Por Pablo Juárez
Como una línea transversal, la inflación puja y retumba en todos los sectores económicos de Salta. Incertidumbre, pérdida de rentabilidad y competitividad, mayores costos en la producción, en logística y en la mano de obra acentúan las preocupaciones de los empresarios. La crisis energética, la educación, el acceso al crédito, las políticas de empleo y las trabas a la importación también generan reclamos y soluciones en el corto y largo plazo.
En la industria, el turismo, el campo, el comercio, la construcción y en las pymes reconocen que las variables macroeconómicas son positivas y alentadoras para la segunda mitad de este año electoral. El país sigue en crecimiento y no se vislumbran amenazas, pero insisten en que hay que ajustar tornillos de una pata floja de la mesa argentina. Aunque cada sector muestra sus particularidades, piden que el Gobierno nacional se sincere y ataque la elevación notable de precios, que deja efectos desfavorables para el desarrollo del país.
Daniel Chávez Díaz, presidente de la Unión Industrial de Salta (UIS), lamentó que desde 2009 la inflación se mantenga con índices altos. “Ocasiona serios problemas a la rentabilidad y nos quita competitividad. Este año no se ven mejoras, el índice inflacionario ronda entre el 23% y el 26%”. Sin tener seguridad sobre el costo de producción, los presupuestos padecen ajustes permanentes.
Sobre las expectativas para lo que resta de 2011, el titular de la UIS se mostró optimista y afirmó que la macroeconomía expone oportunidades, sólo hay que corregir algunas cuestiones. La educación es un pilar fundamental para el desarrollo integral productivo y social, reflexionó Chávez Díaz. Así, destacó que el Estado debe mejorar las políticas educativas para garantizar la calidad de los futuros trabajadores. “El país está muy retrasado en sus instituciones”, agregó.
Hasta el año pasado, cerca del 40% de los chicos que empezaban el secundario no lo terminaban. Y la reactivación de las escuelas técnicas y la capacitación no formal son indispensables para garantizar mano de obra calificada.
“Siempre la economía se maneja por expectativas, depende del estado de ánimo. Cuando el industrial se pone pesimista, seguro todo irá mal”, expresó Sergio Gómez, vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Salta.
Según el profesional, el aumento desenfrenado de precios carcome la rentabilidad. En el momento de la reposición vemos que el costo de un producto creció 12% en tan solo dos o tres meses. Veremos qué pasa en el proceso eleccionario, que siempre es un parámetro a tener en cuenta”.
Los empresarios coinciden que en octubre la economía tendrá un punto de inflexión por las elecciones presidenciales. Habrá que ver cómo se comportan las variables ante la reelección de Cristina Kirchner o el recambio en la Casa Rosada. Por el momento, no ven variaciones significativas.
Durante la gestión K, el campo mantuvo enfrentamientos con la Casa Rosada. Sobre la incidencia de la política nacional en la economía, Martín de los Ríos, presidente de la Federación de Entidades Rurales Salteñas, dijo que “si hay un cambio de rumbo, esperamos que vuelvan la confianza y la seguridad jurídica. Si continúan, por lo menos, queremos que recobren la sensatez y racionalidad. Hay que reconocer los errores: existe la inflación y faltan combustibles”. Más allá de las dificultades que desatan los precios, en la producción primaria aparecen complicaciones para el financiamiento. “En la parte pública casi no hay créditos y en la banca privada son caros, casi inaccesibles. El Gobierno está alentando las líneas crediticias al consumo contra recibos de sueldos y, en menor medida, para el sector privado, que es el verdadero gran motor de la economía”, manifestó De los Ríos.
Eduardo Kira, vicepresidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica, describió que “convivir con los altos niveles de inflación es como caminar al filo de un abismo. A la gente no le alcanza ni con los aumentos de sueldo, y a nosotros nos cuesta mucho esfuerzo hacer frente a los incrementos salariales. No queremos que se repita lo que sucedió años atrás: despedir trabajadores y dejar familias sin recursos. Al Gobierno le compete forjar políticas para que los industriales y demás empresarios sigamos tomando gente”.
Sobre las elecciones, dijo que hay que ver definiciones con el dólar -una variable importante para el turismo receptivo - y si se resuelven problemas como la crisis energética.
El peso de los precios tiene consecuencias en la oferta que ponen en el mercado las pequeñas y medianas empresas. Nahuel Hyon, presidente de la Cámara Pyme local, sostuvo que “la actividad económica es buena, sin embargo, hay efectos a tener en cuenta, como la dificultad que se presenta, en menor o mayor grado según el sector, en el incremento de costos. Esto genera la necesidad, en muchos casos, de aumentos. Las pymes no son formadoras de precios, pero se ven obligadas a trasladar las subas por los nuevos costos de insumos, salarios y alquileres”.
Los indicadores
28,3% promediaron las paritarias en 2011 (consultora Ecolatina). El Gobierno nacional quería un piso de 24%.
1,5% fue el índice de inflación de junio que publicaron legisladores nacionales en base a ocho consultoras porteñas.
80% del valor agregado en una pyme salteña se destina en los salarios. En el sector hay preocupación por el alto costo que representan las subas salariales .
71,79% fue el índice de confianza económica en Salta en marzo de 2011 (Fedecar).
11,7% es el desempleo en Salta. Los datos del Indec corresponden al primer trimestre de 2011.
8,3% será el crecimiento económico del país este año, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) .