Clarín
La promoción de los estudios de las carreras de Ingeniería debe ser sostenida por los poderes públicos, junto con la formulación de nuevos contextos de aprendizajes, capaces de motivar vocaciones e incrementar el número de matriculados y egresados en Ingeniería.
El encuentro Ingeniería 2010 Argentina, Congreso Mundial y Exposición, que culminó días pasados y que contó con mil visitantes extranjeros, fue una ocasión oportuna para debatir problemas que si bien son globales, en nuestro país tienen especial intensidad, ya que mientras en Corea del Sur hay un ingeniero cada 625 habitantes, en China, Indica y Francia, uno cada dos mil, y en Brasil uno cada seis mil, en Argentina hay uno cada ocho mil, con el condicionante que esto representa para la producción y la innovación.
Se requiere, entonces, que se articule una política que le de prioridad al fomento de vocaciones vinculadas al estudio de Ingeniería y que contribuya a mejorar la tasa de egresados.
Es necesario revertir la pasividad y articular estrategias de promoción de vocaciones asociadas a las carreras de Ingeniería, ya que el bajo número de ingenieros condiciona el futuro del país.