LA NACION
Rafael Bielsa
Para LA NACION
El artículo 1° del decreto N° 256/10 establece que todo navío que pretenda atravesar aguas jurisdiccionales argentinas en dirección a las islas Malvinas deberá solicitar una autorización previa, expedida por la autoridad competente. Esta disposición está en línea con la resolución N° 407/07, que fija sanciones para quienes mantengan una relación de beneficio con los involucrados en las actividades contrarias al derecho internacional, derivadas de la ocupación ilegal de nuestras islas.
Ambos textos concuerdan con resoluciones de las Naciones Unidas, con la Constitución, con leyes que establecen los espacios marítimos bajo soberanía argentina y que declaran de interés nacional el estudio de las riquezas petrolíferas de la plataforma submarina que corresponde a las Malvinas, Antártida e islas del Atlántico Sur. El decreto es corolario de más de 20 notas de protesta enviadas al Reino Unido desde 1991, de más de 10 a otros países, de más de 200 notas de desaliento a empresas cuyas actividades se relacionan con ese sector, en las que se recuerda la vigencia de la resolución 407.
A pesar de que hay quienes lo ponen en duda, según estudios verosímiles existen 12.950 millones de barriles de petróleo probables en las Malvinas, lo que se convierte en reservas probadas de 6475 millones de barriles; las reservas probadas del continente y la llamada Cuenca Austral suman 2042 millones. Estas aseguran la cobertura del consumo nacional por 8,7 años. La suma entre las reservas probadas que no están en litigio y las de las islas extendería el actual horizonte de 8 a 27 años.
Si la conservadora cifra de 6475 millones de barriles se extendiera a 9000 millones, las Malvinas se convertirían, según el biotecnólogo Federico Bernal, en la quinta potencia petrolera de América, luego de Venezuela, Estados Unidos, Brasil y México. Un verdadero Golfo Pérsico austral. Para los británicos todo lo que brilla o puede brillar, aunque sea negro, es oro.
Sería necesario explotar las 19 cuencas de petróleo que disponemos, de las cuales sólo cinco están aprovechadas. En Merco-Press -medio que se consulta en las islas- del 13 de febrero se lee que la Argentina estaría elaborando un registro con datos del movimiento naviero en el área litigiosa, para cruzarlos con actividad marítima en Gran Bretaña y en las islas. Aún no se conoce información al respecto, pero si ellos dicen que estamos por hacerlo es suficiente como para hacerlo efectivamente.
El autor fue canciller argentino (2003 - 2005)