Existe un consenso general sobre que la mejor forma de mejorar la calidad de vida de una población es mediante el desarrollo económico.
Para desarrollarnos económicamente y mejorar la calidad de vida de los habitantes, es necesario identificar las ventajas comparativas, y mediante políticas oficiales, apoyar al sector privado y convertirlas en ventajas competitivas. De esta forma entonces, se produce más, se vende más, se crean más empresas, se emplea más gente; esta gente gasta más dinero, se pagan más impuestos, se realizan más políticas de Estado con esos impuestos y así se entra en un círculo virtuoso.
Salta tiene una ventaja comparativa en el sector agropecuario,donde cuenta con las condiciones y una ubicación privilegiada para producir desde tabaco hasta chia, desde vinos hasta bananas, y se puede trabajar con ganado vacuno, pequeños rumiantes hasta avícola y porcino.
También tiene una ventaja comparativa en el sector minero, donde las potenciales inversiones en minas metalíferas y no metalíferas son importantes.
Si se le suman los hidrocarburos se completa una imagen sumamente prometedora. Estos sectores tienen ventajas que todavía no han sido explotadas en su totalidad. Es decir, no terminan de desarrollarse para entrar en el círculo virtuoso enunciado. El transporte y la logística, ya vetustos, son factores que dificultan en vez de apuntalar este desarrollo.
El ferrocarril cimienta el desarrollo
Una logística de distribución de los productos salteños hacia otras regiones es fundamental. De acuerdo a un documento de trabajo de la Fundación Pensar (julio 2013) el peso del transporte en la productividad de las regiones es uno de los grandes impedimentos para lograr una mayor competitividad.
El NOA es una de las regiones más castigadas dadas las grandes distancias que existen con el resto del país y con las vías de salida para los productos exportables de la región.
El transporte carretero, o por camiones, es uno de los más caros dentro de las alternativas logísticas. Puede dejar fuera de mercado a productos agropecuarios o mineros salteños que, si tuviesen una alternativa de transporte más barata, hoy en día ya serían competitivos naturalmente.
Si a esto se le suman las retenciones impositivas y la lejanía de los puertos de embarque, quedan en claro los porqués de una situación de menor desarrollo comparado a otras regiones con las mismas ventajas naturales o comparativas.
Trenes que funcionen a pleno
Es necesario reactivar en su totalidad el Ferrocarril Belgrano Cargas. Si se habla de necesidades provinciales ante un Estado Nacional, la reactivación de dicho ferrocarril es un punto fundamental porque llevará desarrollo económico a una de las regiones (NOA) con indicadores de pobreza, indigencia y desempleo entre los más altos del país. Siguiendo con el trabajo de la Fundación Pensar, la falta de inversión en el ferrocarril Belgrano en los últimos veinte años generó un deterioro considerable en la infraestructura básica y en el material rodante, lo que redundó en una notable caída de la capacidad de transporte del ferrocarril (actualmente la carga equivale a 25% del tonelaje transportado a fines de la década de 1980). También se le suman a esta problemática los continuos cambios en la gestión del ferrocarril que han hecho virtualmente imposible seguir objetivos de largo plazo.
Durante los últimos 20 años, el Belgrano Cargas ha sido parte de una empresa pública ferroviaria, una empresa pública ad hoc, una concesión a un sindicato, otra a una operadora transitoria y nuevamente al Estado nacional.
El entramado de transporte para el desarrollo integral de la provincia estará incompleto mientras no se haga operativo en un 100% el ferrocarril. Esto no implica la desaparición del transporte por carretera. Simplemente apunta a una mejor utilización de los recursos y un abaratamiento de la logística necesaria para la producción. El transporte por carretera tiene además mayores costos sociales asociados a congestiones de tránsito, siniestros viales y mayor contaminación.
Una necesidad estratégica
A nivel internacional, lo usual es que distancias de hasta 500 km. se hagan a través de carreteras mientras que las superiores, por ferrocarril. Salta, dentro del NOA, tiene una distancia mayor a 500 km para cualquiera de las alternativas de exportación de sus productos.
Es preciso el ferrocarril para poder transportar y vincularnos más con el resto del país y del mundo. Está comprobado que, junto con el marítimo, son los transportes más baratos para la producción. Las características productivas de la provincia hacen que sea necesario tener un transporte de bajo costo y grandes cantidades. El sector agropecuario y el minero lo están pidiendo.
Esa es la forma de lograr un desarrollo económicamente sostenible en base a las ventajas comparativas salteñas, que de a poco y con inversión, se van a transformar en competitivas y van a permitir mejorar la calidad de vida de todos los salteños.
Un proyecto de alto vuelo
Para ello tiene que haber un trabajo conjunto entre provincia y nación en una forma planificada y con plazos hasta lograr que dicho ferrocarril trabaje en un 100%.
Nación debe financiar la inversión en infraestructura básica y luego los concesionarios se deben encargar de operar y mantener la red. Todo en base a una gestión eficiente de los recursos. Si no seguiremos viendo el tiempo pasar sin poder desarrollarnos económicamente como nos merecemos.