Las cuatro empresas afectadas al contrato de distribución del fueloil y gasoil importado (Navisupe, Petrotank, Maruba y Horamar) habían presentado una propuesta para apagar el fuego encendido con los despidos o, peor aún, con las suspensiones de personal (que por 90 días no percibe ningún tipo de ingreso).
En total, la oferta que los armadores le habían llevado a Carlos Alfonsi y Alejandro Luchetta -los directivos de YPF a cargo ahora de la logística de importación de combustibles para las centrales térmicas generadoras de electricidad- sumaba un monto total de 110 millones de pesos.
Pero cuando la propuesta llegó a manos de Juan Manuel Abud (Cammesa, que contrató a YPF para que reemplazara a Glencore y Vitol en la logística de abastecimiento) fue devuelta con otro número: $ 85 millones, que debían repartirse entre todos los buques tanque afectados al sistema. Además, con Axel Kicillof, viceministro de Economía presente, se les comunicó a los armadores que se emplearían sólo algunos barcos por algunos meses sin una planificación efectiva. A la reunión en el Ministerio de Trabajo, asistieron también el sindicalista Juan Carlos Pucci; el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, y la secretaria de Trabajo, Noemí Rial.
Inesperada, también, fue la presencia de Omar Suárez, que se presentó como titular del SOMU y como director de uno de los armadores contratados.
Testigos de la reunión señalaron que Suárez defendió enérgicamente el proyecto nacional. Incluso cuando no puede desconocer que la propuesta del Gobierno torna económicamente inviable la operación de las empresas que emplean a trabajadores argentinos, los primeros en sufrir los embates de la falta de empleo de los buques...
Lo que seguro otros no podían desconocer es que el Estado, con Enarsa, emplea un buque como el Toba Pegaso, con un contrato de US$ 42.000 por día. Este buque es de casco simple, justamente el tipo de buques que Cammesa no quiere emplear para el cabotaje de hidrocarburos. Quiere casco doble (mucho más modernos) y ofrece US$ 25.000 por día.
Diligente, Kicillof prometió revisar los números de cuando la energía en el Gobierno era una fiesta.
Cammesa, la historia sin fin