Luis del Rivero (Murcia, 1949) fue presidente de la compañía Sacyr Vallehermoso, la quinta constructora del país, entre noviembre de 2004 y octubre de 2011. Fecha, esta última, en la que un tenso consejo de administración decidió destituirle debido al enfrentamiento de la constructora y Repsol surgido a raíz de la alianza de Sacyr con la mexicana Pemex para tomar el control de la petrolera española. Luis del Rivero rompe su silencio en esta entrevista concedida a La Opinión de Murcia, del mismo grupo editorial que FARO DE VIGO, semanas después de ser despedido y unas horas antes de recoger el premio como ingeniero del año del Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos murciano. No habla ya de la compañía en primera persona, pero sigue defendiéndola como suya, no en vano, el 90 por ciento de su patrimonio está en la empresa que fundó en Murcia. Se ha sentido engañado y víctima de una campaña de "descrédito y malevolencia", tanto en su acercamiento al BBVA, como ahora en Repsol.
–¿Se ha sentido traicionado con su destitución al frente de Sacyr Vallehermoso?
–El 29 de agosto se aprobó la operación con Pemex con 19 votos a favor y ninguno en contra, una mayoría aplastante que respaldaba una operación que iba a ser muy buena para la compañía. Después, el pasado 20 de octubre no conté con esa mayoría. Hubo una mayoría de consejeros que pensaron que había que darle otro enfoque a esa operación, y así es la vida… A pesar de tener el apoyo de ciertos consejeros, un apoyo que agradezco enormemente, entre ellos el murciano Tomás Fuertes, perdí la mayoría. Yo sigo siendo consejero de Sacyr y espero que le vaya magníficamente, ya que ahí tengo el 90 por ciento de mi patrimonio.
–Pero, ¿no siente que se le escapa su empresa de siempre?
–Deseo que vaya todo maravillosamente también ahora. Sigo estando en el consejo… Aunque bueno, tengo 62 años y estoy cerca de la jubilación… En la fundación de Sacyr intervinieron tres personas físicas y una jurídica, Sato, fundada por José Luis Garrigues. Una compañía que fundada en 1986, en 25 años ha conseguido trabajar en los cinco continentes, tener las obras más ambiciosas del mundo, como el canal de Panamá, el puente de Messina, la mayor desaladora que se está construyendo en Israel por obra extranjera, la mayor desaladora del mundo en Perth… Haber creado una compañía así, puntera en ingeniería, es algo muy importante.
–¿Por qué cree que se cambió de idea respecto a la operación con Repsol y Pemex?
–Jamás hemos pretendido en nuestra actuación en Repsol producir ningún desmantelamiento, ni ninguna venta parcial en absoluto. Al contrario queríamos reforzar, lo máximo posible, la compañía. Igual que el último descubrimiento, que yo llamaría redescubrimiento, ya que es una consolidación, esto es, que se puede aplicar la técnica del shale oil a los campos maduros de Vaca Muerta en Argentina, porque era un hallazgo conocido, hay que ponerlo en valor, replicando la operación que realizó la compañía con Sinopec en Brasil, o la propia Galp, también en Brasil. Refuerzan la compañía frente a hipotéticas exportaciones, y además dotan de fondos para la intervención de shale oil.
El empresario Luis del Rivero durante la entrevista.
–En foros regionales se dijo que Cartagena respiraba aliviada tras la retirada de la operación en Repsol, ya que la alianza con Pemex podría perjudicar a la refinería cartagenera…