Marcelo Bonelli
La UIA, conciliadora, pide “un desarrollo sustentable”
Clarín
El conjunto del movimiento industrial argentino solicitó anoche una estrategia económica que permita pasar de la actual recuperación económica a una política de “desarrollo sustentable”. Para eso, exigió instrumentar medidas que corrijan los desajustes macroeconómicos y fomenten la inversión fabril sostenida. Lo hizo
Ignacio de Mendiguren frente a la Presidenta y en la amplia convocatoria política y económica de la Unión Industrial Argentina para celebrar el Día de la Industria.
Hubo 15 gobernadores y toda la cúpula de la CGT.
“Debemos buscar el desarrollo sostenido –dijo– recalentando la inversión y profundizando la política industrial”. El líder fabril pidió también que termine la confrontación del Gobierno contra el sector empresario y para eso reclamó que se lleve adelante una política de acuerdos.
Fue todo en un tono conciliador con el Gobierno , para establecer canales de diálogos con funcionarios a los cuales les cuesta admitir los problemas. La UIA minimizo hablar de inflación y prefirió insistir con la pérdida de competitividad. De todos modos, puntualizó los temores y dudas que existen entre los empresarios por la política económica que llevará adelante un futuro gobierno de
Cristina Kirchner.
El discurso de De Mendiguren tuvo el apoyo de la plana mayor de la UIA y fue consultado con algunos líderes empresarios. Hubo una mención explícita a Techint y Arcor. Los hombres de negocios –en privad– desconfían del actual discurso conciliador del kirchnerismo y temen por el rumbo que se adopte a partir de diciembre próximo . Cristina Kirchner y Amado Boudou tienen una actitud moderada en todas las reuniones con hombres de negocios. En encuentros públicos como ayer y en otros privados repiten que el rumbo económico será racional . Actúan como ocurrió en la campaña presidencial del 2007 y también para calmar una fuga de capitales que no cesa : en agosto se fueron 2.500 millones de dólares y alcanza a los 14.700 millones en lo que va del año.
Pero en herméticas reuniones fabriles, sostienen que el Gobierno duda entre tres alternativas para enfrentar los desajustes económicos. Estas serían: La profundización del “populismo”, que implicaría desconocer los desequilibrios macroeconómicos y financiar esos desajustes apropiándose de nuevos fondos privados. En esa línea están las ideas expuestas por Roberto Feletti, que nunca fueron desmentidas por la Casa Rosada .
Son las que propician buscar nuevos fondos para mantener todo como está, avanzando sobre algunas de estas variantes: estatización del mercado de granos, estatizar las obras sociales o apropiarse de la renta petrolera .
No llevar adelante estas medidas “chavistas” y en cambio volver a endeudarse en el exterior, para obtener dinero que financie los actuales desequilibrios. Esto evitaría los ajustes, pero abre de nuevo la lógica financiera del endeudamiento.
Esta “vuelta a los mercados”, encaja con la propuesta que trasmitió Amado Boudou para que Hernán Lorenzino lo suceda en el Palacio de Hacienda.
Llevar adelante otra estrategia de fondo de aliento a la inversión y que profundice el desarrollo industrial . Esta es la que apoya la UIA, pero requiere de consensos, y una corrección de todos los desvíos que tuvo el modelo kirchnerista desde el 2007.
El discurso de anoche del titular de la Unión Industrial apuntó a darle un espaldarazo a ese rumbo económico . Los hombres de negocios creen que es un camino más difícil, pero el que garantiza mayor consistencia. También hoy exigirán una estrategia de crecimiento económico un conjunto de 100 dirigentes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. La cúpula de la CAME será recibida por la Presidenta en la Quinta de Olivos.
Osvaldo Cornide tiene preparado un pedido similar al de la central fabril.
La CAME le solicitará a Cristina medidas de aumento a la protección fabril para prevenir la recesión mundial y la actitud de Brasil.
Habrá un discurso simultáneo: una crítica al sistema bancario y un pedido para crear ya un Banco de Desarrollo . Las coincidencias entre De Mendiguren y Cornide, obedecen a una cuestión de fondo: aunque tienen distante relación, en el sector fabril se teme que el Gobierno tenga un discurso industrialista, pero vuelva a aplicar sólo una lógica financiera.
El temor de muchos empresarios está relacionado al mensaje que trasmitió el propio Boudou en reuniones con fuertes hombres de negocios.
La cuestión quedó clara en el encuentro del Grupo de las 6 entidades del establishment. Ahí fueron tres dirigentes que contaron qué hablaron con el ministro y que Boudou les adelantó la futura estrategia económica.
Boudou aseguró que será su equipo el que decidirá los cambios. El ministro dijo que consistirán sólo en lo siguiente: –Una rebaja de subsidios, para equilibrar las cuentas publicas, previo a un ajuste promedio fuerte de tarifas.
–Un acuerdo con el Club de París.
–La decisión, el año próximo, de volver a los mercados de capitales, para que a través del nuevo endeudamiento se sigan financiando los desequilibrios del modelo. En especial el creciente deterioro de la balanza comercial.
Pero todo está relacionado a cómo estará el mercado internacional. La crisis está generando nuevos escenarios y eso se vio en España: el martes hubo un encuentro entre Luis Del Rivero y Antonio Brufau y quedó blanqueado que la asociación entre la constructora Sacyr y PEMEX en la próxima asamblea de accionistas irá por la cabeza del actual presidente de Repsol.