Las llamadas –discutiblemente- “nuevas fuentes de energía” (sus usos no son nuevos en varios casos), o también impropiamente “energías renovables” (concepto caprichosamente capcioso, pues excluye a las hidroeléctricas medianas, grandes y gigantescas), son habitualmente presentadas como “las grandes soluciones”, “las energías baratas” y “disponibles para todos”.
Esas falsedades se complementan señalando los “países modelos” en los que esas tecnologías eléctricas lograron cierto nivel de difusión, omitiéndose en estos casos la consideración de las fuertes presiones de grupos ultraambientalistas (también allá, en eso igual que Argentina), en base a las cuales lograron hacer aprobar programas estatales de muy fuertes subsidios a esas energías, sobre todo la solar y la eólica.
Y como “nación modelo de las energías alternativas” se suele acentuar el caso de Alemania, poderosa nación industrial que por su propio peso no puede pasar desapercibida. Por algo es la principal economía de la Eurozona y de la UE, la segunda exportadora mundial (recientemente superada por China), y la cuarta economía del mundo (hasta hace poco la 3º).
Con semejantes muy relevantes performances económicas, la economía germana no puede dejar de ser referente obligada de cualquier análisis. ¡Pero allí de nuevo operan los “simplismos unidireccionales” de algunos “analistas” poco serios o directamente de mala fe, que muestran parte de la realidad! Como en Alemania crecieron mucho las energías eólica y solar, infieren simplistamente que ese debería ser el camino a seguir por todo el mundo.
Pero lo que no dicen esos distorsionadores de la opinión pública, son los motivos y los efectos de ese acentuado (¿desmedido?) énfasis germano por las eólicas y solares.
El Partido Verde forma parte de la coalición gobernante alemana desde hace varios años, y desde esa posición logró imponer sus premisas, más allá de la muy discutible lógica de las mismas. Alemania hace muchas décadas utiliza todo su potencial hidroeléctrico (no tiene arroyito en el cual pueda construir nuevas presas hidroeléctricas, ¡ya las hicieron todas!).
Y en los últimos años, después de magnificar hasta el paroxismo los poco fundados miedos a la energía nuclear (hábilmente “demonizada” por lo ultra verde desde Chernobyl), el Partido Verde logró desactivar completamente el Plan Nuclear alemán.
Como supuestos sustitutos fomentaron diversos planes de instalaciones eólicas y solares –con fuertes subsidios que las anchas espaldas económicas germanas pueden soportar-, pero como es lógico los aportes reales de esas fuentes de energía, resultaron completamente insuficientes. En conclusión, los “baches” en la provisión de energía que resultaron de las irracionales cancelaciones del Plan de Generación Eléctrica Nuclear Alemán, debieron ser cubiertos con mayores importaciones provenientes de Francia (energía nuclear) y Suiza (energías nuclear e hidroeléctrica), y otros países de la UE. Pero como todo eso no alcanza, Alemania necesitó y financió la construcción de un mega gasoducto con el cual importa gas ruso. Y por motivos geopolíticos, para no depender del paso por territorio polaco, debió financiar una muy costosa traza en el helado y ventoso Mar Báltico.
Conclusión: la cancelación del Plan Nuclear alemán no pudo ser cubierto –ni remotamente- por las múltiples y muy poco eficientes centrales eólicas y solares, y en gran medida depende de importaciones, y de ella en principalmente del abastecimiento de gas ruso. Desastroso desde lo económico (aumentaron fuertemente las importaciones de electricidad y de gas natural), y muy perjudicial desde lo geopolítico, pues acentuó la dependencia germana respecto al gas ruso. ¡Y malo desde lo ambiental, pues el gas es un hidrocarburo, que al quemarse poluciona!
España es otro país que suele mostrarse como “modelo a imitar”, por los fuertes impulsos –y generosos subsidios- que el Estado Español implementó para estimular los crecimientos de las energías solar y eólica.
Pero ahora, obligada a hacer los severos ajustes que la crisis y las presiones monetaristas imponen, España se está viendo obligada a limitar fuertemente los subsidios a esas “nuevas fuentes de energía”; con lo cual se “caerán los esquemas” que artificialmente mantienen el boom de las eólicas y las solares.
De paso analicemos que esas políticas restrictivas que hoy se ven obligados a soportar los griegos, españoles, portugueses, británicos y otros en la UE, son las mismas desastrosas “recetas” del FMI impuestas a Argentina en la crisis del 2001, y es el mismo tipo de ajustes que Argentina evitó en 2008/2009, merced a las políticas pro activas y de fuerte intervencionismo estatal…tan criticadas por los voceros del “noventismo”, tanto del arco político, como de los “prestigiosos” periodistas y los “consagrados” economistas, todos ellos eternos voceros del ajuste y del achicamiento).
Volviendo al tema eólico y solar, un medio tan conservador como El País (diario madrileño), detalla los enormes subsidios con los que España sustentó el crecimiento de esas energías. En 2009 los subsidios a las eólicas en España sumaron 1.600 millones de euros, mientras que las solares recibieron subsidios de 2.600 millones de euros (siempre según la fuente citada).
Hoy el desarrollo a futuro de estas costosas y poco eficientes fuentes de energía, está fuertemente cuestionado, y es muy posible que las metas reales sean mucho más modestas a futuro, que las planificadas.
Presumiblemente ello afectará también la imagen de estas tecnologías, con lo cual posiblemente se resientan en buena parte las exportaciones que España impulsa, motorizadas hasta ahora con “el buen ejemplo” interno (español) que ahora se resquebraja al caerse las políticas de generosos subsidios.
En artículos aparte se analizarán los rendimientos –bastante pobres por cierto- y las enormes superficies –lo cual es un costo ambiental- que requieren esas falsas “fuentes limpias” de generación de electricidad.
Por Carlos Andrés Ortiz. Contador Público - Especialista en Gestión de Producción y Ambiente (F.I. UNaM) - Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía (UNLa – CNEA) - Docente de Economía (EN10) - Docente de la Diplomatura en Geopolítica (ICM) - Ex Docente – Investigador Facultad de Ciencias Económicas (UNaM)