El análisis de Oscar Prieto, CEO de Pan American Energy
Durante los últimos días, los medios han reflejado un amplio debate sobre la explotación de los recursos hidrocarburíferos y de combustibles en general. Debate necesario que esperamos culmine encontrando soluciones a los problemas de coyuntura presente y brinde oportunidades de desarrollo para las actuales y próximas generaciones de argentinos. Tratando de contribuir positivamente al mismo, me permito los siguientes comentarios.
Quizás valga la pena comenzar por recordar una premisa fundamental: Argentina guarda en sus entrañas más que suficientes recursos de hidrocarburos, convencionales y no convencionales, para satisfacer las necesidades de desarrollo de muchas generaciones de compatriotas. Debemos establecer, rápidamente, un marco de reglas firmes y articuladas. La urgencia viene del hecho de que estos emprendimientos requieren tiempos medianos y largos de maduración y el costo de las demoras resultará demasiado gravoso.
Pan American Energy es un claro ejemplo que refleja que, dadas las condiciones mínimas, se pueden obtener resultados extraordinarios, por eso decidí mostrarlo para tratar de contribuir positivamente al tema.
El 3 de mayo de 2007 se firmaba en la provincia de Chubut el “Acuerdo para Implementación de un Compromiso de Inversiones en Áreas Hidrocarburíferas”. Acuerdo similar se firmaría con la provincia de Santa Cruz. El mismo sirvió para romper la lógica de la caída de inversiones de otro período similar aumentando el nivel de actividad y el horizonte de trabajo.
¿Qué fue acordado con las provincias? Vale la pena mencionar dos puntos claves. Primero: el período de concesión se extendió en diez años, pasando del 2017 al 2027. Con un horizonte de largo plazo la industria puede encarar los grandes niveles de inversión requeridos por el tipo de actividad que nos ocupa. El segundo aspecto clave es que estableció un horizonte de precios. A cambio nos comprometíamos a determinados montos de inversiones, a incorporar un aporte especial del 3% sobre los ingresos netos que se sumaba a las regalías; a pagar u$s160 millones para diversos fondos provinciales; a garantizar préstamos para pymes locales y a desarrollar un programa de becas de estudio.
Los resultados no podrían haber sido mejores. En lugar de los u$s1.680 millones comprometidos, PAE invirtió u$s4.014 millones sólo hasta el momento, además de cumplir con el resto de las obligaciones. Esto permitió al Golfo San Jorge tomar el liderazgo en términos de producción y reservas, tal como lo muestra el último documento de la OFEPHI.
Cabe destacar que en el período que va de esa firma hasta hoy surgieron varios eventos que incidieron sobre la actividad. El primero de ellos fue la modificación del régimen de retenciones a la exportación a través de la resolución ME 394 del 2007. Esta establece un tope máximo a percibir por el exportador del crudo de u$s42 por barril. Su efecto fue parcialmente compensado por el sistema de Petróleo Plus, hoy suspendido por decisión de la Secretaría de Energía. El otro dato, no menor, es que los costos de operación e inversiones en dólares, continúan aumentando extraordinariamente. A manera de ejemplos puedo mencionar el costo de perforación de un pozo tipo cuyo valor era de u$s1.109.000 en el 2007 y que hoy cuesta u$s2.423.000. Por su lado el costo laboral se incrementó en el 151% y el de los equipos de perforación en 195%, ambos en dólares, durante el mismo período
A pesar de todas las dificultades PAE siguió adelante en Chubut y en otras áreas del país. Los resultados han sido excelentes y a modo de ejemplos voy a mencionar algunos:
1. Entre el 2001 y el 2011, la producción de petróleo de PAE creció de 79 mil barriles diarios a 114 mil barriles/día; o sea 44%, y la producción de gas creció de 10 millones de m3/d a 20 millones de m3/d, es decir un 100%. La participación de PAE en la producción combinada de petróleo y gas pasó del 9% del total del país al 18%.
2. Las reservas de gas y petróleo de PAE crecieron un 41,5% pasando de 1.000 a 1.415millones de barriles de petróleo equivalente.
3. Para hacer esto posible invertimos u$s7.550 millones en los últimos diez años, de los cuales u$s1.040 millones, corresponden al año pasado.
4. Fueron alcanzados grandes efectos intangibles tales como: modernización de la operación, gran desarrollo de infraestructura eléctrica; incorporación de tecnología de punta en recuperación secundaria; seguridad; capacitación del personal y desarrollo de gran cantidad de pymes locales.
Lo que hemos presenciado durante estos días es un duro debate sobre los temas energéticos y esto es definitivamente necesario y saludable. Todo debate que quiera ser productivo y rico debe atravesar distintos momentos, pero el trascendental es el momento del dialogo franco y abierto, donde generalmente aparecen las soluciones o alternativas que hoy todavía no han sido puestas en palabras.
La explotación de las inmensas reservas de petróleo y gas convencionales y no convencionales existentes en el país, no sólo nos va sacar del déficit actual sino que, el tamaño de la inversión necesaria y las características de la explotación, van a traer como consecuencia una generalizada reactivación de la economía, una generación enorme de empleos y un desarrollo tecnológico único en el país
Quienes no conocen del tema quizás no sean conscientes de la magnitud del esfuerzo. Sólo para el desarrollo de las reservas no convencionales, será necesario invertir más de u$s20 mil millones anuales durante las próximas décadas, dinero que no parece que pueda provenir exclusivamente de las arcas públicas. Al mismo tiempo, este tipo de explotación es mucho más intensiva en uso de mano de obra y logística en general que las convencionales y esto va a generar un gran efecto multiplicador para la economía.
¿Cómo se hace? El diálogo es indispensable y también una mirada hacia algunos buenos ejemplos históricos como los que acabo de relatar y que, por fortuna, no son los únicos. Esto nos va a permitir encontrar la fórmula para salir de esta situación complicada. Tenemos todo lo necesario, sólo nos falta ponernos de acuerdo en el cómo.