La ciudad con más de 35 º C a las seis de la tarde se transformó en un caos el miércoles pasado. El corte del suministro eléctrico fue de magnitud considerable: afectó inicialmente a unos 450 mil usuarios. La contingencia de afrontar un corte de suministro entra dentro de lo previsible en la gestión de un sistema eléctrico; los ha tenido Nueva York (1965); Argentina (1974, 1988; 1998); Brasil (2001); Italia; Japón (2011). La lista en modo alguno es exhaustiva. Lo importante es cómo se gestiona la reposición del corte por parte de las empresas y de las autoridades estatales cuya responsabilidad es indelegable. Es importante lo que se dice, cómo se dice y naturalmente lo que hace.
También, y lo mas rápido que sea posible, la ciudadanía debe estar bien informada sobre las causas y las acciones coordinadas que se toman para reponer el servicio; y, muy importante, el tiempo en que cada acción será llevada a cabo.
El corte dejó en claro varias cosas. Algunas de ellas de alto valor político; otras de carácter técnico; y otras para el anecdotario.
Lo primero que intentaré es decir qué pasó realmente. Para eso lo mejor es recurrir a nuestros colegas, los ingenieros electricistas argentinos, a muchos de los cuales conozco personalmente y que trabajan en Cammesa. El parte de fallas que se consigna en “Eventos de Falla” correspondientes a ese día 7 de noviembre dice lo siguiente:
“A las 18.03 hs. desenganchó Línea 220 KV Costanera- Hudson 2 y 18.04 lo hizo la Línea Nº 1, simultáneamente desenganchó la TG 02 de Barragán y P. Nuevo 7 (ambas máquinas generadoras). A las 18.09 se pierden las cuatro líneas de 132 KV que unen las Centrales Costanera y Dock Sud y salen de servicio numerosas máquinas generadoras (otras). Como consecuencia de ello se producen 1400 MW de cortes …”
Como se desprende del texto, se trata de un evento mayor por la cantidad de elementos puestos en juego (grandes centrales; líneas de transmisión y demanda cortada) y de muy corta duración. Todo ocurre en seis minutos; en realidad en espacios de tiempo mucho más cortos: las protecciones actúan automáticamente en milisegundos.
El segundo elemento interesante que figura en el parte de Cammesa es el que transcribo: “A las 21.10 hs. se informa que la falla en la Línea 220 KV Costanera- Hudson 2 (la primera que salió de servicio) se ha detectado a 8 Km. de la ET Hudson y el personal de Edesur está próximo al lugar para su reparación”.
Este párrafo tiene una importancia singular porque fue escrito a las 21.10 hs. del miércoles y derrumba los dichos del ministro de Planificación del día posterior en la conferencia de prensa respecto a la “teoría del sabotaje” que impulsara la denuncia penal. Además, revela que el ministro -como mínimo- desconocía los hechos.
En lo relativo al hecho en sí me interesa destacar lo siguiente:
1) Ninguna autoridad gubernamental se puso al frente de la crisis. Nadie salió a dar la cara por los medios masivos de comunicación.
2) Los semáforos dejaron de funcionar y las autoridades públicas no atinaron siquiera a enviar vigilantes para dirigir el tránsito, por lo menos a los semáforos vitales para el flujo vehicular (Av. 9 de Julio; Corrientes, Santa Fe), dejando en evidencia que no había plan de contingencia para esta circunstancia. Buenos Aires es una ciudad que cuenta con cuatro fuerzas policiales.
3) Edesur atribuyó el siniestro a un exceso de demanda, cometiendo un grueso error ya que la de ayer fue una demanda normal para un día caluroso y de ningún modo una temperatura record. La Secretaría de Energía y el ENRE estuvieron ausentes.
4) El ministro De Vido dio una conferencia de prensa 18 horas después del corte y cometió gruesos errores:
a) Atribuyó la falla a un sabotaje sin ningún fundamento. No mostró ningún peritaje o informe técnico que avale esa hipótesis; contradijo los partes.
b) Sostuvo que el sistema eléctrico “funciona perfectamente” y que en el verano no habría problemas de suministro.
c) Su aporte fue anunciar una denuncia penal. Sería importante que difunda los fundamentos técnicos de la misma. Así como también el informe técnico de las empresas Edenor; Edesur; del ENRE y de Cammesa.
d) Finalmente, descalificó a ex funcionarios del área energética comparando situaciones técnicamente incomparables y suministrando datos técnicos y fechas erróneas en sus argumentos.
El sistema energético argentino atraviesa una crisis estructural muy profunda que ha sido diagnosticada por múltiples especialistas, académicos y políticos. Su resolución será larga y costosa. Sus causas en gran parte obedecen a decisiones erróneas del actual equipo de conducción ministerial. La población debe saber que, en general, las empresas de servicios públicos de electricidad se encuentran en muchos casos al borde de la cesación de pagos por la ilógica política tarifaria oficial aplicada desde 2003. Esto dificulta el proceso inversor tanto en mantenimiento como en incorporación de nuevas instalaciones para abastecer la demanda.