La Argentina crecerá en 2020 al 3% per cápita porque no produce todo lo que podría en función de sus capacidades. Así lo pronosticó el economista y director del Instituto de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, durante su exposición en el 47 Coloquio Anual de IDEA, la semana pasada en Mar del Plata.
Su disertación estuvo enfocada en cómo las naciones se hacen competitivas y ricas. “Estados Unidos se hizo rico porque aprendió a hacer lo que nadie sabía hacer”, afirmó ni bien comenzó la charla. Según su visión, las naciones se diversifican, expanden su set de capacidades para lograr ser competitivas.
En los noventa Hausmann se hizo conocido por bautizar como “el pecado original de la Argentina”, el descalce de monedas entre la deuda (mayoritariamente en dólares) y la recaudación fiscal (en pesos).
En una entrevista con El Cronista al término de la conferencia, Hausmann habló puntualmente sobre la Argentina.
–¿En qué lugar se ubica la Argentina? ¿Se diversifica?
–La Argentina tiene más capacidades de las que uno esperaría dado su nivel de ingresos. No expresa en lo que produce sus posibilidades. Por otro lado, al país le es muy fácil expandir su set de capacidades porque está especializado en una cantidad de productos donde le es muy fácil moverse hacia otras cosas. Es decir que si la Argentina toma la decisión, tiene cómo transformarse muy significativamente.
–¿Que le falta para lograrlo?
–Varias cosas. Primero, la Argentina tiene que manejar su bonanza de recursos naturales, de la soja, por ejemplo, que lo está llevando a una apreciación muy fuerte de la moneda. Y ello se resuelve con ahorros nacionales. A pesar de la bonanza de la soja, el país va a tener equilibrio o déficit de la cuenta corriente, cuando en un período de bonanza debería tener superávit y un tipo de cambio real más competitivo. Y segundo, tiene que tener una estrategia, porque en estos momentos el sector manufacturero está viviendo una situación de desequilibrio. En ese punto, no entiendo por qué el país no podría ser un centro fundamental de producción de maquinaria agrícola, de agroquímicos, de una cantidad de áreas donde podría tener una gran fortaleza y no la tiene en el espacio de exportación. De hecho, la Argentina no es un jugador en el espacio de insumos del agro, por ejemplo. Hay mucho que se podría estar haciendo. Entonces me parece que el país no está aprovechando las movidas estratégicas que le serían más fáciles de aprovechar.
–¿Cómo evalúa la crisis internacional y qué impacto podría ocasionarle a la región y puntualmente a la Argentina?
–Creo que la Argentina vivió mucho de la expansión de la frontera agrícola y de los altos precios de la soja. Y eso va a ser una fuente más limitada de crecimiento hacia futuro. Creo que una estrategia de diversificación va a ser más adecuada para poder afrontar el crecimiento.
–¿Cree que los precios de los commodities van a seguir cayendo?
–No van a ser una fuente de crecimiento. Y la Argentina se está gastando toda la plata que está ganando. Para seguir creciendo, tiene que ser por volumen o por precios. Y yo no creo que pueda haber crecimiento de precios. En cuanto al volumen, el país tiene una fluctuación interanual por cuestiones climáticas, pero hay un nivel de tierras que todavía toleran una expansión.
–¿Cuál cree que es el principal problema de la Argentina?
–El problema es que hay muchos elementos de política económica que son insostenibles. La apreciación cambiaria, la inflación, la falta de una estrategia para reducir la suba de precios y la escasez de inversión en ciertos sectores básicos. La Argentina debería estar exportando energía y está importándola; no hay inversiones en gas, hay una cantidad de distorsiones que se le han creado a la economía que van a tener un impacto sobre el crecimiento.
–¿Para cuándo prevé este escenario? ¿En 2012?
–No tengo la suficiente información del país como para decir cuándo ocurrirá, pero lo que está claro es que con este set de reglas, el país va a pagar un costo significativo en términos de oportunidades perdidas.