La Res. ME 11/13 deroga 17 resoluciones que establecían Licencias No Automáticas Previas de Importación (LNAP) para aproximadamente 500 posiciones NCM. Parecería -entonces- que Argentina cambia hacia un esquema de libre comercio. En realidad, lo que se ha hecho es centralizar el control de las importaciones de todo el universo arancelario en un solo mecanismo, la DJAI; eliminando un procedimiento ahora inútil, el de las LNAP. Es positivo, a todas luces, el menor papeleo tanto para la Administración como para los administrados.
El control por LNAP, con posiciones arancelarias determinadas en una resolución y donde se emite un certificado de autorización o, eventualmente, una excepción al mismo (aunque últimamente no emitían excepciones) ha quedado sin efecto. No habrán más posiciones "afectadas" por LNAP, sino que todo el universo arancelario seguirá necesitando las DJAI como sucede desde febrero del 2012. Ya lo dijo el Sr. Secretario de Comercio Interior, Lic. Guillemo Moreno, la política de limitación de importaciones seguirá. En la SCE/SCI saben -tras muchos años de tramitar y otorgar LNAP- cuáles son los productos que se fabrican en el país, cuáles son sensibles y cuáles son las posiciones arancelarias que los contienen. Antes negaban las LNAP, ahora bloquearán las DJAI. Pero ahora, como viene sucediendo desde la aparición de las DJAI, La SCE/SCI podrán bloquearlas en cualquier producto, por cualquier monto, desde cualquier país. No habrán más resoluciones del Ministerio de Economía disponiendo que la SCI/SCE "cuide" determinadas posiciones arancelarias. Todas ahora estarán alcanzadas por la DJAI sin limitación alguna para la administración ni conocimiento previo por el administrado.
Esta nebulosa en que queda la política de restricción de las importaciones tiene dos ventajas manifiestas para la Administración:
No necesitará -por un tiempo- defender esa política ante la OMC ni ante el concierto de naciones, incluidos nuestros socios del Mercosur o ALADI. Ya no hay nada escrito, contundente, que imponga permisos previos para importar. Sólo existe una resolución de la AFIP que obliga a los administrados a "declarar" previamente sus importaciones a través de las DJAI, las que podrán ser bloqueadas sin explicación o recurso administrativo alguno;
Permitirá a la SCE/SCI intervenir más en la economía al obligar a los administrados a negociar con ella todas sus importaciones, sin limitación alguna de contrapartidas exigibles para su autorización. Las DJAI y sus bloqueos se han convertido en una poderosa herramienta de la SCE/SCI para imponer a las empresas que desean importar contrapartidas tales como demostración de exportaciones equivalentes (propias o en acuerdo con terceros exportadores), o de aportes societarios en monedas duras; compromisos de inversión o de incorporación de personal o limitación de despidos u otros objetivos de política económica que pueda fijarse la Administración.
Pero, ¿quedarán todas las posiciones arancelarias sujetas a estos compromisos? No hay norma que lo indique. Sólo la futura casuística diaria de autorizaciones o bloqueos de DJAI nos dirá cuáles serán las afectadas, o los orígenes, o los montos. Es casi obvio que allí estarán las posiciones que estaban sujetas a LNAP (donde sí hay producción actual sensible en el país), aunque la experiencia transcurrida desde la creación de las DJAI nos indica que muchos otros productos sólo podrán importarse bajo esos compromisos.
En resumen, esta Res. ME 11/13 es positiva por que disminuye la carga burocrática para importar, pero al haber quedado vigente la DJAI y -lo más importante- el uso de sus bloqueos por la SCE/SCI para obligar a las empresas a conducirse como pretende la Administración, la política económica oficial ha ganado en poder de dirección.
Los productos que estaban afectados por LNAP eran prácticamente todos los que tienen producción "sensible" en el país: papel, artículos del hogar, juguetes, calzado y sus partes, automóviles, motocicletas, autopartes y afines, neumáticos, cubiertas y cámaras de biciletas, productos metalúrgicos, tornillos y afines, hilados y productos textiles y productos y manufacturas varias como naipes, libros contables, papelería de oficina, etiquetas, calcomanías, imprfesos publicitarios, papeles decorativos y otros productos de la industria gráfica, cascos de seguridad, cierres de cremallera y sus partes, carbonato de disodio, vajilla de cerámica, de porcelana y de vidrio, cuchillos y cubiertos de mesa, maletas y maletines, muebles, partes de bicicletas y de motocicletas, fusibles, bornes e interruptores eléctricos, aisladores de vidrio, transformadores eléctricos, grupos electrógenos, cintas métricas metálicas, centrales telefónicas, tractores, cosechadoras, pulverizadoras autopropulsadas, motores, rodamientos, moldes, alambres, útiles de roscar, bombas, lavadoras industriales, monitores, cámaras fotográficas y de video, radiograbadores, teléfonos celulares, lámpras, árboles de navidad, botones, herramientas de mano, etc.
El gobierno decidió eliminar las licencias no automáticas sobre las importaciones de 576 productos, que alcanzaban principalmente a bienes provenientes de los países del Mercosur y que representan cerca del 10% de las compras totales al exterior.
Los artículos alcanzados por esta decisión son papel, artículos para el hogar, juguetes, calzado, motocicletas, cubiertas de bicicletas, pelotas, productos textiles, manufacturas diversas, partes de calzado, productos metalúrgicos, hilados, tejidos, neumáticos, tornillos, autopartes, y vehículos. Si bien en un primer momento parecía que excluía a las bicicletas, una fuente confió a LPO que se incluyeron en el decreto todos los componentes para su fabricación, lo que en los hechos es prácticamente como incluir al producto.
La resolución 11/2013 publicada hoy en el Boletín Oficial con la firma del ministro Hernán Lorenzino, el gobierno nacional derogó 17 resoluciones tomadas entre los años 1999 y 2011. Así, las importaciones de numerosos productos ya no tendrán que contar con el visto bueno de la Secretaría de Comercio Interior.
La medida se dio a conocer luego de que ayer el Indec publicara las cifras oficiales sobre la industria. Según el organismo oficial la actividad del sector se contrajo un 1,2% durante el 2012, con una fuerte contracción interanual durante diciembre del 3,8%. Y es que el sector industrial se vio fuertemente afectado a partir de la implementación de las Declaración Jurada Anticipada a la Importación (DJAI) que impuso Guillermo Moreno el año pasado, complicando la importación de insumos básicos.
Por otro lado, el superávit de más de 12 mil millones de dólares conseguido mediante este mecanismo, superior al objetivo del Secretario de Comercio Interior de los U$S10 mil millones, motivó este relajo en las restricciones. En una entrevista concedida al diario BAE, el funcionario explicó que “La discusión del año 2012 fue el superávit comercial, y la discusión para el año 2013 es la competitividad de la economía”, insinuando así cierta liberación en el comercio internacional.
Además, en diálogo con el diario oficialista Página 12 Moreno había dicho que "En la medida en que los precios internacionales se estabilicen, los empresarios podrán hacer una mejor planificación para buscar competitividad y el Gobierno podrá relajar sus políticas de control a las importaciones".
Desde la Cámara de importadores señalaron que se trata de una medida “objetivamente interesante, somos cautos pero creemos que se avanzó en una buena dirección”. El vocero de la entidad Miguel Ponce destacó que la iniciativa “simplifica las problemáticas del comercio exterior”, que se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza cuando el gobierno implementó las DJAI. Lo que pasaba era que al pisarse con Las licencias no automáticas, generaban todo tipo de meollos burocráticos.
"A partir de que salió la resolución que implicaba las licencias no automáticas era prácticamente una redundancia. O sea las declaraciones juradas (DEJAI) hicieron innecesarias las licencias no automáticas. Lo que hicieron fue duplicar gestiones, y generar incongruencias ya que había productos que tenían licencias no automáticas no aprobadas y por otro lado las DEJAI paradas o viceversa. Con lo cual era una contradicción", opinó.
“Permitirá una mejor utilización de los recursos públicos y privados, que podrán volcarse a misiones para explorar nuevos mercados”, sostuvo Ponce. Su diagnóstico coincidió con el de Moreno: en un contexto de crisis mundial en donde los mercados internacionales son invadidos por mercadería a precio de remate, las trabas a la importación se convertían para el gobierno en una herramienta necesaria. Ahora que Estados Unidos y Brasil empiezan a repuntar, “los precios van a reflejar la estructura de costos, no como antes que podían hasta estar por debajo”, agregó el vocero de la entidad.
Por su parte, el economista Dante Sica comentó que "La medida no significa un cambio en el rumbo de la política comercial, o sea, no estaría apuntada a liberalizar el comercio exterior", indicó Sica en una nota.
El especialista consideró que "de hecho, no se dispone ninguna modificación sobre la Declaración Jurada Anticipada a la Importación (DJAI), que en la práctica funciona como una LNA sobre todo el universo arancelario".
"Por tanto, el grado de discrecionalidad sobre los permisos de importación que poseen actualmente las autoridades no se ve acotado por la derogación del régimen de LNAs", añadió el economista.
Sica aseveró que "hay que tener en cuenta que el endurecimiento de la política comercial durante 2012 formó parte de una estrategia más amplia del gobierno frente a la reaparición de la restricción externa, o sea, la escasez de divisas". "Restricción que si bien podría ser algo menos severa este año, se mantendrá vigente. Y por tanto, también permanecerá intacta la estrategia del gobierno para sortearla, que es proteger el superávit comercial, dado que se trata de la principal fuente de ingreso de dólares para la economía argentina", aseguró el ex secretario de Industria.
“Además, hay que tener en cuenta que la derogación del esquema de LNAs se da en paralelo con la publicación de la lista de 100 productos para los que Argentina elevó el tipo de importación (hasta el 35%) por encima del arancel externo común del MERCOSUR. En este sentido, la norma dictada en el día de hoy permitiría mantener cierta protección adicional sobre algunos productos antes alcanzados por las licencias no automáticas, pero no por una medida unilateral de la Argentina sino vía un mecanismo negociado en el marco del bloque”, remarcó el director de la consultora Abeceb.
“Argentina tiene pendientes tres pedidos de constitución de panel en el marco de la OMC, que nombran como medidas objeto de la controversia a las LNAs. De manera que su eliminación también podría pensarse como una demostración de buscar la facilitación del comercio por parte del país frente al Órgano de Solución de Diferencias”, concluyó.