La producción y la exportación van en aumento en el país. En la región, sin embargo, la relación costo-valor del producto aún hace que sea difícil pensar en emprendimientos a gran escala y con capacidad exportadora. * Más allá de esta realidad, hay dos fábricas en funcionamiento, así como varios proyectos en vías de desarrollo. El más importante se emplazaría en Coronel Suárez.
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, sorprendió a muchos, días atrás, al asegurar que la Argentina había logrado ubicarse en el primer lugar, a nivel mundial, entre los países exportadores de biodiesel. La realidad parece avalar sus palabras: mientras en enero de 2007 la Argentina vendió al exterior 50,2 toneladas de este combustible, en septiembre pasado comercializó 146.693 tn.
En la región, sin embargo, la industria del biodiesel no ha experimentado un crecimiento semejante. De hecho, más allá de varios proyectos que se hallan en etapa de evaluación, tan sólo hay dos emprendimientos funcionando, ambos en Tres Arroyos, y un tercero --de gran envergadura, vale aclarar-- que recién está comenzando a establecerse en Coronel Suárez.
¿Cómo se explica esta disparidad entre lo que sucede en el país y lo que ocurre en esta zona? Según referentes del sector, el dato fundamental a tener en cuenta es la poco conveniente relación entre lo que cuesta fabricar biodiesel en esta zona --donde es muy escasa la producción de soja, principal materia prima de este combustible-- y el valor de mercado del producto.
De acuerdo con datos de la Cámara Argentina de Biocombustibles, en el país se producen 2,4 millones de toneladas anuales de biodiesel, de las cuales 1,6 millones se exportan. El resto --800 mil toneladas-- se destina a cortar el gasoil que abastece al consumo interno (en una relación del 7%, que hacia fin de año será del 10%). De este modo, se terminan sustituyendo importaciones de gasoil por 900 millones de dólares.
En la región, sin embargo, aún no hay plantas productoras que trabajen a escala de exportación. De las dos que hay en Tres Arroyos, una --la de la Escuela Agropecuaria-- procesa biodiesel para autoconsumo; y la otra --propiedad de grupo de productores agropecuarios, denominada Biocombustibles Tres Arroyos SA-- vende su producción a empresas instaladas en Bahía Blanca.
En Coronel Suárez, en tanto, la empresa Greenline Industries Inc está a punto de instalar una planta de última generación con capacidad para elaborar unos 25 mil litros diarios de biocombustible, pero en un principio trabajará a una escala que sólo le permitirá vender su producción a nivel local y nacional.
Un paso más atrás vienen los proyectos que se están gestando en Coronel Pringles y Darregueira, donde recién se está evaluando la viabilidad de cada emprendimiento.
El ingeniero químico Osvaldo Bakovich, un referente en la materia, afirmó que pasará mucho tiempo antes de que nuestro país deje de ser uno de los principales productores de biodiesel del mundo, sobre todo porque posee una infraestructura en constante crecimiento.
"En los últimos cinco años nuestro país pasó de no hacer biodiesel a producir 3 millones de toneladas anuales. Además, existe un continuo crecimiento en materia de exportación", señaló.
Sin embargo, reconoció que existe una suerte de retraso en la explotación del mercado local, lo que provoca que no en todas las regiones sea viable producir biodiesel.
"Para instalar una planta de estas características, hay que evaluar dónde está la materia prima --soja principalmente, además de maíz, girasol y colza, entre otros-- y quiénes son los clientes", aclaró.
En ese marco, reconoció que en el sudoeste podría ser redituable la elaboración de biodiesel para consumo interno, pero si cambian algunos parámetros y precios del mercado de las oleaginosas.
"La cuestión está en que lo que allí se produce es girasol, y hoy en día es preferible vender aceite de girasol, que biodiesel elaborado a partir de ese aceite. En el sudoeste, no sé si hay que ir por el lado de los combustibles", dijo.
"Si alguien de la zona pone una planta para hacer biodiesel de girasol... le va a salir caro", añadió.
Incentivos
El doctor en Química Jorge Machetti, perteneciente a la Universidad Nacional del Sur, acotó que no es fácil explicar por qué el nivel de desarrollo del biodiesel en esta región es inferior al de otras zonas del país, aunque también apuntó al hecho de que quizá sea más rentable vender el aceite --o incluso los granos-- antes que usarlo para producir combustible.
Asimismo, destacó la necesidad de revisar los incentivos a la producción de biodiesel para la región.
"Tal vez se está favoreciendo alguna zona más prioritaria, en esta materia, que el sudoeste bonaerense", evaluó.
Bakovich señaló que en el sudoeste habría que resolver la cuestión del flete de aceite.
"Si se consigue aceite de soja con fletes a precios razonables, se podría pensar una producción rentable de biodiesel", aclaró.
"Con la suba del precio de los aceites, el combustible obtenido a partir de biodiesel pasó a ser más caro que el gasoil y muchos emprendimientos quedaron caducos. Es decir, los números no cerraban".
Guillermo Pailhé