Por María López
En un país como España, con casi 360 días al año de sol, la energía solar se lleva considerando mucho tiempo como una alternativa real al petróleo y sus derivados para conseguir que el planeta no se nos quede un día a oscuras.
La energía solar es un campo en el que nuestro país está bastante avanzado porque tenemos muchas horas de sol al día y por los compromisos europeos y mundiales en instalación de energías renovables y el objetivo principal es la reducción de reducir la gran dependencia energética exterior e incrementar por lo tanto, la autonomía en materia energética. Esto ha hecho que España sea uno de los primeros países del planeta en investigación, desarrollo y aprovechamiento de la energía solar.
Dentro de ella, se pueden distinguir dos tipos de energía, de modo que por un lado está la fotovoltaica y por otro, la termosolar que se obtiene a través de la radiación directa en un punto o en una línea con la que se obtendrá el vapor necesario para que una turbina acoplada a un generador produzca electricidad. Esta energía tiene una particularidad que la hace diferente al resto y es, según la Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica, Protermosolar, "su capacidad de almacenamiento térmico, de forma que pueden despachar la electricidad cuando se necesite, incluso de noche. El calor que se genera, se puede almacenar en unos tanques de sales fundidas y esto sitúa a la termosolar como una de las energías renovables aptas para carga base al poderse mantener un suministro eléctrico ininterrumpido situándolas en las regiones adecuadas".
Esta ventaja se compensa con la dificultad de llevar a cabo una instalación de energía termoeléctrica, algo que por ejemplo no ocurre con la fotovoltaica. A pesar de esto, según Protersolar, "los costes se están reduciendo gracias al avance en la curva de aprendizaje y las inversiones en I+D+i y se puede alcanzar la paridad de red entre 2015 y 2020 aproximadamente, lo cual convierte a la termosolar en una solución eficaz para un suministro renovable con garantía de suministro en las zonas aptas para ello".
El otro inconveniente es que su emplazamiento está limitado a unas zonas concretas con una radiación solar directa suficiente como por ejemplo ocurre en España, el norte de África, China, India, Estados Unidos o Chile. Además, tiene que haber una "orografía adecuada, generalmente zonas planas y la disponibilidad de recursos hídricos en distintas cantidades según el diseño de la central", apunta Protermosolar.
Su futuro parece bastante brillante, y es que la implantación en los lugares en los que se puede está teniendo un crecimiento importante, además de que la energía solar fotovoltaica está comenzando a desarrollarse en los hogares. "Allá donde es posible su ubicación, ya se están dando los pasos para su implantación, con lo cual tiene un futuro de crecimiento bastante prometedor, en el caso de la energía solar fotovoltaica, su posibilidad como fuente de generación distribuida la hace esencial para el autoconsumo en los hogares". ¿Tendremos una casa energéticamente autosuficiente en unos años?