Henrique Capriles, candidato único de la oposición para las presidenciales de octubre, lleva en la combi que lo transporta por cada uno de los pueblos que visita un cargamento de gorras con el tricolor nacional que identifican su campaña, una bolsa llena del mismo modelo camisas y vitaminas para prevenir los resfriados en días de sol y lluvia como este jueves. El 12 de febrero pasado, los votos de la oposición lo eligieron para que enfrentara a Hugo Chávez en las elecciones del próximo 7 de octubre, en las que el comandante-presidente aspira a reelegirse por tercera vez para completar un mandato consecutivo de 20 años.
Las más recientes encuestas indican que el margen de ven- taja que mantuvo Chávez hasta junio pasado se acorta y que a, dos semanas de los comicios, existe un empate técnico entre ambos candidatos. Pero más que en los estudios de opinión e intención de voto, Capriles confía en el pulso de las calles que recorre y en el ojo atento de sus seguidores en las mesas electorales. Chávez, mientras tanto, busca en los últimos días de campaña reagrupar a sus electores, desmovilizados por la idea de que el triunfo de la revolución ya estaba garantizado.
¿Cómo defenderá sus votos? Hay algunos opositores que creen que será difícil "cobrar" una eventual victoria.
¿Y cómo he cobrado yo todas (mis victorias como alcalde y gobernador)? ¿Acaso me las han regalado? Los votos se defienden cuidando las mesas electorales.
Hay un equipo responsable de coordinar ese proceso.
La bancada oficialista ha dicho que investigará la legitimidad de los fondos de su campaña. ¿De dónde sale el dinero?
-Que me investiguen, que me interpelen, yo voy a donde quieran. Pero vamos a investigar al Gobierno también. Esta es una campaña absolutamente desigual.
Saca la cuenta de cuántos afiches míos ves por la calle y cuántos ves de Chávez. En esta campaña, cada municipio y cada partido que me apoya busca sus propios recursos.
Hemos vendido miles de gorras tricolor en Venezuela. Hacemos cenas, rifas. Pero ésta no ha sido una campaña basada en la publicidad ni en cuantiosos recursos. Se ha basado en un recorrido mío, titánico, por toda Venezuela, dejando el cuerpo y el alma. El corazón de la campaña he sido yo. Desde que fui electo candidato en febrero, le he dado tres vueltas completas a Venezuela, he ido a pueblos que no visitaba un candidato presidencial desde la primera campaña de Carlos Andrés Pérez, hace muchos años.
-En la alianza opositora, la Mesa de la Unidad Democrática, hay más de veinte partidos, de izquierda y derecha. ¿Con quién gobernaría de todos ellos?
-Con los mejores. No se trata de hacer un reparto de cuotas de poder entre los partidos, ésa no es mi visión de la política.
-La política exterior de Venezuela se ha sostenido sobre la política petrolera. ¿Qué haría usted, por ejemplo, con Petrocaribe?
-La política de la petro-chequera se va a acabar. Con Cuba, debemos sincerar las cuentas (del intercambio de 100 mil barriles diarios de petróleo por servicios): pagando a los médicos y todo lo que se recibe de Cuba, aún sobran 3 mil millones de dólares, que ahora van de regalo. No podemos seguir regalando el dinero. Yo no estoy aquí para mantener ningún modelo político de ningún otro país, ni para sostener a un partido de otro país. No se va a regalar ni una gota más de petróleo, va a ser invertido en Venezuela para beneficio de los venezolanos, de los más pobres. Y más que (los negocios petroleros con) América Latina, me preocupa lo que estamos haciendo con Irán, con China. China es un socio muy importante para Venezuela, estoy seguro de que con ellos podemos sentarnos a revisar lo que no sea conveniente para nuestro país.
-Habrá una transición de tres meses entre las elecciones y la instalación de un hipotético nuevo Gobierno. De resultar electo, ¿no t e m e q u e e l chavismo tome medidas que comprometan su gestión como por ejemplo dar poderes especiales a Chávez como ya lo hizo alguna vez el Parlamento?
-Sería una locura. Nosotros creemos que por el contrario hay que presentar una ley de transición.
Lo que tiene que hacer el actual Gobierno es preparar sus cuentas para entregar. Ahí no los salva nadie. Hay un proceso electoral y una obligación constitucional: usted pierde, usted entrega. No hay aventuras.
-¿Cuáles son los líderes o movimientos de la región que son para usted referentes políticos?
-No soy de los que siguen a una persona sino a una visión. Viendo a América Latina, creo que el de Brasil ha sido un modelo exitoso y es un referente positivo que podemos seguir en Venezuela.
Sudor. Henrique Capriles es el candidato que intenta impedir que Hugo Chávez sea reelecto el 7 de octubre.