El economista y sociólogo Juan José Llach fue contundente: el proceso de crecimiento en el continente asiático "ha llegado para quedarse", a tal punto que "el centro económico mundial se está desplazando desde la región del Atlántico hacia la del Pacífico". Este proceso, junto con la mejora en los términos del intercambio para los países emergentes, "trae buenas noticias para América del Sur". Pero el impacto depende de qué política aplique cada país. "Diría que la Argentina lo está aprovechando de manera mediocre".
Llach, ex secretario de Programación Económica entre 1991 y 1996 y ex ministro de Educación del gobierno de Fernando de la Rúa, disertó ayer al mediodía en el primer foro almuerzo del año de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE)., al que asistieron unos 120 empresarios y ejecutivos.
El académico (director del Centro de Estudios de Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía del IAE-Universidad Austral) pronosticó que la economía argentina, en este contexto, crecerá este año cerca del 5%, con el consumo subiendo entre 3 y 4 puntos. Que se sostenga el proceso dependerá de lo que para él es la variable clave: "La inflación, que es, por muy lejos, el principal problema de la economía argentina, más que la falta de financiamiento o la cuestión fiscal".
Según su estimación, la inflación está más o menos estabilizada en torno del 2% mensual. "Y el Gobierno tiene una política antiinflacionaria muy burda, que es usar como ancla el tipo de cambio", afirmó. El resultado: "Estamos en un escenario de alza de costos en dólares", entre los cuales el salarial es uno de los principales.
