Javier González Fraga es un economista devenido empresario y político. Pero cuando se le pregunta cómo se define responde: “yo hago docencia”. Recibió a Clarín en uno de los ambientes de su departamento. Sentado en un escritorio, con un par de libros de fondo con la inscripción de Keynes (González Fraga es un estudioso de la obra del economista inglés) explicó que “en política no es aconsejable decir algunas cosas. Pero yo las digo. Por eso sostengo que hago docencia”.
¿Los aumentos que el Gobierno dio a conocer por estos días, son un ajuste o no?
Por supuesto que son un ajuste. El Gobierno no quiere usar esa palabra y agrede a todos los que la usan. Pero sin duda hace un ajuste en el ritmo de devaluación, en el aumento de tarifas y en el incremento de los impuestos. Además, intenta cerrar las paritarias del año que viene en 20%. Y el ritmo de crecimiento del gasto público pasó de 40% en octubre de 2011 a la mitad.
¿Qué consecuencias tendrá esto?
Menos actividad económica. El enfriamiento es muy marcado y no creo que los pronósticos de recuperación para 2013 se cumplan.
¿El ajuste puede tener consecuencias políticas?
Pregúntele a las provincias. La Nación disminuyó las ayudas a las jurisdicciones y los subsidios suben a un ritmo menor. Si esto que hace el Gobierno no es un ajuste de la economía, ¿qué es un ajuste?
¿No cree que el Gobierno impulsará la demanda?
Sin duda lo hará. Pero eso será más cerca de las elecciones. Subirá el mínimo no imponible, dará aumentos a los jubilados y aumentará la expansión al que aumenta la inversión pública. Es un combo peligroso.
¿Por qué peligroso?
Porque aumentará más la inflación. Pasaremos a un rango entre 25% y 30%. Y esto generará problemas sociales. Los saqueos que vimos los otros días no son 100% organizados. Si no hay pólvora la chispa no enciende. Hay una sensación de que durante diez años nos dijeron “tenés derecho a todo sin hacer ningún esfuerzo”.
¿Las correcciones no sirven para aliviar la caja y bajar la tensión inflacionaria?
No. Es cierto que la inflación tiene un componente fiscal y monetario. Pero tiene una gran parte de expectativas. Si uno hace todos los deberes, frena la expansión fiscal y no detiene las expectativas está en el peor de los mundos.
¿Usted qué propone?
El Gobierno podría hacer todo lo que hace ahora y decir “la inflación el año que viene no superará el 20% por todo esto que hago”. Pero como no lo dice, no logra frenar las demandas salariales y las expectativas de los empresarios van desde 20 a 40%.
¿Por qué la Argentina lleva 6 años consecutivos de inflación de más 20% y el país no estalló?
Porque la soja y la minería generaron un fuerte superávit comercial. Eso permitió duplicar las importaciones que, en cualquier otro período pasado de la Argentina, habría generado una crisis en el balance de pagos. También ayudó la baja capacidad instalada de la industria cuando empezó la recuperación. Pero si a partir de ahora no se estimula la inversión no se puede seguir creciendo. Y esto es un problema para el Gobierno: su incapacidad para generar inversión.
¿El oficialismo no hizo nada para que esa inflación no aumentara más?
Sí. Tomó medidas como pisar el tipo de cambio y contener el precio de la carne.
¿Qué pasará con el dólar?
El Gobierno seguirá con una política que es igual a la de la Tablita de Martínez de Hoz. Pasó de devaluar al 10% al 18%. Creo que es una política errónea. Es preferible hacer movimientos más fuertes pero sorpresivos y no jugar al póker con las cartas dadas vueltas. Hoy todo el mundo sabe que el Central puso un nuevo ritmo de devaluación.
¿En indicadores sociales la Argentina hoy está mejor o peor que en los noventa?
Mejor. Pero desde hace cuatro años que retrocedemos en materia social. Hay bronca porque se ve la corrupción.
¿Cuál sería el peor error que pudiera cometer el Gobierno en 2013?
Generar una nueva oleada de pobreza. Algo como ocurrió en 2001. Pero si se apalanca en la soja, toma crédito barato y sigue poco endeudado, no habrá crisis.
¿Cómo ve a la oposición para 2013?
Será el año en que muestre que tiene hambre de poder.
“El 2012 marca el final del modelo que ya se venía anticipando varios años antes, pero que en términos económicos es el peor año del kirchnerismo ”, advirtió ayer el diputado de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay , para quien la economía argentina este año “no creció, destruyó empleos, la inflación siguió subiendo, la pobreza volvió a subir, la distribución del ingreso empeoró y mostró un Gobierno que está totalmente falto de reflejos ”.
El ex jefe del Banco Central planteó, además, que a deferencia de 2009 cuando cayó la economía pero también la inflación, este año “la economía se estancó, pero la inflación subió tres o cuatro puntos y va camino al 30% porque lo único que le queda al Gobierno es un Banco Central que emite pesos a un 40% anual”.
“Este ha sido un año de caída del salario real de bolsillo por la inflación y la política fiscal del Gobierno de cobrarle cada vez más impuestos a los asalariados que cobran menos y después dicen que son progresistas”, se quejó Prat Gay y vaticinó: “Ahora la propuesta progresista de ellos es, eventualmente, modificar un poco el mínimo no imponible y ponerle un tope a las paritarias del 20% con una inflación del 30%. Esto no se sostiene y no se sostiene porque así terminan los procesos populistas que necesitan la emisión para contener la gestión”.
Prat Gay está convencido de que en 2013 habrá mayor emisión de moneda e incentivación del consumo, pero consideró que esas medidas volverán a impactar negativamente sobre la inflación y por tanto en la generación de empleo y la presión fiscal.
Para el diputado de la Coalición Cívica, el 2013 requiere de un plan macroeconómico y la idea del Gobierno de “prenderle la vela a la soja y a Brasil no es una estrategia de crecimiento económico”.