Latinoamérica, un escenario de crecimiento para inversiones

Más de 250 líderes de la industria participaron de la última “Cumbre y Mesa Redonda de Inversores de LAVCA” (Latin America Private Equity and Venture Capital Association) a fines de 2011, incluyendo fondos de inversión, firmas de venture capital, asociaciones, organismos reguladores y asesores para explorar las tendencias del mercado.
Según los reportes de LAVCA, 2010 fue un año record para el fund raising en Latinoamérica, con un total de u$s 8 billones de capital invertido, ranking que es ampliamente liderado por Advent y Southern Cross. La actividad de los fondos de inversión siguió batiendo récords en 2011, con un total de u$s 5 billones de capital comprometido para inversiones en la región durante la primera mitad del año, habiendo sido u$s 3 billones de este total destinados únicamente a Brasil. Mientras estos niveles de inversión pudieran sugerir que el mercado ha llegado a una meseta, el consenso general es que nos encontramos un momento muy propicio para entrar en Latinoamérica, ya que aún existen muchas oportunidades en áreas, como por ejemplo infraestructura, aplicaciones de internet y telefonía móvil, penetración de banda ancha, agricultura, educación y servicios de salud.
Asimismo, durante 2011 el mundo fue testigo de una alteración del orden natural de los mercados, donde Latinoamérica motorizó gran parte del crecimiento global, mientras que las economías desarrolladas comenzaban a sumirse en un período de depresión que aún persiste en la actualidad. Este escenario ha convertido a nuestra región en un mercado más atractivo a la hora de captar inversión. A consecuencia de esto, inversores norteamericanos, europeos y asiáticos, muchas veces materializados en la forma de nuevos fondos de inversión, continúan volcándose a Latinoamérica para aprovechar lo que pareciera ser la continuación de un período de bonanza.
A lo largo de las dos últimas décadas, el ecosistema de negocios latinoamericano ha cambiado significativamente en términos de crecimiento demográfico. Esto fue resultado de una combinación de factores muy disímiles como por ejemplo el efervescente ambiente político en Venezuela, la mayor estabilidad económica en Argentina, la multiplicación de inversores locales en México, Colombia, Perú y Brasil, así como también la mayor inseguridad en algunas regiones, como por ejemplo México, donde la creciente ola de violencia derivada del narcotráfico ya se ha cobrado un centenar de víctimas. Estos cambios, en la mayoría de los casos, han propiciado el movimiento del capital y el florecimiento de las inversiones en muchos países, que en varias ocasiones provienen de las actividades de fondos de inversión.
Como se observa en la industria de fondos de inversión, somos testigos de cambios estructurales que han propiciado el florecimiento de la industria de “venture capital” en Latinoamérica. En algunos países, el esfuerzo de los gobiernos por promover esta industria y las condiciones económicas positivas han incentivado a los inversores a considerarlos como buenas alternativas, intentando replicar la experiencia en inversiones exitosas en otros emergentes como India o China.
Este escenario se vio reflejado en los resultados de una encuesta de LAVCA 2011, que sugiere una fuerte confianza en la región, con un 68% de ejecutivos de fondos de inversión respondiendo que incrementarán sus compromisos de capital para América Latina dentro de los próximos 36 meses. Adicionalmente, 54% de los entrevistados describió la perspectiva económica de Latinoamérica como “positiva” o “muy positiva”. El panorama luce promisorio incluso para Perú, dónde las últimas elecciones resultaron en una fuerte caída de la bolsa local del 12,5%, ya que el 38% de los entrevistados respondieron que el resultado de las elecciones no tendrán un efecto negativo de largo plazo en sus decisiones de inversión.
En resumen, el escenario actual en Latinoamérica sigue ofreciendo un buen prospecto de crecimiento; sin embargo, aún persisten ciertos desafíos que los gobiernos locales, los inversores y la comunidad de negocios en general tendrán que seguir monitoreando para que la región continúe siendo atractiva para el inversor extranjero. La buena noticia es que las expectativas para Latinoamérica continúan siendo altas para los ejecutivos de los fondos de inversión, principalmente por la baja cantidad de “deal flow” en economías desarrolladas y la lenta recuperación de la reciente crisis económica que las aqueja.