Por Martín Díaz Achával
Defensor del Pueblo de Santiago del Estero.
A raíz de las leyes nacionales 26.093 y 26.334 de producción de bioetanol, la provincia de Tucumán se incorporó al programa de biocombustibles para vender etanol y cumplir con el corte de naftas del 5% establecido por el gobierno. El proyecto es positivo, el problema que no se está enfrentando son los desechos que deben ser tratados. Cada litro de bioetanol genera 15 litros de vinaza, un compuesto muy contaminante.
Tucumán anunció que para el corriente año producirá 270 millones de litros de bioetanol, generando 3500 millones de litros de vinaza. Estos se volcarán, sin ser tratados, al embalse, que no tiene capacidad de diluir el compuesto, lo cual provoca una anoxia y una mortandad masiva de peces destruyendo el ecosistema del Dique. Como ocurrió a principios de agosto. Según la Secretaría de Agua, la mortandad llega a las cuatro toneladas.
El amparo que presentamos a la justicia señala que la producción de bioetanol, sólo para la provincia de Tucumán, es un negocio de 800 millones de pesos sin contar aún con la promoción industrial por biocombustible que brinda la Nación, además de la excepción impositiva del gobierno tucumano. Por eso, la industria tucumana se encuentra en condiciones de realizar la inversión o respaldar los créditos para establecer una planta de tratamiento.
Estamos a favor de la producción de bioetanol, pero no queremos contaminación ambiental. Lo ocurrido en el embalse de Río Hondo coincide con la zafra que se realizó en mayo, cuyo procesamiento se realiza en julio: la vinaza se desecha en agosto. De los 14 ingenios de Tucumán, 10 son destilerías, y ninguno posee planta de tratamientos de residuos. Por su parte,la justicia tucumana dictó una medida cautelar ordenando al Ingenio La Florida que suspenda la producción hasta tanto construya una planta de tratamiento de residuos.
