidos, son aplicados. Por referir un caso: la autorización previa de importación; el símil de nuestra DEJAI. ¿Cuál es la visible diferencia?; pues, no se hace del asunto un sistema dominante. Un sistema, que, por su mecánica en la experiencia atravesada, se torna muy denso en discrecionalidad, casuismo y álea. Y muy expuesto al reclamo internacional. Al principio, el esquema luce como ‘un viaje gratis’; se aprovecha que ‘el mundo está distraído’, como se decía entonces. Este tipo de disputa comercial, por lo demás, es más soterraño y sigiloso que otras, de índole más financiera. Pero, el desenlace, inexorable, llega, con el riesgo de represalias.

Claro, hay sensibles colaterales. El tal sistema nunca solucionó en el ámbito en juego la falta de dólares, ni impidió restricciones de oferta; el ciclo productivo industrial quedó averiado, esencialmente, fruto del retraso cambiario. Pero, a la par, el amparo contra importaciones competitivas en diversos rubros establecido, evitó que aquéllos fueran arrasados en virtud de aquel retraso –y los precios en dólares desmesurados– instigado por la política macro (y determinadas condiciones mundiales).

Por ende, más allá del pedaleo que permita zafar este año en cuanto a secuelas efectivas de la decisión de la OMC, el desafío es rotundo para después de 2015. Algo vital: en medio de la probable reinternacionalización de la economía (y habiendo dejado escapar la magnífica ocasión de calzar el exitoso esquema macro del dólar alto con un trabajo fino en las cadenas de valor), ¿con qué nivel del tipo de cambio real atenderemos el avance más urgido en la adecuación del esquema de marras y sabiendo que, en adelante, los resortes de política comercial externa deberán encararse de modo más esmerado y condicionado? Sin olvidar que muchas promesas de financiación externa, aparejan, en el fondo, financiar proveedores de los prestamistas. En fin: un análisis estricto del tema aludido, parece al respecto, demandar de las dirigencias políticas y empresarias, atender a un horizonte más largo y a vastas consideraciones de estrategia económica.

*Economista


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